Capítulo 1 - Reencuentro

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–¡Pagué varias de tus canciones! –le recrimino en un ataque de ira.

–¡Eso fue en el pasado!, ya te he devuelto cada centavo...

–No me importa el dinero, solo... olvídalo Devon –me levanto del sofá– siempre seras un idiota.

–¡Espera! –sujeta mi mano–. Iliana no te entiendo...

–Nunca lo has hecho, solo deja que me vaya –insisto.

Tira de mí y acerca nuestros cuerpos, su perfume inunda la habitación y el tacto con su piel me desconcierta. Se inclina y une nuestros labios en un beso, intento resistirme, pero como ya es costumbre, termino cediendo. Mete su lengua en mi boca y mis brazos rodean su cuello. Ha pasado bastante tiempo desde la última vez que lo besé y aún consigue hacerme sentir de esta manera tan... especial.

–¿No me extrañaste? –pregunta separándose de mi boca.

–No.

Salgo velozmente de la habitación dejándole con la palabra en la boca.

Está bien, tener el corazón roto gracias a él, me ha servido de inspiración para mis novelas, este vaivén de sentimientos correspondidos y no correspondidos en el que me he ahogado durante años es perfecto.

Empujo la puerta principal del hotel y salgo a la avenida.

Mi móvil comienza a sonar.

¿Qué quieres? bramo al contestar

–Iliana eres tan complicada, nunca sé qué esperas de mí...

–Está bien Devon, no necesitas saberlo.

–¡Quiero saberlo! exclama alterado.

–Tengo una conferencia.

Cuelgo y me subo al coche que aparca frente a mí.

–¿Devon ha vuelto? –pregunta mi editor sin tacto alguno.

–Sí, pero ya he terminado con esto –aclaro recostándome del asiento mientras encuentro su mirada en el retrovisor.

–Tengo 3 años trabajando contigo, siempre dices lo mismo.

–Es la misma cantidad de años que tengo dándote buenas historias –me jacto– todo debido a esto.

–Es cierto, pero... como amigo, también me preocupa tu vida personal, solo te dedicas a esto. ¿Cuándo piensas tomar las riendas de tu vida?, arreglarte con tu familia... o formar una... no lo sé, el trabajo es lo único que tienes...

–No es cierto, también te tengo a ti –le sonrío.

–Me halaga que me consideres como una parte importante en tu vida, pero lo digo en serio, no visitas a tu familia, solo mandas dinero a sus cuentas cada cierto tiempo para justificar tu ausencia.

–Es lo que querían de mí Dominic, ellos son felices así... solo recibiendo mi dinero.

–Iliana, piensa bien las cosas, tengo el presentimiento de que terminarás con una vida llena de lujos en soledad.

La idea no me deprime, de hecho estoy preparada para ello. La soledad no me afecta de manera negativa, porque la utilizo para mí, para mi beneficio, no me interesa nada más que mis novelas en este momento, estoy enamorada del dinero que recibo gracias a ellas.

El karma, el amor y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora