— ¿Y bien? Encontró su tarjeta? — pregunto el repartidor sentado en el sofá
— no lo encontré... PERO le puedo pagar de otra forma si usted quiere... — el híbrido de oso respondío
— bueno... esta bien, lo acepto. —
— ahg! S-spreen! — gemio el castaño
— tu... ahg... dijiste que aceptabas la forma... en la que te pague... —
— pero... ah~ yo pensaba que con tarjeta... — el castaño no conocía ese método de pago pero le facina y espera que el mismo cliente le pagué así siempre.
— pues... te aguantas gafas... — menos charla más sexo. Pensó el híbrido
El menor empezó a penetrar a el mayor haciéndolo sacar gemidos, gemidos que escucharían sus vecinos.
— Ah! Ahg~ —
Gimió y gimió el mayor. Spreen aprovechó y mordió el cuello del mayor dejando una pequeña marca
— Pendejo! — soltó el mayor.
Juan hoy tendría un gran regaño por parte de su jefe y padre.
Siguieron haciendo sus cosas hasta la 3ra vuelta ya que el mayor y el menor se cansaron.
— ah... — bostezo el menor
— el cojido fui yo no tu oso pendejo. —
— cierto gafas. Por cierto, te tengo una pregunta —
— habla —
— ¿cuántos años tienes? — si algo tenía que saber era la edad.
— tengo 19 jijiji — soltó su risita de delfín
— ¿19? Yo tengo 18 jajaja — bueno... al menos no iría a la cárcel.
— un año de diferencia no es mucho jiji, por cierto ¿Que horas son? —
— son las... — el híbrido vio la hora en su celular — son las 12:00 pm —
— ¿!LAS 12:0O DE LA TARD!? TENGO QUE IR A TRABAJAR! — Juan tenía que abrir el negocio de la pizzería y se le olvidó.
— bueno chao gafotas! —
— chao oso! —
Juan se retiró de la casa del menor llegando al negocio ya abierto... hoy tendría un GRAN REGAÑO por parte de su familia...