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Al parecer la paz que teníamos hace unos días claramente no iba a demorar mucho, Abrahel como siempre se puso un poco más agresiva y lujuriosa con respecto a sus necesidades « Lo cuál, me parece nuevo ya que en décadas pasadas no era tan necesitada de mi toque » cada vez que me acercaba a ella no perdía la oportunidad de llevarme a la cama y estar solos.

Había un poco más de curvas en sus caderas y su cuerpo que era delgado se puso más voluptuoso. Siempre cuando estábamos a solas le alimentaba ya que me lo pedía con sus hermosos ojos rojos y no podía negarme ante esa mirada inocente.

-Más despacio.. - gemí mientras agarraba su cabello y veía como mi miembro desaparecía de su boca, me había levantado con Abrahel encima de mi y su entrada chocaba con mi miembro que al sentir su calidez se fue despertando -. Amor..

Succionó la punta de mi pene y sentí como mi cuerpo se tenso a tal acción, su lengua rodeaba todo mi grosor y gemí ronco al correrme en su boca dejando que se tragase mi semen alimentándose por primera vez en este día.

Si seguía así de hambrienta me dejaría seco.

-Ven aquí - la levanté y ella rió cuando di un azote a su trasero desnudo.

-¿Ya? - me miró inocente y yo aparte mi mirada, está chica.

-No, ya no más, me dejaras seco, Abrahel - ataque y ella rió tirándose a la cama, me subí encima de ella para besarla mientras apretaba uno de sus senos. Ella gemía ante mi toque y sabía jodidamente que me estaba incitando a pecar.

¿Cómo lo sabía?
Sus labios se movían de una forma que me hacía delirar y pensar cosas obscenas que haría en esta cama con ella aquí y ahora mismo, sus manos estaban haciendo garabatos en mi espalda lo cual era la manera en que estaba controlando a mi cuerpo para tomar control del mismo y hacerme hacer los actos más pecaminosos que ella deseé y por último sus ojos, veía pequeñas rayas negras hipnotizandome cada vez más pero ese era su error, yo la cree y yo podía decirle que no.

Pero no lo haría, jamás.

-Deja de utilizar ese método conmigo, Abrahel - regañe y ella se quejó, sabía que quería que le diera más de mis orgasmos pero no podía ahora mismo.

Por más que quisiera no podía.

Un estruendo demasiado fuerte se escuchó, me separé de Abrahel levantandola conmigo para ponernos nuestras ropas lo más rápido posible y salir. Namjoon, Seokjin y Hoseok venían corriendo hacia mi agitados.

-¡Qué está pasando! - grité, una gran luz iluminó mi zona haciendo que escondiera a Abrahel detrás de mí.

-Nohemin vino con un ejército de ángeles, nos están atacando - habló Namjoon, Seokjin miró a su hija pero Abrahel no comprendía nada. Pequeño detalle que hice en aquella cueva, fue borrar su memoria.

-Libera al perro de tres cabezas y deja libre a todos los demonios, ¡Ahora! - ordené y él asintió para dejar salir sus alas junto con Hoseok y Seokjin para acatar mis órdenes.

-¿Qué está pasando?

-Abrahel, ven - la agarré de la mano y corrí con ella hacia la habitación roja, al entrar agarré una daga de plata y ella me miró sin saber nada -. Necesito que cortes tu cuello, aquí - señalé la zona -. Y digas, mefistófeles, ofrezco todo lo que tengo de mi para que me entregues un don satánico para derribar a mis enemigos.

-Lo haré - dijo decida, la besé y le tendí la daga. Cortó la parte de su cuello y pronunció aquellas palabras, su sangre corrió por su cuello tentandome.

Antes de darle el don, un fuerte estruendo se escuchó creando un derrumbe en la habitación.

-¡No! - grité.

No quería ver morir a Abrahel otra vez, no quería que me volviera a dejar como fue décadas pasadas. No me dió tiempo de entregarle lo que la salvaría de aquellos seres de luz y ahora no tenía nada.

-Zefora..

Abrahel miro aquel ángel con inocencia, maldita sea, borre su memoria. Deje salir mis alas y volé rápidamente derribando aquel ser creando así una guerra entre los ángeles y demonios otra vez.

-Ni te atrevas - reté.

-No vengo por ella, vengo por ti. ¡Tu cabeza será mía! - gritó y sentí como fui empujado de sobremanera, caí al suelo escupiendo sangre. Abrahel estaba sentada en el suelo con inocencia -. Le borraste la memoria, esto será más fácil.

El ángel le tendió la mano a Abrahel y ella la tomó aún con inocencia, me enojé en gran manera pero me sorprendí al ver al ángel tendido en el suelo arrodillado. Abrahel lo estaba hipnotizando y no se daba cuenta.

Eso hasta que ví a Nohemin y al ángel que me había arrebatado a mi mujer, mis leales demonios estaban detrás de mí junto con el perro de tres cabezas esperando por mi señal.

-No lo hagas, Zefora - habló Nohemin, Abrahel la miró pero su mirada buscó la mía. La sangre salpicó en el suelo y la cabeza de aquel ser de luz cayó junto a su cuerpo.

-No soy Zefora, Nohemin - la tierra emitió un estruendo, tembló. El cuerpo de Abrahel se levantó y retrocedió hacia donde yo estaba dejándome agarrarla por la cintura.

-Moriras, Zefora - habló el ángel y apreté mi agarré a su cintura enojado, no me la arrebataran otra vez.

-¡No, tú morirás! - gritó, el perro de tres cabezas corrió hacia el enemigo junto con mis demonios al igual que Abrahel hacia el ángel buscando su objetivo, asesinarlo.

Ni siquiera espero mi señal, pero me importaba. Yo sería su escudo esta vez. Si la historia se iba a arrepentir, esta vez yo moriría por ella.

Sería difícil, sí. Abrahel solo se alimentaba de mí y de nadie más lo que ameritaba que si yo muero ella también. Pero se le veía decidida de que nadie iba a morir en esta guerra.

A excepción de..

-¡Te asesinaré! - gritó Abrahel volando hacia su objetivo, la escude de otros ángeles que tiraban flechas pero hasta no tener la cabeza de Nohemin y ese ser esta guerra jamás iba a terminar.

-¡ABRAHEL! - grité antes de ser empujado lejos de ella hacia la tierra, mi cuerpo colapsó -. Abrahel..









Gracias a todxs por sus bellos comentarios hacia la historia, me han animado mucho. <3

Ya casi llego a los 200 seguidores wiii

Y resueno de tambores porque se viene otro libro :D

Gusbai <3

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