Soulless Existence

Capitulo 10 - el principio del fin.

(Nota del autor: disfruten del último capítulo medio tranquilo que vais a tener).

—Bienvenido! Shyen... —dijo una voz aparentemente femenina, aunque era algo profunda. No parecía del todo humana.

La criatura solo asintió ante su bienvenida. No le gustaba ser tratado como alguien importante ni mucho menos, solo quería respuestas a una simple pregunta...

—¿Dónde está el Monstrum Primae Vocis? —dijo sin más, solo quería saber eso, era lo único que a este ser le interesaba.

—Escapó... Probablemente fue a buscar a "S" —respondió con una voz muy tranquila, sin preocupación.

—¿Cómo has podido permitir que tal monstruo fuera a por "S"?

—Shyen, no soy un dios como tú! Era prácticamente imposible salir con vida tras pararle. —su tono era ligeramente más alterado. —me sorprende que no puedas ni siquiera retener a tus propias creaciones.

El Dios suspiró y bajó la cabeza.

—Sabes que he perdido poder... Necesito a Lucifer.

—Lucifer está en el Inframundo como es costumbre, aunque he recibido información sobre que cierto ángel acaba de hablar con él...

—¿Aerith?

El contrario asintió.

Era raro que un ángel de tal nivel fuera a ver a Lucifer, especialmente sabiendo que en las propias reglas de los ángeles está prohibido bajar allí y mucho más hablar con la "maldad" en si misma.

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Volvió a su palacio, luego de la conversación con Akira no tenía nada más que hacer, simplemente volver a casa para ver a su nuevo gato.

—Dreamer! —Lo llamó mientras entraba a su cuarto, donde supuestamente lo había dejado durmiendo.

No estaba.

—¿Dreamer? —Le pareció extraño, pero no le dió demasiada importancia, ya que su palacio era muy grande, podría estar en cualquier sitio.

Suspiró y fue hacía el baño dentro de su habitación, cerró la puerta a su paso, tenía ganas de darse un baño... pero a su manera.

Abrió el grifo de su bañera, de allí no salió agua, sino un líquido de un color rojo vino, sangre.

Zafiro se quitó la ropa que traía ckn delicadeza, dejandola a un lado, así, revelando una marca de color negro que tenía en su espalda, una marca que la cubría casi completamente su espalda. Era una especie de círculo en el medio, del cual salían líneas como, formando un pentagrama invertido. Una pieza apropiada para el príncipe del Inframundo definitivamente...

Una vez la bañera estaba casi llena, Zafiro paró el grifo de sangre y se acercó para sumergirse en ella. La sangre estaba tibia y completamente fresca... ¿de donde la había sacado? Siempre será un misterio sin resolver.

Se metió en la bañera, se agachó y se tumbó en ella, dejando la cabeza y parte de sus piernas fuera, simplemente relajándose en la sangre, tanto que cerró sus ojos, apoyándose en su propio brazo que descansaba fuera de la bañera.

—Como desearía que todo se solucionará de una vez... —murmuró para si mismo. —Ya hacen 8.576 años desde que cumplí mi primer propósito... 8.576 años que llevo esperando a que salgas... —su voz se notaba tan cansada que parecía que en cualquier momento iba a caer en un sueño profundo. —Akira... Cuando me recordarás del todo.

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Akira ya se había dormido, prácticamente al momento de tumbarse ya se había casi desmayado del cansancio, su cuerpo aún se tenía que acostumbrar a estar fuera de la Eutemia, no llevaba ni una semana fuera de ella...