El Falso Tir Nan Og, Las Hadas de Magix y Las Faes de Britania.
Shirou gruño cuando sintió el poderoso golpe descendente de Scathach y responder con una patada que logró alejar a su oponente, esta se recuperó con un jadeo antes de saltar de nuevo con una sonrisa sedienta de batalla aunque Shirou pudo ver algo más en su mirada que no pudo entender del todo.
Mirando eso Shirou frunció el ceño de preocupación pero lo dejo de lado cuando levantó a Balmung para frenar tres rápidas estocadas de la lanza Gae Bolg de Scathach con tres poderosos golpes de su espada aliada, la poderoso matadragones libero su aura de ether mientras cada vez que chocaba con Gae Bolg poderosas explosiones creando cráteres y partiendo la tierra con sus poderes balanceos de sus armas.
Mientras miraba a Scathach, Shirou se dio cuenta que ella estaba buscando algo de él porque cada vez sus golpes eran más rápidos y mortales apuntando a zonas más vitales mientras él comenzaba a ceder espacio para no morir, al notar miro las lanzas para saber la razón haciendo una mueca al saber lo que iba a pasar después de todo la Reina humana de un Pueblo que resistió los ataques de los Romanos y tuvo que enfrentar que hacer un trato del que desconocía sus consecuencias, cuando las guerras terminaron el Dios exigió su parte del trato donde Scathach tuvo que negarse, así termino matando aun Dios y volviéndose una entidad no humana, inmortal y maldita sin muerte vio el tiempo pasar entrenando a grandes guerreros como el Escudo de Ulster Cu Chulainn, pero había algo que ella había deseado desde que derroto a ese Dios, la muerte.
Saliendo de sus pensamientos en su mano apareció Clarent que uso para bloquear el tajo de su oponente, la espada usada por Mordred pronto estalló en una explosión de mana haciendo que Scathach retrocediera.
Creo que es suficiente por ahora Lancer, debemos hablar con Tamamo y Amaterasu para comenzar a planear nuestros movimientos para la guerra. - dijo Shirou con calma aunque aún sostenía a Balmung y Clarent en caso que Scathach no escuchará sus razones pero sorprendentemente la Reina de la Sombras asintió.
Eso parece estar bien, aunque me sorprende que estés relacionado con una Diosa de su calibre. - dijo Scathach con mirada interesada en la Diosa del Sol Amaterasu, una Diosa Lider de un Panteon completo donde era la más poderosa solo superada por su padre Izanagi, incluso ella que pertenecía al territorio Celta sabía que esta mujer era la más poderosa de su territorio y no estaba segura de poder matarlo si lo enfrentaba ahora mismo como un Servant.
Es mi esposa. - dijo Shirou con tranquilidad sin notar como la misma Reina de las Sombras abría los ojos sorprendida sabiendo que eso no debería ser posible porque ella sabía que los Dioses no son capaces de sentir apatía o amabilidad por los humanos, en realidad los miraban como una siemple fuente de entretenimiento pero cuando vio como su master se acercó a la Diosa y Servant la misma saltó a abrazarlo con emoción.
Así que hasta un Dios puede amar. - dijo Scathach con una risa divertida encontrando divertida esta situación que había encontrando por casualidad, pero dejo eso de lado cuando Shirou de repente levanto la casa en una dirección de donde ella sabía estaba Tir Nan Og de este mundo donde la Era de los Dioses continuaba.
Debemos ir con mi hermana, tengo un mal presentimiento. - dijo Shirou haciendo que Amaterasu lo mire con preocupación sabiendo que sus presentimientos siempre fueron muy acertados en muchas ocasiones antes de levantarse rápidamente.
Entonces vamos, no creo que cause problemas teletransportarnos a la isla Magix de la tierra. - dijo Amaterasu mientras Scathach inclino la cabeza ante el termino pero en realidad estaba terminando de procesar la información del Grial antes de asentir ahora entiendo que habían hadas de otros mundos tratando de conectarse con la tierra pero terminaban haciendo que el mundo comenzará a recuperar el mana y misterio que antes habían perdido.
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La espada de la Humanidad en un mundo de Hadas
FanfictionShirou miraba a su oponente con seriedad, una mujer de cabello rubio en dos coletas y expresión fría, Angelica Ainsworth portadora de la Carta Archer Gilgamesh y a su lado estaba la bestia más temida de la Humanidad Primate Murder, gruñendo con ira...