Pasé poco tiempo con Félix, pero fue tiempo suficiente para que floreciera una profunda conexión entre nosotros. Me enamoré de él con toda la intensidad de mi corazón maltrecho. Sin embargo, la vida a menudo nos juega malas pasadas. Descubrí que Félix ya tenía una pareja, una joven de aspecto angelical con cabello rubio castaño y ojos morados. Cuando la joven me vio, su sorpresa y su incomodidad fueron evidentes. Era la primera vez que nos encontrábamos, y pronto supe que su nombre era Cristal.
A pesar de mis sentimientos por Félix, comprendí que debía dejar de lado mis deseos personales. Decidí enfocarme en mi propia supervivencia y tratar de escapar de aquel mundo de sufrimiento. Sin embargo, mi intento de escapar de la pesadilla que vivía se vio frustrado por una traición inesperada.
Félix y Cristal, la pareja que había conocido, resultaron no ser lo que aparentaban. Me entregaron al conde asqueroso, traicionándome sin piedad. No comprendía por qué habían decidido entregarme de nuevo a aquel monstruo que tanto mal me había causado. A partir de aquel momento, mi vida tomó un rumbo aún más oscuro y desesperado.
De regreso al condado, me impusieron un castigo cruel y despiadado. Durante un mes entero, mi única dieta consistió en pan mohoso y agua sucia. Era una forma de tortura, una forma de recordarme que mi vida ya no me pertenecía y que solo era una marioneta en manos del conde.
La pesadilla de convertirme en esclava sexual continuó sin tregua. Cada día era un tormento insoportable, una agonía que parecía no tener fin. El conde abusaba de mí con crueldad y sadismo, y su desprecio hacia mí no hacía más que aumentar mi sufrimiento.
Finalmente, llegó el día de mi muerte. A los veinticinco años, mientras estaba siendo abusada, mis fuerzas estaban agotadas, y ya no tenía nada más que ofrecer en este mundo cruel. El conde puso fin a mi existencia de la manera más brutal, apagando la luz de mi vida de la forma más trágica.
Mi vida pasada, marcada por el abandono, la miseria y el sufrimiento, se revelaba ante mí con una claridad asombrosa. Aquellos recuerdos me mostraron la crueldad y la indiferencia del mundo en el que había vivido. Sin embargo, estos nuevos conocimientos despertaron algo en mí, una determinación feroz de cambiar mi destino y enfrentar a aquellos que habían permitido que mi sufrimiento ocurriera.
Mis recuerdos recuperados después de terminar la lectura de "Mi Futuro Emperador" arrojaron luz sobre mi vida anterior, una vida que ahora parecía lejana pero que de repente se volvió más real que nunca. Descubrí que yo era la verdadera hija del gran duque Greyrat, la misma figura que aparecía en la novela como un personaje secundario en la historia de Cristal.
Mi entrega al orfanato y posterior abandono en los callejones tenía un propósito claro: asegurarse de que yo nunca reclamara mi lugar legítimo en la familia Greyrat. Cristal, la falsa hija del duque, sabía quién era yo y, por lo tanto, constituía una amenaza para su posición. Siempre había tenido una apariencia exótica, lo que hacía que fuera fácilmente reconocible.
Sin embargo, nadie me buscó, y mi padre, el duque, nunca mostró interés en mi destino. La muerte de mi madre, por la que me hicieron creer que yo era culpable, marcó el comienzo de una vida de sufrimiento que me llevaría a los callejones, donde nadie vendría en mi ayuda y donde lucharía cada día por sobrevivir.
La revelación de la traición de Cristal y su madre, la maldita doncella, me llenó de rabia. Sentía que debían enfrentar las consecuencias de sus acciones. Pero, a medida que reflexionaba sobre mi nueva vida como Darla, me di cuenta de que aferrarme a esos sentimientos de venganza solo me llevaría por un camino oscuro y destructivo ya que esa era una vida anterior en otro mundo. Tenía la oportunidad de empezar de nuevo, de construir una vida diferente y escapar de la sombra de mi pasado.
Cuando recordé mi vida como Darling, tenía 19 años. Ahora, como Darla, tenía 22 años, una nueva oportunidad para moldear mi destino y perseguir mis sueños. Tenía recursos y dinero a mi disposición, y planeaba aprovecharlos al máximo. Decidí independizarme y buscar el éxito a través de la educación y la carrera profesional. No permitiría que las sombras de mi pasado me persiguieran en este nuevo comienzo.
A los 22 años, me mudé de casa y me alejé de mis padres, manteniendo distancia de mi antigua vida como miembro de la mafia. Empecé a trabajar en una gran empresa y comencé a disfrutar de los beneficios de una vida exitosa, una vida que no había tenido la oportunidad de experimentar en mi vida anterior.
Sin embargo, mi tranquilidad se vio interrumpida por un giro inesperado del destino. De repente, me encontré de nuevo en la piel de Darling, como si mi vida como Darla hubiera sido solo un paréntesis en mi existencia. Había regresado al oscuro mundo de los callejones junto a Liz, mi amiga de la infancia de mi vida anterior. La confusión se apoderó de mí mientras trataba de entender lo que estaba sucediendo.
—Oye, Liz, ¿en qué año estamos? —pregunté, buscando pistas para comprender mi situación.
—Mmm, la verdad no sé, Darling. No sé leer, y no parece que haya alguien amable aquí que pueda ayudarnos —respondió Liz con pesar en su voz.
Sus palabras resonaron en mi mente. No había escapatoria fácil en este lugar, y estábamos completamente solas. Era como si el tiempo se hubiera detenido, y me vi enfrentando un nuevo conjunto de desafíos en una realidad que parecía incomprensible.
Mi primer paso sería averiguar en qué año estábamos para entender mi edad actual y trazar un plan para vengarme de los protagonistas de mi vida anterior, aquellos que habían causado tanto dolor y sufrimiento. La venganza se convirtió en mi objetivo, y la muerte de Cristal sería mi mayor satisfacción en este mundo que, de alguna manera, había vuelto a ser el infierno en el que había vivido como Darling.
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Nota: quiero disculparme, el capitulo 3 esta más adelante no se como se desconfiguro y trato de arreglarlo pero como que no quiere esto 😰😰
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Tu Muerte será mi Felicidad
FantasyDespués de sumergirme en una novela romántica, mis recuerdos de una vida pasada resurgieron, revelando las cicatrices y los responsables del infierno que viví. Ahora, en esta nueva y exitosa vida, me encuentro en mis momentos de éxito, pero no dura...