𝑸𝒖𝒊𝒓𝒐́𝒏

21 3 0
                                    


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.






✧✧✧


Maratón 2/3



¿Por qué todo tiene que ser tan complejo?

Una vez leyó en un libro que cada acción que vives, así como las personas que te encuentras, son cosas que tú decides y firmas en un pergamino antes de nacer, si es así, entonces ¿por qué decidió vivir con tanto dolor?, porque no lo iba a negar pero tampoco a decir en voz alta, le dolía lo vivido, demasiado a decir verdad, pero a fin de cuentas eran aprendizajes.

Aprendizajes de no volver a cometer el mismo error, de no confiar tan ciega y plenamente en alguien, de que no todos son buenos, pero sobre todo...

De alejarse de ella.

No era la primera vez que vivía algo parecido pero si que era el que más le dolió, pues fue una persona que admiraba y quería con fervor.

Esa misma noche, tras dar vueltas y vueltas en su cama, decidió que no iba a poder dormir, no sin antes sacar ese sentimiento, pero tenía miedo, por supuesto que lo tenía, al fin y al cabo iba al fin a decírselo a alguien, pero no a cualquiera, sino a su propia madre. Caminando por los pasillos oscuros de Hogwarts con su bata de satín de colores azul pastel y con un difuminado al final de azul acero que iba arrastrando con su andar, mientras sentía el frío del piso en sus pies descalzos iba pensando cuales serían las palabras adecuadas para poder expresarse, pues si bien conocía demasiado bien a su madre como para saber que era complicada y tenía un fuerte carácter que podría explotar ante cualquier cosa, aunque también es la persona más gentil y cariñosa, tenía sus momentos que como bien, una bomba al explotar daña sus alrededores, ella era igual.

Al llegar a las afueras del castillo, pudo distinguir la carpa en la que se alojaban su familia, aquella carpa de color gris aperlado que si bien se veía algo grande por afuera, por dentro era más grande debido a su hechizo de expansión, al adentrarse en este veía dentro de cada habitación para poder encontrarla, saludando aquellos con los que se encontraba con una tenue sonrisa nerviosa. Al divisar a su madre, la encontró a un lado de su tía Lettie confeccionando unos trajes y la melodía de jazz saliendo del tocadiscos, se veían alegres, riendo y bailando al son de la música.

-¡Oh, cariño! -exclamó con emoción su madre al verla a la entrada de la habitación- ¿qué haces aquí?

Lettie, quien por el momento aún reía, giró hacia la entrada y su expresión cambió por completo al ver a su querida Laoise retorciéndose los dedos, con la mirada baja y su boca abrir y cerrar cual pez fuera del agua en busca de palabras, ahí mismo, en ese instante entendió que algo no andaba bien, la conocía incluso más que sus propios padres, pues ella fue más su madre que la misma, ¡por los astros!, cuidó, enseñó y estuvo ahí para ella tras las excusas de sus padres al no poder estar ahí. Cuando ella tenía tres años, decidió que ese apodo era perfecto para ella, pues al leer en un libro que significaba mujer radiante, supo que era el indicado, que si bien, todo cambió al cumplir los cinco años, esa mujer radiante seguía ahí, luchando con esa oscuridad que quería consumirla.

Cuando las estrellas se vean y digan tu nombreWhere stories live. Discover now