LA APUESTA

Capítulo 17: Dime que es mentira...

Nota: Tal vez este capítulo les parezca un poco confuso, pero cualquier duda preguntan y con gusto les responderé. Nos vemos al final del capítulo.✨🌷

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MON POV

Si hace 4 años me hubieran dicho que estaría con la chica más arrogante, red flag, y cualquier cosa negativa que creía que era Sam, jamás lo hubiera creído. Diría que es un mal chiste o algo imposible. Se suponía que hace 5 meses la odiaba, pero bien dicen que del odio al amor hay un solo paso, y creo que yo dí ese paso, o más bien quise reprimir ese extraño sentir que me causaba cada vez que la veía, pero no pude lograrlo.

                                  

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— ¿No te parece perfecto que hayamos quedado en la mejor universidad de la ciudad?.– preguntó Nop con una gran sonrisa.— Y lo mejor de todo es que no tendremos que separarnos.– En su mirada se notaba la felicidad.

— Seguirás jodiendome la vida, que emoción.– le dije con sarcasmo para luego reír, me fulminó con la mirada y solo solté una gran carcajada.— Es broma, es broma.– dije recuperando la compostura.— Estoy muy feliz, que bueno que nos dieron la beca o en este momento me estaría amarrando una soga al cuello.– ambos reímos, aunque no era un chiste, realmente no sé que sería de mi vida si no me daban esa beca, ser una alumna excelente tiene este tipo de ventajas...

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Desde que mi padre nos abandonó ella siempre trabajó muy duro para darme lo mejor y lo hizo. Pero al tiempo nos enteramos de que tenía una terrible enfermedad sin cura. Está noticia me destruyó completamente, quería devolverle todo lo que había hecho por mí, cuidandola y estando pendiente de todo lo que necesitará, para que pudiera irse tranquila. Me hizo prometerle que a pesar de cualquier situación, nunca descuidará mis estudios...

Lamentablemente murió poco después de graduarme de la preparatoria, fueron los peores días de mi vida, intenté quitarme la vida muchas veces, pero Nop siempre estuvo pendiente de mí, apoyándome y evitando que lo intentará de nuevo.

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El primer día de clases mi único pensamiento era el hecho de que mi madre no estuviera conmigo físicamente, pero sé que me estaba acompañando, solo quería irme corriendo, lanzarme a mi cama y llorar hasta ahogarme en mis lágrimas, la necesitaba tanto.

Cuando tuve una hora libre fui a la cafetería y la ví, una chica preciosa, pelinegra, una mirada penetrante, bien vestida, todos la miraban a ella y a las chicas que la acompañaban, eran unas Diosas todas, pero demasiado arrogantes.
Por esa razón, desde ese día decidí admirarla en secreto...

También conocí a varias chicas: Yuki, Evie y Meena. Con Yuki tuve un conexión especial y desde ese momento nos hicimos inseparables.

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Tres años habían pasado desde que comencé mi carrera de administración y no hubo un solo día en el qué mi corazón no se acelerará cada vez que la veía, Nop siempre que la veía se volvía loco, llegó a decir que se haría heterosexual por alguna de ellas, tan gracioso.