𝑴𝒐𝒏𝒂𝒓𝒄𝒂 𝑨𝒛𝒖𝒍

𝑨𝒅𝒊𝒐𝒔, 𝑫𝒖𝒍𝒄𝒆 𝑳𝒊𝒓𝒊𝒐

"El Amor nace por la curiosidad y perdura por la costumbre" (Massimo Bontempelli)

La vida de Armelle desde sus edades de adolescencia fueron encerrándose en una zona de confort donde buscaba amigos sin cesar, pero lloraba desconsoladamente en el regazo y en los brazos de un rey que supo escucharla. El palacio gótico era invadido con los llantos ahogados y frágiles de una princesa deprimida que solo sonreía nuevamente cuando el rey la alegraba con su siniestro encanto, su cuidado era pagado simplemente con que ella siempre acudiera a él y adorará su presencia convirtiéndose en costumbre. Este trato exclusivo de protección y consentimiento poco a poco lo sentiría menos suficiente, quizá se debía a que el rey desde hace un tiempo no estaba tan cerca de una doncella y la mayoría que una vez poseyó se les despojó de sus lirios; como tal, la época es bastante estricta con respeto a las doncellas vírgenes que se deben casar siendo puras, pero esto en la vista del Rey Damon era solamente un berrinche religioso, de todos modos, él no era alguien que creyera en Dios. Por eso aquellas doncellas que perdieron su pureza con él, ya eran muy mal vistas a ojos de creyentes.

El Rey Damon tenía sus propias reglas y su propio juicio. Por lo que importancia a la religión no era necesaria, pero no significaba que no la respetara; por otro lado, ante sus ojos sabía perfectamente que la princesa que había poseído era una doncella con un lirio aun sin florecer, lo cual solo abrumaba su ego y se tentaba en ocasiones a llevar su posesión aún más lejos, pero a pesar de ser un Rey tirano donde su palabra debía ser cumplida sin importar que sea, él respetaba la voluntad de una mujer pura cuando se trataba de su primera vez y como se trataba de Armelle, una princesa con la cual, él recompensaba con felicidad, no podía hacerle tal cosa; pero eso no significaba que eso lo podía detener, el rey siempre avanzaba y siempre conseguía lo que quería por lo que ser una princesa consentida, no era una excepción.

Mientras tanto, Armelle solo pasaba por pesares en casa. El que más le rompía, era una agonía donde su fiel compañero, Dante, había enfermado. Un doctor especialista en el cuidado animal de la zona dio la mala noticia a la familia real de que su leal canino, ya era muy viejo y que pasaba por una enfermedad que ellos no podían curar. Esta noticia solo le fue dada a los reyes y Armelle solo recibió muy poco de esa noticia, sus padres sabían que, si le daban la explicación completa, ella se iba a derrumbar al no poder controlar sus sentimientos con la cabeza fría. Armelle vivió un día con la mentira de que Dante regresaría sano al ser llevado a un "internado "donde este se curaría, pero no fue así.

Ya después de ese día, su madre, la reina, le confesó que Dante falleció al no soportar su dolor. Este desplomo a Armelle dejándola nuevamente en una depresión por una semana, acostumbrarse a la soledad sin Dante fue duro para ella. Este pesar llegó a oídos del Rey Damon que envió una carta negra a su princesa, invitándola nuevamente al palacio por unos días. La decisión solo quedó en manos de la propia fémina que al final acepto, ya que su luto no era comprendido por su propia familia, así que pensó que tal vez el Rey la entendería.

La princesa viajó nuevamente, si se preguntan cuándo podría durar un viaje de Sognatore a Yharnam es prácticamente de 4 horas o más, dependiendo de qué tan duro este el camino, sea lloviendo, nieve o tormenta. Esto dura un viaje en carruaje, pero más podría durar caminando una persona, como Armelle. Al llegar fue bienvenida por el Mayordomo, quien la recibió respetuosamente y la llevó a la sala del trono, donde el Rey de ojos verdes la estaba esperando, vestido de negro y con un ramo de rosas negras. Claramente, parecía saber el motivo de la tristeza de su doncella en pena que solo llegó hasta él con una mirada de sorpresa.

-Majestad?... ¿Por qué está vestido así? ¿Por qué las rosas?...-Decía la joven confundida y con una leve tristeza reflejada en sus ojos-