En probablemente otra dimensión, se encontraba una mujer conocida por tener flores en vez de una cara normal, aunque en ese lugar no había nadie más que ella, ya que estaba en una plataforma flotando en medio de la nada, todo era oscuro a su alrededor, solo había una especie de piedra que emitía luz justo en el centro de la plataforma.
La mujer se acercó al centro, de inmediato la luz se dispersó por las grietas de la plataforma, que si se veía desde mucha distancia, formaba una "S".
—¿Sappire sigue viva?
<------>
Zafiro y Akira seguían estando juntos, simplemente paseando por el bosque y hablando, cuando de repente la cara de Zafiro pasó de una sonrisa amistosa a ponerse completamente serio en cuestión de un segundo.
—¿Qué pasó..? —Akira lo miró con los labios prácticamente temblando.
—Alguien más salió de la Eutemia...
—Eso es... ¿malo?
—Si... y mucho... — sus labios temblaban ligeramente.—A partir d ahora tendrá tendrás tener cuidado, va a venir a por ti...
<------>
Hace varios millones de años, prácticamente un año desconocido en donde el mundo aún estaba sumergido en una oscuridad eterna, en un planeta en el que no habitaba nadie, se comenzó a formar un ser a partir de la oscuridad, por lo que era un ser descolorido y apagado, sin apenas emociones.
Luego de bastante tiempo, ese ser empezó a tomar forma, una similar a la de un humano, aunque no era igual del todo ya que sus piernas eran mas largas de lo normal ya que acababan en una especie de plumas. Ese fue el ser que creó la existencia en si misma, el ser al que todos lo suelen llamar "Dios"... Excepto por dos creaciones; Sappire y Lucifer.
Sappire era la mano derecha de ese Dios, lo servía y seguía sus órdenes a pie de la letra, sin rechistar, era su seguidor más fiel, pero esto pronto se acabó, justo en el instante en el que Sappire comenzó a pensar libremente, justo en el momento que comenzó a sentir algo más que devoción, AMBICIÓN.
Por otro lado, al ver que Sappire se comenzaba a corromper a base de ver el poder que su Dios tenía y la ambición de querer ser como él (cosa que le llevó a tomar malas decisiones), decidió crear a otro ser en busca de ayuda. Creó a Lucifer, que en ese momento era simplemente un ángel caído, solo estaba hecho para sustituir el rol de Sappire... pero algo salió mal, hubo un fallo en el diseño de Lucifer, a ese Dios parece que se le olvidó poner que le obedeciera...
Lucifer se separó de ese Dios, yéndose a la otra parte del mundo, al Inframundo.
El Dios al saber esto, obviamente se enfadó, pero no tenia el poder sobre el inframundo, así que no podía hacer nada. En cambio, Lucifer se hizo con el control del Inframundo, ya que no había prácticamente nada allí, a excepción de algunos animales o insectos.
El inframundo no es como la mayoría se imagina, era un lugar en ruinas que estaba debajo de la tierra visible, oscuro y solo iluminado por diferentes minerales fluorescentes que brillaban en un rojo escarlata tan puro que podrías quedar hipnotizado de solo observarlo.
Sappire, al contrario, se quedó en una parte cercana a la que estaba el Dios, sin interactuar con él, pero observando, observando sobre qué podría hacer para matarle... o algo mucho peor, poseerle.
Esta información por algunos medios llegó a los oídos de Lucifer, que no estaba contento con esto, y a la vez sabía que no podría matar a Sappire, sabía perfectamente de lo que era capaz, había estado a su lado prácticamente desde su creación, era un ser casi perfecto, probablemente podría compararse a un dios normal, pero aún le quedaba una opción para evitar el desastre; crear a un ser capaz de sellar a Sappire, un ser con un poder superior al suyo, un ser que fuera capaz de hacer desaparecer a Sappire, se llamaría Zafiro.
La idea de crear a Zafiro principalmente era crear una criatura independiente que pensara por si misma, este ser sería creado a partir de los genes de Lucifer, pero modificándolo lo suficiente como para que nadie reconociera que era su "hijo".
Pasaron varios años hasta que la criatura capaz de vencer a Sappire estuviera completa, ya que tenía que ser hecho de una manera muy específica para que pudiera hacerlo. Tomó mucho tiempo, tiempo que Sappire aprovecharía para sacrificar a varias criaturas y hacerse con aún más poder, el suficiente como para declararle la guerra a el Dios creador de todo.
Dios dudó por primera vez, no estaba del todo seguro de si aceptar o no, pero acabó decidiendo que sí. En el mismo instante en el que pronunció "sí", Sappire se lanzó hacia el Dios, no le dio tiempo ni para pensar, estaba ansioso de poder, estaba deseando absorberle, estaba soñando con poder tratarse su alma como lo había hecho con varias personas anteriormente, y justo en ese instante tenía la capacidad para poder hacerlo... pero el Dios no se iba a dejar.
Comenzó una batalla infernal, esta misma duró milenios, exactamente 8.000 años... el tiempo en el que Zafiro ya estaba listo.
Se le ordenó crear un espacio vacío en cualquier parte del mundo, una de la que fuera imposible salir, al menos salir con vida, este lugar se llamaría Eutemia, un lugar ubicado en todas partes y a la vez en ningún sitio a la vez, un sitio del que no llegaba la luz, un sitio que no tuviera un lugar estable, un sitio que pudiera estar en una parte del universo observable y a la vez estar a un paso del mundo físico. Eso era la Eutemia, la nada, un espacio en donde sellar a seres que no tuvieran una capacidad para detenerse. Y así lo hizo, Zafiro se puso su vestido negro y se pintó los labios con la sangre de los ángeles, el príncipe del inframundo se iba a dar a conocer de la forma más vistosa posible.
Salió del inframundo, obviamente lo primero que se vio era un mundo roto, casi inexistente debido a la batalla, y en el cielo iluminado por una luna de sangre, solo se podían ver dos luces moviendose; una de color blanco puro, la otra de un azul muy oscuro.
Extendió una mano hacia la luz azul, abrió sus dedos, localizando la luz.
—ϚօӀղʍìą ҽմէհվʍìą, ҽ×էҽղժҽ ҽէ ąքҽɾէą ąժ çąքìҽղժմʍ ìӀӀմժ. — dijo esas palabras, al instante un vacío rodeó a Sappire, se cerró en una esfera perfecta y desapareció.
El Dios simplemente cayó al suelo, obviamente cansado, aún conservaba algo de mortalidad en su sangre. Zafiro lo ignoró y regresó al Inframundo para su coronación, que iba a ser ese mismo día, el 29 de diciembre.
Fue al palacio de su padre, allí iba a ser la ceremonia. En ese lugar lo esperaban 2 ángeles, sus nombres eran Immortal Oscurity y Eternal Tyrrany, estaban allí por orden de Lucifer.
Ambos ángeles le abrieron la puerta a Zafiro, quien iba transformando su apariencia en una más demoníaca; unas alas negras salieron de su espalda, a la vez que sus colmillos crecieron y unas runas de color carmesí se extendieron por su espalda y cuello. Dió un paso hacia delante. Entró a la sala, allí lo esperaba Lucifer junto con dos demonios superiores.
Los pasos de los tacones de el príncipe resonaba por el palacio, se fue acercando tranquilamente a Lucifer.
—¿Estás seguro de que quieres ser el príncipe? —Lucifer habló.
—Si...
Zafiro se arrodilló ante él, sería la última vez que tendrá que hacerlo.
—Esto va a doler. —volvió a hablar para luego tomar una espada, la cual estaba hecha de un cristal escarlata, extremadamente filoso. Lo acercó al cuello de su hijo. Le cortó una herida muy profunda.—Ahora demuestrame que eres digno de esta responsabilidad.
No pudo evitar soltar un pequeño jadeo por el dolor, pero podía resistirlo, debía de hacerlo.
Bajó una de sus manos y tocó su propia sangre, la hizo flotar y con ella creó una hermosa tiara de cristal de su propia sangre. Se la extendió a Lucifer, quien sonrió y procedió a colocarle la tiara en la cabeza.
—Oficialmente eres príncipe... eres libre de hacer lo que te plazca.
ESTÁS LEYENDO
Soulless Existence
FantasiU̴͕͎̼̘̺̽̀̎̉́͗̕͝N̷̻͕͓͆̋̀̆͑T̶̺͈͇̫̖̞̉̈̅̍͑͊̃I̶̧̗̱͉͕̲̯̎̉̃́̐̎̋͘͜ͅL̸̤͔̜̗̘̫̗̝̃͛͛̌̀͛̈́Ľ̵̢̪̙̦̗͍̀̉̍ ̷̧͙͎͔͉̥͗̅̃̏I̸̹̪̖̮̺͉̯̱͐̏͛̓̐͝ ̴̡̧̦̯̰̻͎͊ͅǨ̴̳͚̦͕̙̭̱̇͑̌̈́̓̂͠ͅÍ̴͓̝͈̼͖̹͙̗̘͓͌̍̈́̂̍̎̕L̵̡͉̱̱̉͋͜Ĺ̷̨͚̭̭̣͛̋͝ͅ ̶͍̩̣̗͉̙̭͕̓͜Y̷̡̰̫̞̼̩̏͂̔͑̚Ỏ̶̡̯͎U̵̩̙͗͝ S̷̛͙̺̠̦͐̄̑o̷̹̬͈͓͍͆͛̑͒͘̚͝͝...