¿Jugar? Jungkook no tenía recuerdo alguno de jugar. Condenado si su cabeza funcionaba correctamente en estos días. Estaba a la deriva, sus pensamientos en un torbellino que arrastraba todo y lo entremezclaba como nunca nada que le hubiese sucedido con anterioridad.
Al parecer había tenido un buen desempeño para ser el primer juego de la temporada, pues las clases habían dado inicio con normalidad, sus compañeros mostrándose conformes, saludándolo en los pasillos entre clases, deteniéndose en la cafetería para chocar los puños. En cualquier otro momento, él habría sonreído feliz de que le reconocieran aquello en lo que era bueno. De la familiaridad de las amistades fáciles que forma el deporte, del peso de los libros de texto en sus brazos, de ser la tercera rueda en la relación de Tae y su novia.
En cualquier otro momento, que no fuese ese.
Se sentía como si hubiese abierto la caja de Pandora y luego despojado de sus conocimientos. En serio se estaba preocupando por sí mismo.
¿Era normal extrañar a alguien con quien había pasado menos de veinticuatro horas juntos? ¿Extrañar un futuro imaginario que de seguro jamás ocurriría?
Kook se movió lento esperando que la presión que le atacaba desde hacía una semana aflojara por sí sola. El cosquilleo en su pecho iba y venía a su antojo. La imagen de Jimin se colaba en sus pensamientos a toda hora, en los momentos más inesperados y su rostro tenía el poder de un golpe directo a sus entrañas.
—Tienes esa cara otra vez, —comentó Tae a su lado mientras caminaban por los pasillos de la biblioteca. Él se veía despreocupado, saludando a un par de chicos de un curso mayor. —sé que lo estás pasando mal, puedo verlo. ¿Por qué te niegas a hablar con Yoongi? ¿O presentarte directamente en casa del chico? Conoces la dirección.
Kook resopló, evadiendo su mirada.
—No sé de lo que hablas.
—Claro que lo sabes, estás colgado del chico que conocimos la semana pasada. Fue una buena aventura, divertida. No voy a negarlo, estar con aquellas dos chicas me ayudó con mi novia. —Taehyung alargó la mano, palmeando los tomos de la sección que les habían indicado buscar. Él no sabía ni la mitad de las emociones que Jimin había despertado en su amigo y ya se sentía como si cargara un peso en sus hombros de tan solo verlo. Encontró lo que buscaba, un último ejemplar de las obras de Shakespeare. La rodó entre sus manos, mirando a Kook de soslayo, negando con su cabeza. —Para mí fue un cambio de aires, pero para ti... nunca has sido bueno en esto de las cosas pasajeras. Eres demasiado... buen chico, supongo.
—¿Cómo ser un buen chico es algo malo?
Kook correteó a su lado. Su voz había subido unas octavas como lo hacía cada que estaba enfadado. La Sra. Choi, la bibliotecaria, les lanzó una mirada de reprimenda haciendo al chico encogerse. Ella lucía extrañamente muy similar a aquella monstruo mitad babosa de Monster Inc. llamada Roz. Reprimiendo un escalofrío y haciendo gala de la sonrisa que le salvaba de los líos que solían seguirlo, Tae le extendió el pesado tomo junto con su tarjeta estudiantil para ser ingresado al sistema. Mientras esperaban pacientemente, analizó a su amigo con detenimiento, Kook estaba inquieto. No solo en la forma en que mordía la uña de su dedo gordo o como su cejo se fruncía varias veces al día sin motivo alguno. Él estaba suspirando. Como suspiros reales, largos y nostálgicos.
—Jimin también dijo que soy un buen chico, sospecho que hay una connotación que me estoy perdiendo. —insistió nada más cruzaron las puertas hacia el exterior del campus.
Taehyung deseaba tirarse de los pelos. Él era pésimo en el romance y en las relaciones en general. Por qué su novia aún seguía con él cuando era claro que no tenía material de novio, era de por si un misterio. Por qué Kook insistía en buscar consejo en él cuando llevaba años conociendo lo constipado que estaba respecto a sus sentimientos, otro caso que sumar a la lista.
En vista de que ellos eran como hermanos, sin embargo, le hizo empujar todo a un lado y armarse de paciencia. Se fueron hasta el casino, consiguiendo sus bandejas con comida para poder tomar asiento y charlar. Toda charla era mejor con comida al frente. La comida le daba un toque excepcional a todo. La comida era vida.
—Mira hombre, no tienes que torturarte. No es algo malo que seas como eres. No realmente, es solo que un buen chico no sirve para jugar con él, para pasar el rato y luego olvidar lo que sea que has hecho. —Le dio un gran mordisco a su hamburguesa, viendo a Kook hacer lo mismo con la suya, procesando sus palabras. —Los chicos buenos no adquieren experiencias alocadas, ellos son del tipo de emociones cálidas —explicó tras tragar. La cara de su amigo mostraba la confusión que seguía sintiendo.
—No lo entiendo, pensé que habíamos conectado. Nosotros nos besamos, pero no hicimos nada más...
—¿No debería ser eso un indicio de que quizás no deseaba llegar a más? —Tan pronto las palabras dejaron sus labios, se arrepintió. Kook dejó caer los hombros a todas luces abatido. Taehyung se insultó mentalmente, pateándose en la pantorrilla como aditivo. —O quizás no, qué sé yo.
Kook negó.
Se concentró en su comida el resto de la hora libre que tenían. Comió en silencio, masticando tantas veces cada pequeño trozo de carne con pan que hubiese hecho sentir orgulloso a un nutricionista. Bebió de su agua y suspiró.
Tae quería ayudarlo, de verdad que sí, si tan solo él pudiese hacer algo...
ESTÁS LEYENDO
Flores en el cabello
FanfictionUna noche fuera de control; Kook conoce a Jimin. Y Jimin no es como nadie que haya visto antes. Le gustan las cosas llamativas, combinar el rosa con todo y llevar vestidos con tacones que hagan juego con su maquillaje. Alcohol, drogas, policías ar...