~Añoranza de una Vida~

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~Contenido +18~

- Es una promesa. - 

- Es un juramento mi señora, pero... no sé cuánto tiempo me tome hacerme de una vida digna de usted. - 

- No pido una mansión, pido un lecho a su lado, solamente. - 

- Un lecho... Dios usted desconoce lo que pretende enfrentar. -

- Aprenderé. - Él no podía imaginársela haciendo labores domésticas o trabajando de nada, eso no cabía en su testa. Negó con la cabeza y luego besó su frente.

- Cuánto mal le he hecho, merezco la muerte que su padre va a buscar darme. -

- No pienso decirle, cuando tenga todo, me avisará y yo iré. -

- Así sin más se irá de su casa con un extraño. -

- Usted no es un extraño para mí, pero del mismo modo, yo soy una extraña para usted. - Hawks sonrió y le acarició la mejilla suavemente.

- Con lo que sé de usted es suficiente. - Dijo para descender el rostro y besarla pero ella sonrió y él se detuvo para mirarla. - ¿Qué esa tan gracioso? - 

- ¿Sabe cuándo es mi cumpleaños o cuantos años tengo? - 

- Mmmm... la edad ciertamente no me importa, y su cumpleaños veamos... - Se quedó pensando y ella sonrió divertida. - ¿Agosto? - Y ella negó con la cabeza. - ¿Octubre? - 

- ¿Cómo me llamo? - 

- Fuyu... ¡Oh! Invierno... momento, estamos en invierno. - 

- Si, fue unos días después de conocerlo. - 

- ¿Ya me conocía? - 

- Si, la primera vez que lo vi. - 

- ¡Oh no! No me lo perdonaré, no le di nada. - 

- ¿Usted cree? Ni siquiera lo sabía. - 

- ¿Y para la segunda vez? - 

- Ya había pasado. - 

- No me lo perdonaré. - Dijo él quitando el rostro y ella se asomó con notoria diversión. 

- No sea dramático, además yo tampoco sé el suyo. - 

- Fue hace 4 días. - Y la fémina se quedó de piedra.

- ¿Us...usted cumple también en invierno? - 

- Si. - 

- ¡Oh no! - Y lo abrazó por el cuello. - Lo siento mucho. - 

- Ya he recibido muchos presentes.  -

- ¿Quién le dio presentes? - 

- Usted abrazándome de esa manera. - 

- Que pretencioso. - 

- Lo siento, pero no puedo evitarlo. - Dijo acercándose y besándola en los labios; la dama no demoró en corresponder el gesto y terminaron abrazados protagonizando un candente beso y él de pronto se separó sólo para sentarse en posición de loto y tomarla por las caderas. 

- ¿Qué hace? - 

- Probando algo. - Dijo y la acunó sentada sobre sus piernas, el trasero de Fuyumi quedó sobre sus piernas cruzadas y ella se puso muy roja. 

- ¡¿Pero por qué así?! - Se alteró y se puso los puños contra el rostro. 

- Si le incomoda la bajo. - Ella bajó las manos y le vio, él estiró la mano y tomó una copa de sake como quien no quiere la cosa. 

~La Historia del Halcón y el Pez Koi~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora