El choque de dos vidas

capítulo 1

Suspiro cansada, me remuevo en la silla para encontrar la posición correcta y cómoda, y claramente no la encuentro. Respiro hondo intentando en calmar y no tirar aquella cosa  por la ventana. Estoy hace dos horas esperando parece tonta aquí en el aeropuerto y no me dicen nada acerca de mi vuelo y créanme tengo mucha cafeína en el cuerpo podría hacer una tercera guerra mundial aquí. Me incorporo bien dando por vencido a encontrar una posición sutil. Miro a la pantalla grande que tengo a mi derecha y nada, absolutamente nada, no veo aquel nombre  que quiero que aparezca. Y seguramente se preguntaran a donde me voy, bueno, me voy a Estados Unidos, el último año de universidad la pasare con mi padre, no saben lo que tuve que hacer para que me dieran una transferencia de mi carrera hacia otro país, fue días de sufrimiento peleando con el dueño de la empresa para que me aceptara.

Maldita sea

Saco mi celular del bolsillo de mi campera, miro la hora son las 1:30. Frunzo el ceño con tristeza ¿Qué estaré pagando para recibir esto? La verdad no lo sé. Encima quiero hacer pipí y no quiero ir al baño porque me queda al otro extremo del aeropuerto y como yo tengo una gran suerte, justo cuando esté haciendo la señorita que está en el micrófono anunciara mi vuelo.

Media horita más aliyah, aguanta.

Muevo mi pierna de arriba abajo, miro a mí alrededor intentando en enfocarme en algo y olvidar que me estoy haciendo pipi. Aprieto mis piernas lo más fuerte, lloro en mi interior, les juro que lo estoy haciendo. Cuento los números del uno al diez, una y otra vez. Respiro más rápido de lo normal.

A la mierda el vuelo, si sigo así se me explotara la vejiga

Me paro rápido, y levanto del piso la mochila que llevo, la pongo en mí ante brazo. Levanto el mango de la maleta y camino a pasos largo hasta el baño.

De lejos puedo ver el pasillo con el cartel neón que indica que a la derecha está el baño de mujeres. Empujo a unas cuantas personas que pasa por la par mía, estas se quejan, no me importa, el pasillo es angosto, que quieren que levante la maleta y la lleve arriba de mi cabeza… eso nunca.

Sonrió satisfecha, es la primera sonrisa que doy desde que llegue a este apestoso lugar. Lavo mis manos contenta, gracias a dios no anunciaron mi vuelo, sacudo al aire mis manos para que se sacaran más rápido, algunas chicas me pone mala cara porque la salpico.

Que se aguanten.

Me miro al espejo y pasó mi dedo por debajo de mis ojos, corrigiendo un poco el rímel que se ha esparcido. Arreglo mi pelo con mis manos, lo traigo un desastre. Me quedo unos segundos mirándome, intento en visualizar un año haya con mi padre, no lo veo de hace dos, tres años. Luego de que se separa de mamá, no lo vi más, como si se esfumara del planeta tierra, y seguro se preguntara ¿Por qué te vas? Adivinen es cumpleaños de mi abuela y de él, solo dios quiso que ambos nacieran el mismo día y mes, esa suerte tengo yo, ¿y del porque me quedo un año?, es por mi mejor amiga, ella estudia en la misma universidad, claramente diferente carrera y como es el último año quiero disfrútalo con ella, además mamá me exigió pasar tiempo con papá, aunque yo no lo quisiera, dice que es una lástima que una relación  de padre eh hija se valla al carajo, ni se porque le estoy haciendo caso, ya sabré yo muy en el fondo.

Abro mis ojos de golpe al escuchar esa voz que tanto temía. Agarro de golpe la mochila que descansaba en el lavamanos, levanto la maleta del suelo y corro hacia la puerta del baño. Trago saliva rogando que el avión no se vaya. Corro como puedo, y la desesperación recorre mi cuerpo. Paso por ese pequeño puente que une la salida de espera con los restaurantes que hay en el aeropuerto. Choco con algunas personas, pido perdón aunque ni se si me han escuchado por lo rápido que voy. Tiro mi cabello hacia atrás porque me está estorbando la vista. De mi respiración ni se hable, me estoy imaginando que estoy corriendo en una maratón. A los lejos puedo ver a las azafatas que están chequeando los boletos, sonrió apenas, sé que llagare. Siento como de golpe caigo de culo al piso, aprieto mis ojos por el impacto