— Habitación de Ai, días después.
"¿Dorothea?"
. . .
"¿Dorotheeea?" ...¿Sus murciélagos no me escuchan? Supongo que no tengo opción.
Ai abre la ventana, seguidamente, toma aire.
"¡DOROTHEAAA!"
El grito haría que las aves de los alrededores se asustaran y volaran de los árboles. El jardinero reaccionó sorprendido, con un poco de miedo. Pronto, pasos inundaron los alrededores de la habitación de Ai y abrieron la puerta de golpe.
"¡Ama! ¿Se encuentra bien?" Dijeron al unísono tres sirvientes que vinieron corriendo.
"Me asusté con una abeja..." Ai comenzó a lagrimear.
"¡Señorita!" Uno de los sirvientes se acerca a abrazar a la pequeña niña.
"¿Dónde está ahora?"
"Se fue... Lo siento."
"No pasa nada, ama..."
"Mhm... Les avisaré si vuelve... Gracias por venir."
"¿Quiere que le traigamos algo de comer?"
"Estoy bien, gracias..."
"Entiendo... En ese caso, nos iremos. Avísenos si vuelve a aparecer. ¿Okey?"
"Bueno..."
Luego de eso, los sirvientes dejaron la habitación, cerrando la puerta. Segundos después, un murciélago baja de un calendabro y se convierte en Dorothea.
"Ama, ¿qué sucedió?"
"¿Cómo van las cosas?"
"Estamos protegiendo la aldea y la abundancia de recursos ha mejorado... Se podría decir que estamos mejor que nunca. Aún así, te informaré si sucede algo interesante."
"Entiendo... Me alegro de que sea así."
"Por otro lado, necesito que lleves una carta y unas pequeñas cajas a nuestro local en el centro. ¿Podrías hacerlo?" Ai pone su mano sobre las pequeñas cajas.
"Entiendo... Traeré una parte de mi red que está cerca."
"Gracias, Dorothea... El local está en la esquina de la calle Adel, frente a un negocio de vestidos."
"No tiene que agradecerme, ama... Estoy aquí para servirle."
— Local de Aristocrat Heaven, centro de la ciudad, minutos más tarde.
El local estaría completamente renovado. Las ventanas pasarían de ser cuatro a dos más anchas, los pozos y las grietas habían sido corregidos y la nueva pintura blanca con detalles dorados había dejado al lugar con una vibra de calidad que se expandía por toda la cuadra. Clara estaría sentada en un mostrador vacío.
"Ahhhh, estoy cansada..." Por fin se terminaron las remodelaciones, aunque no hay nada para vender... Hay tanto tráfico y la gente entra a preguntar para qué o qué se vende en este lugar...
Un murciélago abre la puerta del local y la mantiene abierta.
"¿¡Ehhh!? ¡Deja eso!"
Pronto, varios murciélagos cargando múltiples cajas entrarían al local. Las dejarían sobre el mostrador, junto a la carta. Luego, se irían del local, cerrando nuevamente la puerta.
¿Ehhh? ¿Qué acaba de pasar?
Mira la carta.
¿Qué es todo esto?
Toma la carta, la abre y comienza a leerla.
"Querida Clara,
Espero que esta carta te encuentre bien y que las cosas estén avanzando de manera positiva en el local. Me complace informarte que he enviado nuestro primer producto base, el azúcar."
El primer producto es... ¿¡Azúcar!? Pensé que iban a ser pasteles o algo así... Pocas veces pude probarla en mi vida.
"Te sugiero que lo vendas a 15 monedas de oro por frasco. Es posible que al principio no tengas muchos clientes, pero no te preocupes por eso. Te recomiendo que mantengas uno de los frascos abiertos y que pongas un poco en una cuchara para que los clientes puedan probarlo.
Además, sería conveniente que coloques un cartel afuera anunciando que vendes medio kilo de azúcar a 15 monedas de oro. Si surge una demanda inesperada, no dudes en ajustar el precio para regularla."
Clara abre una de las cajas, viendo dentro de ellas un pote recubierto de algo similar a una sábana que parecía proteger de golpes al recipiente de vidrio.
¿Medio kilo por 15 monedas? Además, es muy blanca... Hasta habría gente que daría más del doble de ese valor por uno de estos...
Clara decide abrir uno de ellos y, haciendo una pinza con sus dedos, toma un poco y se lo lleva a la boca. Reaccionando agresivamente.
¿¡Qué es esto!? Es dos, no... ¡Tres veces más fuerte que el azúcar que había probado antes! Esto es invaluable...
"Te pido que reserves un lote mínimo para la próxima semana y que cada mañana vayas al banco a depositar las ganancias. Es crucial que mantengas un registro detallado de todas las transacciones.
Te deseo mucha suerte en tu nueva empresa, Clara. Estoy segura de que harás un excelente trabajo.
Por último, quiero recordarte la importancia de que cada cliente noble pruebe el azúcar luego de preguntar su precio. Esto podría ser un factor decisivo en su aceptación en la sociedad.
Quedo a la espera de tus noticias.
Atentamente,
Ai"
Clara cierra la carta y comienza a desempacar los frascos mientras reflexiona.
¿Quién es esa niña?
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Psicópata es reencarnado como un Ángel
خيال (فانتازيا)+1 Capítulos diarios. Todos quedaron asombrados por su angelical belleza. Un regalo de dios, dijeron. Sin embargo, detrás de aquellos hermosos ojos violetas, se esconden las almas de quienes, en sus vidas pasadas, moldearon el mundo a su antojo. Dos...