Atracción Fatal - Lawlu

Capítulo 27

Law

Parpadeó, intentando despejar su mente de la niebla que parecía cubrir sus pensamientos como una gruesa manta. Tenía la vista borrosa y, al entrecerrar los ojos, vio sus manos cubiertas de sangre. ¿Sangre? ¿Estaba operando? ¿Estaba matando? Sacudió la cabeza, con la vista vacilante.

"¡Aplica más presión! Lo estamos perdiendo!" Gritó una voz y él se estremeció por lo cerca que la voz estaba de su oído. Apartó los ojos de sus manos ensangrentadas para mirar a la enfermera de pelo negro que tenía al lado; no pudo distinguir su cara. Así que estaba en el quirófano, ¿cuándo volvió a casa? No lo recordaba.

Le hizo un gesto a la enfermera sin rostro, molesto por su falta de confianza en él. "Silencio". Exigió y volvió a mirar al paciente en la camilla. Volvió a sacudir la cabeza y su vista pareció mejorar. Al menos ahora podía distinguir en qué estaba trabajando.

"Succione el exceso de sangre". Ordenó, mirando a su alrededor en busca de instrumentos para empezar a suturar las heridas abiertas que tenía delante. El paciente masculino estaba cubierto de cortes superficiales, lo que no sería un problema; eran las heridas mucho más grandes a través del pecho lo que estaba provocando que el paciente se desangrara.

Parpadeó y estaba a mitad de camino de la cirugía, sus manos estaban ahora trabajando en la mayor de las heridas, tratando de eliminar los vasos sanguíneos más pequeños. Estaba sudando, y el hilo se le resbaló de las manos más de una vez. La sangre no parecía detenerse.

El monitor cardíaco era su única indicación de que el paciente estaba vivo, y siguió adelante, no podía dejar morir a esta persona. No a esta persona, nunca a esta persona. Volvió a sacudir la cabeza, confundido por sus pensamientos. ¿Por qué no podía dejar morir a esta persona? ¿Por qué había una ausencia de alegría? Casi le daba asco la sangre que tenía delante.

El pitido constante del monitor cardíaco fue lo que finalmente le hizo dejar de trabajar. Este paciente estaba muerto; simplemente había demasiada pérdida de sangre. El corazón se le apretó incómodo y se tragó el creciente pesar. Había perdido a su paciente, se había ido. No pudo salvarlo. "Lo hemos perdido". La enfermera susurró a su lado, su voz se hizo eco de sus pensamientos.

De repente, toda la habitación estaba despejada y tuvo que parpadear un par de veces para acostumbrarse a que había recuperado la vista por completo. Vio cómo un chorro de sangre caía de la mesa al suelo. Se había acumulado alrededor de sus pies, y se apartó del charco con disgusto.

La mano de la enfermera se posó en su hombro, pero no pudo girarse para mirarla. No, no podía apartar los ojos del paciente de la camilla. "¿Luffy?" Llamó, sabiendo que no recibiría respuesta. ¿Cómo pudo ocurrir? ¿Por qué había muerto Luffy?

Cogió sus instrumentos, a punto de empezar la operación de nuevo, para devolver la vida a Luffy. Sólo que ahora todo había desaparecido, estaba solo con el cuerpo de Luffy en sus manos. "¿Luffy?" Llamó de nuevo, sin recibir respuesta.

..

Se despertó de un salto; su fuerte jadeo llenó la vacía sala de estar. Movió la mano contra su pecho, que subía rápidamente, intentando recuperar el aliento. Qué sueño más horrible. Dejó escapar un suspiro y apartó la mano del pecho para frotarse la nuca sudorosa.

No había tenido muchas pesadillas en su vida, y deseó poder deshacerse de las imágenes que llenaban su cabeza. Se levantó y se acercó a mirar por la ventana. El cielo seguía negro y la calle estaba inquietantemente vacía. Se burló de su paranoia, estúpido sueño.

Se dirigió a su habitación y decidió ver cómo estaba Luffy. No podía deshacerse de su sensación de inquietud, aunque estaba seguro de que su pequeño amante dormía. Necesitaba disculparse por su pelea, pero podía esperar hasta mañana; después de todo, no iba a cambiar de opinión. Era demasiado peligroso para Luffy enfrentarse al rubio, había algo raro en aquel hombre.