•~ NUEVE ~•

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Contenido +18

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Guillermo penetraba con insistencia la cavidad humeda del omega que yacía boca arriba, mientras succionaba el miembro en su costado del otro alfa, que le veía fijamente en el proceso, Edson.

Hirving estaba lleno de éxtasis. Tener sexo le gustaba, tenerlo con alguno de ellos le gustaba aún más, pero tenerlo con ambos, se había vuelto su cosa favorita en el mundo.

Sus gemidos le hacían detenerse en su labor de boca sobre el miembro de Álvarez quién, gruñía ligeramente ante esta acción pues, Hirving le dedicaba más atención a las embestidas de Guillermo en su interior.

¿Te gusta, omega?— gimoteó Guillermo embistiendo con más profundidad aquella cavidad de Hirving, haciendolo mover pues, después le tomó por sus muslos.

Lozano asintió jadeante— lo haces tan bien, alfa— indicó mientras masturbaba con su mano libre el miembro en su costado, el cuál, también le gustaba.

Pronto una mano ajena lo aprisionó de las mejillas para besarle, Edson unió sus labios con los de Hirving con territorialidad y profundidad, haciendo que este se olvidara algunos segundos de las embestidas y los choques de pieles.

Quítate — indicó Edson de pronto empujando con levedad a Guillermo quién, después de correrse salió del omega con un jadeo, recostandose al lado.

Hirving sonrió al sentir como un nuevo alfa se hacia espacio en su interior. Edson entró de improvisto haciendole estremecer, posetiormente, tomó sus caderas para empezar a realizar sus movimientos profundos en él.

Guillermo esta vez, besaba y acariciaba al omega que, gemía más alto ante las nuevas embestidas.

¿Por qué me estás contando esta mini peli triple equis?— se quejó Hirving avergonzado, en la silla de la biblioteca, sin nauseas y sin mareos por su cachorro en su vientre, 3 meses después.

Espera, Hirving. Necesito hacer una pausa; estaba celoso de él; él nunca se preocupaba por ti como yo lo hacía. Ese idiota...— bufó Álvarez.

¿Y te crees mejor de bueno que él?, tardaste tres meses en darte cuenta sobre que no te mentí al decirte que era tu cachorro, además, aquella noche en tu departamento, me trataste horrible...— Hirving hizo un puchero, cruzándose de brazos.

Edson tomó su silla y se sentó hasta su lado, haciendo que el omega le viese— perdóname, fui más idiota que él, me dejé llevar por lo qué él me decía, mentí cuando decía que no me preocupabas... ese día en la noche pensé en aceptarte a ti, y a tu...

𝑬𝒍 𝒄𝒂𝒄𝒉𝒐𝒓𝒓𝒐 𝒅𝒆 𝒑𝒂𝒑𝒂́.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora