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Abrí mis alas y las estiré mientras agarraba a Abrahel de la cintura para sostenerla, la cargué en mis brazos para empezar a batir mis alas y elevarnos por todo mi oscuro territorio. Antes de seguir elevandonos por toda la oscuridad tomé su rostro en mis manos mirándonos fijamente y uní nuestros labios en un beso posesivo.

Volé aún más alto dejando que la brisa nos arropará a ambos aún con nuestros labios juntos, había olvidado cómo era su textura y su sabor pero al fin podía volver a probar aquellos belfos que tanto amaba.

Estaba al límite establecido del gran cielo nocturno de mi territorio, ella miró a su alrededor asombrada por su reino y su hogar de hace décadas pasadas. Sonrió para mí dejando ver sus hermosos labios rojizos por aquellos besos que nos dimos con anterioridad haciendo que mi corazón muerto volviera a latir con una fuerza que nunca existió en mi ser.

-Bienvenida a casa, mi amor - le susurré cerca de sus labios, ella escondió su rostro en mi cuello y empecé a volar dejándome caer con ella un poco más abajo de la gran altura en la que estábamos.

Pasamos por el bosque prohibido, por el lago muerto, hasta llegar a mi reinado. Veía a los demonios mirar hacia mi con una sonrisa en sus labios al ver a su reina de vuelta, se inclinaron ante mí aquellos que me veían pasar con Abrahel en mis brazos.

Al llegar al gran castillo, entré por el gran ventanal que tenía como salida y entrada de urgencias para mí cuando quería volar, entré al castillo y aterricé dejando que el cuerpo de mi amada se quedará de pie en el piso del gran castillo.

-Hemos llegado.. - murmuré, ella se separó de mi cuello y me miró. Un leve color rojizo se roso por sus ojos tornando de color rápidamente y volviendo a su color natural de humana.

Antes de que pudiera hablar me atrajo a ella del cuello quedando así nuestros rostros a centímetros del otro, besos mis labios tomando por primera vez aquella iniciativa, la cargue en mis brazos para empezar a caminar con ella hacia una de las muchas habitaciones que tenía por todo el gran castillo.

Al ver las muchas escaleras, abrí el portal hacia mi habitación y entré en él para poder llegar aún más rápido cumpliendo mi objetivo. La avente a mi cama la cual rara vez utilizaba, me recosté encima de ella sin poner todo mi peso sobre ella para seguir besándola con aquella gran intensidad que ella misma había provocado.

Utilizaría este momento para convertirla en lo que realmente era. La mataré yo.

Minutos rápidos pasaron y nuestras ropas no estaban en nuestros cuerpos, abrí sus piernas y baje mi rostro dejando un camino de besos desde sus clavícula pasando por medio del valle de sus senos y por su abdomen para besar un poco sus muslos, bese su monte venus y baje aún más para besar su clítoris.

Lamia y penetraba con mi lengua sus labios vaginales haciéndola gemir fuertemente, agarré posesivamente sus caderas y ella abrió aún más sus piernas dejándome comer su coño como se me diera la maldita gana.

Sentí sus fluidos en mis labios pero no me importó y seguí besando aquella entrada que tanto extrañaba, me encantaba sus jugos y que me llenara de ellos. Me separé de su entrada brillosa para acercarme a besar sus labios y dejar que se probara ella misma, ingrese sin previo aviso dos dedos en su vagina y se deslizaron deliciosamente por lo húmeda que estaba mientras gemía más por mi toque.

Nos miramos solo unos escasos segundos, mi pene roso con su entrada expuesta y mojada haciendo que soltara un gemido ahogado, acomode mi miembro en su entrada y la penetre de una sola vez entrando en ella por completo escuchando su gemido de satisfacción.

Empecé a entrar y salir de su vagina disfrutando como aquellas paredes me apretaban deliciosamente haciéndome soltar gemidos roncos de su nombre. Besaba sus labios y ví la luz de la luna llena entrar en la habitación donde solo había un ambiente sexual descontrolado por ambos. Vi que ya se estaba acercando el momento dónde tendría que convertirla, solo que la luz de la luna debe tocarla y yo debo llegar a mi éxtasis junto a ella.

Agarre sus caderas aún más fuerte y la embestía brutalmente, no oí quejas o quejidos de dolor, solo oía gemidos de placer y su dulce y sensual voz pidiendo más por mi.

Vi la luz de la luna tocar las sábanas de la cama pero aún no nos llegaba a tocar e iluminar nuestros cuerpos desnudos y unidos, ví mi momento llegar cuando la luna estaba más que cerca, agarré su cuello fuertemente mientras la embestía podía escuchar ya su respiración irregular pero no sé negó para nada que no estuviera respirando bien.

La embestía aún más rápido y duro mientras apretaba más fuerte su cuello, su rostro se tornó rojo y sus brazos tomaron los míos tratando de alejarme de ella pero no le cedí la acción de retirar mis manos, la luna nos tocó a ambos dándome permiso de dejar sin aire a mi amada, apreté su cuello aún más y justo antes de que soltara su último aliento de vida había llegado al orgasmo junto a mi, solté todo mis fluidos dentro de ella y respiré agitado por llegar al éxtasis brutalmente, quite mis manos de su cuello la cual estaban mis marcas rojas vivas.

Salí de ella y me levanté de la cama para ver su cuerpo pálido y muerto tendido en mi cama, admire su desnudes y acerque mi rostro a su cuello justo donde la había mordido con anterioridad al tener nuestro momento íntimo en su habitación dónde era humana, mordí aquella marca dejando que gotas de sangre se deslizaran por su cuello.

Lamí mis labios llenos de su sangre mientras que tocaba su cabello sudoroso, sus ojos estaban cerrados, sus labios ya no tenían aquel color rojizo que tanto amaba, su cuerpo estaba más pálido que nunca y su temperatura era fría. Acerque mi mano a su pecho desnudo e hice un poco de presión sobre él y no sentí ningún movimiento de su corazón palpitar dentro de ella.

Estaba muerta.









#emocionada :)

Lamento no haber actualizado, estaba muy ocupada en la universidad pero aproveché hoy que tuve día libre.

Espero les haya gustado el capítulo de hoy.
<3

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