Enamorando Al CEO. [+18] -Finalizada- ✔️

31. La herencia.

Miraba las noticias en la televisión sobre la muerte de Clayton, donde dicen que fue envenenado por su propia familia, Adler me había dicho que estaba enfermo pero no sabia que era por estar envenenado.

Honestamente, siento un poco de pena por el. A pesar de sus errores era un ser humano que no merecía morir de ese modo. Pero confió en las personas equivocadas que terminaron asesinándolo. Decidí cambiar de canal, ver eso no me haría bien.

Fui hasta la cocina a sacar un bote pequeño de helado y volver al sofá y así ver mi pelicula en paz.

Desde que regrese a New York no he hecho más que descansar y descansar, sinceramente no me gusta estar encerrada, pero Adler quiere que este aqui hasta recuperarme por completo. Puede que me sienta bien, pero estos tres meses no me he estado alimentando de forma adecuada. Lo que hacia no era mas que trabajar sin descanso alguno.

Después de escapar de Chase, Stella me ayudó por unas semanas, hasta que empezó a molestarle mi presencia en su departamento, a diario y con miedo, salía a buscar trabajo hasta que llegue a un restaurante que esta a unos cuantos kilómetros de la estación de gasolina donde ella me auxilio. Al principio no querían contratarme pero insistí hasta que empecé a trabajar como mesera, luego me enviaron a lavar los platos y me quede en la cocina ayudando al chef que por cierto era un asco de persona.

Tuve que sacar mis habilidades en la cocina para poder sobrevivir por que el sueldo de mesera y lavaplatos era pesimo, asi que acepte cocinar así la paga fuese mala, con eso pude comer un poco, comprar vitaminas y tener donde dormir. Ya que al hospedarme en el departamento de Stella, era horrible por que ella me robaba las propinas y parte de mi dinero, dinero que estaba ahorrando para regresar. Así que no tuve remedio que dormir en una habitación de hotel donde pagaba cada tres días para poder tener donde dormir.

La habitacion era pequeña y fría, pero era lo unico que podia pagar.

Estuve muchas semanas, las primeras de hecho, con ganas de llamar a Adler, pero era mucho mas mi miedo a que fuese lastimado que a regresar, estaba muy sensible y no quería que el estuviese en peligro por mi culpa. Por eso no regrese.

Adler me dijo que jamás le dijeron a la policía sobre mi secuestro ya que no habían pruebas suficientes, hasta hace poco que regrese y que di mi testimonio para que al fin pudiesen encerrar a los culpables.

A pesar de estar con Adler aquí, no me siento segura.

-¡Nena! -Adler había entrado al departamento, estaba sonriente- ¿Adivina que traje?

-¿Que trajiste? -me asomé un poco.

-¿Qué comes?

-Nada -escondí el helado.

-Eres pésima mintiendo -se acercó a la sala- ¿Por que carajos comes helado? Eso puede hacerte daño, tienes que comer frutas, cosas sanas no eso.

-Pero tengo antojos -lo mire mal- déjame comer en paz.