Capítulo 25: Extras

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— Estudio de Kirei, Mansión Courtenay.

Kirei se encontraba trabajando en algunos informes e inspeccionando los rendimientos del feudo. En un momento, para, gira su silla y mira hacia la ventana que se encontraba detrás. Ai se encontraba en el jardín, formando algo sobre sus manos con magia.

A mí... No me gustan los niños. Lloran, hacen un problema por todo y sinceramente los soporto poco. Sin embargo, Ai es diferente. Aún así...

Yo... Considero que soy un padre normal.

Hemos tenido problemas y Vivian se fue, aunque ha prometido regresar. Pero más allá de eso, considero que soy... Un padre normal.

Y, aunque tenía mis dudas...

Kirei recordaría los banquetes en la capital donde algunos de los presentes llevaron a sus hijos. En sus recuerdos, podría recordar a los niños diciendo frases extrañas como "Buah, bla, bla" o "a i, pa i", lo que parecían ser intentos de hablar bien.

Sin dudas, no creo que mi hija sea normal... Quiero decir, no recuerdo haber comenzado la magia antes de los cinco años, y aún así, ella tiene un poder mágico del más violeta, por lo que por más que se esfuerce, no llegará a lograr nada...

Pero más allá de eso, nunca sale de su habitación y múltiples veces, he visto entrar a extraños a su habitación.

¿Quizás juega con las otras razas?

No estoy seguro.

Antes, estaba seguro de que su criada iba a asesinarla, por lo que me mantuve espiando sus movimientos... Pero no lo hizo.

Me pregunto, ¿qué estará haciendo en este momento? Quizá deba averiguarlo con ayuda de Riniel. Él siempre conoce los rumores más oscuros de la mansión.

— Jardín de la Mansión Courtenay.

El jardinero se encontraba manteniendo el jardín y las estatuas formadas por la vegetación, de las cuales estaba tan orgulloso. En un momento, para y seca el sudor de su frente con su brazo. Próximamente, mira hacia Ai.

Yo... Soy un jardinero normal.

Trabajo en esta mansión hace más de 40 años. Soy uno de los empleados más antiguos, y en pocos años me voy a jubilar. He visto de todo, desde la invasión de las bestias, hasta las infidelidades del señor.

Con el tiempo, aprendí que era mejor guardarse las cosas para uno mismo, ya que cualquier palabra terminaba en un rumor. Muchas veces estuve a punto de ser atrapado por el señor, a quien muchas veces no le agradaba las historias.

Así, en los últimos quince años, pude volver a ganar la confianza del maestro y asegurar mi retiro sin problemas y con vida. Pero los últimos tres años, realmente fueron extraños.

Bestias que entraban y arruinaban el jardín, un murciélago que entraba a la habitación de la hija del señor y luego se convertía en cientos de ellos. Pero lo más extraño es la misma señorita.

Todos los días, suceden cosas extrañas. Por ejemplo, hace unas semanas, voló una llanura entera con magia y volvió frustrada.

O aquella vez, cuando hizo que una bestia cargue una bolsa gigante de rocas negras en dirección al río.

"Riniel." Kirei aparece detrás de unos arbustos.

"¿¡S-si!?"

"¿No te parece que, últimamente, suceden cosas extrañas con respecto a mi hija?"

A pesar de las buenas intenciones, la mirada penetrante del padre de Ai fueron malinterpretadas por el jardinero.

"Para nada... Su hija es una de las niñas más n-normales que conozco."

"Ha... Entiendo."

¿Quizás... estoy pensándolo demasiado?

Kirei se dirige de vuelta a la mansión y el jardinero se notaba recuperando el aliento.

¡Lo sabía! El destino quiere asesinarme antes de que envejezca... Debo tener cuidado, aún si solo lo pienso, ¡el maestro siempre desconfió de mí!

Psicópata es reencarnado como un ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora