Ellos tenían una promesa que saldar.
De modo que visitaron Chaton para tomar un desayuno a modo de cena.
—Esto es una ridiculez —Jimin protestó sin ninguna verdad tras sus palabras.
Jungkook, que estaba de un excelente ánimo y no podía dejar de sonreír, le corrió la silla para que tomara asiento. Una vez hecho, tomó el suyo propio, alcanzando un menú de la mesa continua.
—Siempre es un buen horario para el desayuno. No puedes negarlo. Es la comida más importante del día y la que tiene más sabor.
Una alegre chica de coleta alta mascando chicle se les acercó con una libretilla en las manos.
—Bienvenidos a Chaton, mi nombre es Alicia y voy a tomar su pedido... —Ella se detuvo al elevar su vista. Sus ojos se detuvieron en el cabello de Jimin y luego bajaron a su rostro registrando el maquillaje, abriéndose como platos. —Wow, ¿cómo haces para lucir así?
Jimin compartió una mirada con Kook.
—¿Así cómo?
—Así de espectacular. Hace tanto calor afuera que el maquillaje se vuelve un desastre por el sudor. —La chica pasó sus dedos debajo de sus ojos para luego mostrárselos. —¿Ves? El maquillaje se corre y en la etiqueta dice que la fijación es de veinticuatro horas.
Con una sonrisa, Jimin se inclinó hacia ella comenzando a darle tips y nombrarle ciertas marcas de productos que Jungkook jamás había escuchado en su vida, pero que suponía que eran beneficiosos para la piel y verse bien, pues la chica tomó nota de todo con esmero.
—Eres divino, siempre me he dicho que tengo que tener un mejor amigo gay y no lo consigo. No sé por qué —Alicia mordió la punta del lápiz pensativa.
—Ha de ser porque nos ves como mascotas —Kook no se pudo frenar de acotar.
Jimin disimuló su risilla con la servilleta.
—Cómo sea, ¿qué les puedo servir?
—Queremos dos órdenes de café, latte descafeinado con crema. Quiero que nos traigas un plato con croissants de chocolate y una baguette de queso rellena. —Kook miró la carta un poco más y negó. —Eso sería todo por ahora.
La chica, Alicia, le miró con una ceja alzada, pero se retiró por las cosas.
—Entonces, apenas miraste la carta, vienes mucho a este lugar. —Jimin no se sentía incómodo con Jungkook ordenando por él, lo que era curioso, pues odiaba la gente que tomaba decisiones en su nombre. Era solo que Jungkook se veía tan entusiasta, tan seguro de que le gustaría el lugar y la comida.
Cuando la verdad era que Jimin solo estaba preocupado por la compañía.
Los ojos de Kook eran tan brillantes. Su sonrisa tan dulce. Jimin tenía que contenerse a sí mismo de extenderse a través de la mesa y besarlo; en la mejilla, en su nariz, en su frente, en sus labios. Por Dios, tenía los labios más apetecibles que recordaba haber visto.
—A mí papá le gusta mucho —Kook se desentendió no queriendo ir por allí. Llevaba sin visitar ese local desde que su padre se enteró de su sexualidad, pero él no quería ponerse triste con Jimin al frente. Estaba tan maravillado con la idea de que se encontraran allí que era mil veces mejor centrarse en el presente. —Ahora, espero de todo corazón que te agrade a ti también.
—Estoy seguro de ello.
Los platos fueron traídos y con tales manjares para degustar, por un momento fue difícil concentrarse en otra cosa que no fuese comer, lamerse sus pulgares y ahogar gemidos de placer ante el sabor.
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Flores en el cabello
FanfictionUna noche fuera de control; Kook conoce a Jimin. Y Jimin no es como nadie que haya visto antes. Le gustan las cosas llamativas, combinar el rosa con todo y llevar vestidos con tacones que hagan juego con su maquillaje. Alcohol, drogas, policías ar...