Capítulo 4

11 3 0
                                    

Aquél día había sido bastante agotador para Han, pero al estar en la parada del autobús para regresar a su casa, pudo notar que el pelirrojo también estaba allí.

— Ah… ¿Jisung?

— Hola Minho, no sabía que también te subías en este autobús… No me suena verte por aquí

— Es que… ah… me mudé recientemente, por eso la nueva escuela y eso…

— Hmm… Entiendo… Oye ah… ¿Podemos hablar respecto a lo que pasó en la clase de dibujo? No quiero que te lleves una mala imagen ni de mí ni de Hyunjin, yo…

— Jamás me llevaría una mala imagen de tí — interrumpió el pelirrojo — Eres muy adorable, puedo verlo en tu corazón

— ¿Mi… mi corazón? — tartamudeó Jisung

— Sí… ¿Te cuento un secreto? Puedo ver los corazones de las personas

— Ah… así que también verás todas las heridas que me causo por gustarme mi mejor amigo…

Una mueca de… ¿Celos? apareció sin saber realmente porqué en el rostro de Minho

— Perdón, yo no quería decir eso… No creo que un buen comienzo de clases sea con un desconocido contándote sus dramas amorosos…

Minho, por impulso, posó su mano en el muslo de aquél chico — Quiero saber de ti para que dejemos de ser desconocidos, Han Jisung

En aquel momento, los ojos de ambos conectaron como si fueran dos estrellas transmitiéndose luz, y el pelinegro fue el primero en apartar la mirada por timidez… Y porque al fin venía el autobús.

— ¡Ah! El autobús, si no tienes tarjeta puedo pasarla dos veces por tí hasta que te hagas una… Al ser nuevo…

— Está bien…  Jisunggie

Las mejillas de Han iban a estallar por el tono tan rojizo que tenían, producto de la más extrema timidez al tener a un chico tan encantador poniéndole apodos amorosos, preocupándose por él y… sentado al lado suyo.

Su perfil se veía como si fuera un mismísimo dios romano, aquella perfecta nariz, labios entre rosados y rojizos, su mandíbula era notoria y preciosa, y sus ojos eran brillantes y grandes, tal como el universo era, y en ese universo ahora podía verse el reflejo de un Han Jisung bastante embobado con cada fracción del rostro del nuevo.

— Jisunggie… ¿Me miras mucho porque quieres que te pague lo del autobús o…? — comentó con cierta timidez

Las mejillas de ambos se volvieron sonrojadas, y antes de que pudiera comentarle el pelinegro lo lindo que era, el conductor anunció la próxima parada, la cual era la de ambos.

Querido Cupido | minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora