El karma, el amor y yo

Capítulo - Final feliz

Entro a la habitación y busco mi móvil para llamar a Cameron, entonces Dominic no tardará en llamarme y regañarme. Marco su numero y espero a que conteste.

–Iliana, ¿Qué tal?, ¿Te veo en un rato?

–Sr.Cameron –aclaro mi garganta–. No voy a asistir hoy, tuve que salir de viaje y no sé para cuando vuelva, pero apenas esté de nuevo en España retomamos, ¿vale?

–Vale, no pasa nada, pon en práctica todo lo que hemos hablado y llámame si pasa algo.

–Seguro, hasta luego.

Cuelgo y dejo el móvil sobre la mesa de noche. Me acuesto envolviéndome entre las sábanas y minutos después Devon se abalanza sobre mí.

–Joder Devon, ¿al menos té corriste?, ya sabes... hace rato...

–Si preciosa –se carcajea–. Me puso muchísimo que te desmayarás del cansancio. Me dije a mi mismo "soy el mejor"

–No, solo estaba recién llegada de un viaje de 8 horas en las que no pude dormir bien y tu me bombardeaste con 4 horas más de sexo –le aclaro.

–4 horas y media –besa mi mejilla–. Estuvo asombroso, extrañaba demasiado tu cuerpo.

–Yo también extrañaba el tuyo –acaricio su rostro–. No vuelvas a dejarme.

–Me pediste eso de regalo de cumpleaños y sabes muy bien que cumpliría cualquiera de tus deseos.

–Idiota pero ese no. Estaba realmente molesta, nuestros cumpleaños son muy especiales para mí y los jodimos este año.

–Aun tenemos unos 50 cumpleaños más que podemos celebrar juntos –besa mi nariz.

–Oye... tu manager, no la conocía, cuando me llamó prostituta pensé en lanzarle el dinero en la cara pero...

–Eso habría sido muy gracioso –se sonríe.

–¿Has estado llamando prostitutas? –aclaro mi garganta.

–No pago por sexo y lo sabes perfectamente, no hay necesidad –se acomoda a mi lado–. Traje un par de chicas con las que me acosté y ella asumió que eran prostitutas. Supongo que alguna le habrá aceptado el dinero, no lo sé.

–Abiertamente me dices que te acostaste con un par de mujeres.

–Siempre voy a ser sincero contigo preciosa. ¿Tú... te acostaste con alguien? –su voz pierde fuerza.

Es patético admitir que no puedo acostarme con otra persona desde hace ya un par de años porque siempre espero a que vuelva a mí. Míralo "me ama", pero puede acostarse con facilidad con cualquiera. El sexo entre los dos es majestuoso, pero como sé que no es majestuoso para ti hacerlo con otras personas o que perderas esas costumbres estando conmigo. ¿Serás devoto a mí a cambio de mi amor?, es lo único que tengo para ofrecerte, además del caos en el que vive mi mente.

–Si –miento y me doy la vuelta para no hacer contacto visual.

Siento su respiración cerca de mi oreja y rodea mi cintura atrayéndome más a él.

–Mentirosa –susurra–. Estabas tan estrecha que podía sentir como tus paredes se aferraban a mi polla, pero enhorabuena por tu intento de engañarme. No lo vuelvas a hacer.

Me doy vuelta hacia él y su alardeadora sonrisa ilumina su rostro.

–Vale.

Penetra mi boca con su lengua y la une a la mía fundiéndolas en un húmedo beso. Sostengo sus mejillas mientras él sujeta las mías. Mi corazón de nuevo se acelera y mi intimidad comienza a palpitar. Me separo permitiéndole relamerse los labios.