𝑴𝒐𝒏𝒂𝒓𝒄𝒂 𝑨𝒛𝒖𝒍

𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑷𝒆𝒓𝒅𝒊𝒅𝒐

Y lo más doloroso de "esto" fue decirte adiós mientras mi corazón te llamaba "Amor" (Darling Salas)

Entre las margaritas de aquel campo lejano del reino de Sognatore, Armelle tenía su pícnic junto al falso príncipe que apareció tras varios meses desaparecido. El chico llevaba prendas pobres y no finas como cuando se habían conocido, la princesa, en cambio, permanecía bebiendo el té con él junto a algunas galletas simples. La apariencia física también dejaba mucho que decir, su cabello estaba algo descuidado y en sí venía algo sucio, quizá había pasado por demasiado pastizal hasta encontrarse con la chica que una vez abandono a su suerte, la mirada del joven estaba enfocada en la princesa mientras ella solo esperaba respuesta a todo lo que paso.

—Jeffrey... ¿Por qué? —Preguntó a la vez que lo miraba con una leve tristeza y confusión.

—... Mi madre era la consejera real de la reina, eso me daba a mí como derechos para tener una vida noble. Pero mi madre tenía otros planes al respeto, quería que me convirtiera en un príncipe verdadero... Para ello debía casarme con una princesa, pero debido a mi puesto eso no sería posible. Me hizo pasar por príncipe de la familia y así llegué a conocerte, fuiste increíblemente fácil...—Decía mientras miraba a la chica con una leve tristeza.

—Y a pesar de todo... Sigues usando esa máscara... ¿Por qué no me dejas verte Jeffrey? —Preguntaba mientras dirigía su mano a la máscara del joven.

—No quiero que me descubran al ver mi rostro, quién sabe, puede haber espías o los guardias me podrían reconocer. —Decía mientras agarraba la muñeca para detener el contacto de la mano con la máscara.

—Comprendo...—Mencionaba con tristeza y miraba hacia abajo mientras debilitaba su mano para que este la soltara.

El joven permanecía agarrándole la muñeca a la chica sin aún soltarla. La princesa en el fondo solo podía sentirse herida, ya que solo recordó que el chico solo la había utilizado para fines de poder y no porque la amaba como ella lo quería. Sin embargo; esto quedo en duda cuando el joven la atrajo hacia él para abrazarla, dejando sin habla a la chica.

—Eso no quiere decir que nunca te amé. Al inicio solo obedecía a mi madre, pero con base te fui conociendo, noté que eras especial, tu dulzura, tu sonrisa, tu humor se volvió algo importante para mí, no pude dejar de pensarte...—Decía mientras aún permanecía abrazando a la princesa.

La Joven permaneció sorprendida. En cuanto menos lo espero, su corazón pareció haber cambiado de opinión, su mente solo se sentía esperanzada y simplemente cayó en las palabras del chico que la mantenía abrazada. Sus brazos correspondieron los del joven enmascarado y dejo su cuerpo a merced de un amor que creyó verdadero. A la lejanía, dentro del oscuro bosque, una persona de negro y encapuchada observo el acontecimiento dado y se retiró.

A las afueras de Sognatore hasta Yharnam, la persona de negro llego hasta la sala del trono del rey, donde se arrodilló como si de una deidad se tratase, pidió permiso para acercarse y contar lo que había visto. La reacción del rey al respeto solo fue neutral pero bastante fría, bajo la mirada mientras la oscuridad hacía lo suyo en ocultar dicha expresión.

—Gracias, ahora retírate antes de que me desquite contigo...—Decía fríamente mientras aquella misteriosa persona se retiraba inmediatamente.

El mayordomo entró a la sala del trono notando que el rey no parecía estar de buen humor al respeto. Por eso, se retiró para volver nuevamente con él, esta vez con una taza de té rojo que llevo hasta el joven cuidadosamente.

—¿Gusta de un Té rojo mi señor? —Pregunto mientras ya estando cerca del trono se lo había acercado.

—Muchas Gracias...—Decía mientras agarraba la taza cuidadosamente con seriedad.