Capítulo 7 - más hayá del mar

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Tomó la flor con mucha delicadeza, sus manos casi temblaban de los nervios, era su primer regalo, y probablemente la cosa más hermosa que había visto nunca, y por el sol, hacia un pequeño reflejo en escarlata.

Sonrió suavemente y tomó la flor con ambas manos, estaba algo fría, pero era muy lisa y suave al tacto.

-Gracias... es mi primer regalo... - dijo con una voz extremadamente calmada, volvió a tomarle de la mano, con la otra seguía sosteniendo la flor de sangre.

-Bueno, supongo que para todo hay una primera vez! -se rió, como era normal en él.

Suspiró y miró hacia abajo, mirando el camino por el que iban, solo estaba siguiendo a Zafiro para no perderse.

-hay algún lugar en especial que te gustaría ver? -Preguntó Zafiro, no lo soltaba de la mano.

-mmh... hay algun lugar en el que hayan muchos colores? -su tono era ligeramente más tranquilo.

Asintió lo tiró un poco de la mano para guiarle por un camino en el que salían del bosque, Akira se asustó un poco por el tirón, ya que fue inesperado, pero en pocos momentos se dio cuenta que solo lo quería guiar y le siguió el paso.

-no me empujes así... - susurró en una voz muy baja que una persona normal no lo alcanzaría a escuchar, pero Zafiro si lo hizo.

-Oh, lo siento!.. - su tono era algo nervioso, pero a la vez se rió un poco.

Caminó un poquito más despacio, no lo quería asustar sin querer...

Akira en cambio, suspiró un poco, le siguió fácilmente el paso, pero aflojó su agarre ya que él también tenía algo de miedo de hacer algo que no le agradase al contrario, se había comportado muy bien con él, y no quería dañarlo, pero Zafiro solo se rió como si nada, soltando un pequeño "Aw".

-Una pregunta... ¿por qué me conocías antes de qué yo te hubiera visto..?

-Mmh... larga historia! -Se rió y evadió por completo la pregunta, Akira por vergüenza no volvió a repetirlo.

-Esta bien...

Ambos se quedaron callados, pero Zafiro se rió de aparentemente nada, el ángel lo miró directamente, claramente sin entenderle, no parecía haber una razón de su risa, fue literalmente de la nada, no había ningún detonante aparentemente. Decidió simplemente preguntar.

-¿Por qué te ríes..?

-Solo estoy recordando algo!

***

Hace probablemente una eternidad, dos seres completamente diferentes estaban en medio de las nubes. Estos seres eran dos polos opuestos, eran lo contrario el uno del otro, pero aún así se llevaban tan bien que varias veces salían a volar juntos...

-No creo que puedas alcanzarme! - el ser demoníaco voló más rápido, quería poner a prueba al otro para ver hasta donde podían llegar.

El ser divino le siguió el ritmo, pero inevitablemente era más lento que él, en poco tiempo se cansó.

-No vayas tan rápido... - murmuró mientras se mantenía flotando en el aire.

-Está bien, está bien... lo que digas... -se rió y en prácticamente un milisegundo estaba a su lado.

El otro se asustó un poco, no se esperaba era velocidad.

-No me asustes así! -Estaba algo molesto, pero no demasiado. -Sabes perfectamente que no me gusta...

-Lo que tú digas... lo seguiré haciendo quieras o no! - se rió de nuevo.

Solo suspiró y se dejó caer hacia la tierra, el demonio se asustó un poco y lo agarró en el aire.

-¿Quién es el asustado ahora?

-Callate!

***

-¿Es posible saber que estas recordando?

-Es probable que pronto lo sepas... pero eso depende más de otra persona...

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Despertó en su cama, estaba solo en casa, Zafiro ya había salido hace varias horas, así que ahora estaba solo.

Abrió sus múltiples ojos para observar como la luz entraba por la ventana. Se levantó y se estiró un poco, después de eso saltó hacia el suelo para empezar a caminar y investigar la casa.

Se dirigió hacia el pasillo, debido a que era solo un gato, lo veía todo muy grande, especialmente le llamó la atención las estanterías que había decorando. No dudó ni por un segundo en saltar hacia ellas.

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-Pienso que deberías dejar de buscarlo...

-¿Acaso te encariñaste con él? Lo dejé salir solo para que tú lo trajeras hacia mi... - su tono era molesto. -¿Eres tan inútil?

Se quedó callada, agachó la cabeza, no respondió.

-Respondeme.

-Él es mucho más de lo que te imaginas...

Levantó una ceja.

-Soy un dios... Un simple ángel no puede hacer nada contra mi...

-No pienso que sea solo eso... no pude ver nada de él al momento de analizarlo... -Hizo una pequeña pausa.-Sale exactamente igual que Marlyne... Y eso solo pasa con las Maldiciones...

-¡¿Él es una Maldición?! -Se alarmó un poco, sus ojos se abrieron en sorpresa. -Puedo suponer que tuvo interacción con Sappire...

Solo asintió, no lo sabía exactamente, no estaba segura de quién era, pero sabía que habrá consecuencias si no le sacaba información...

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Atada en el fondo del mar, ni siquiera era visible la luz, solo estaba rodeada de agua a una profundidad que a cualquiera hubiera aplastado, pero por alguna razón que actualmente se desconoce, ella nunca murió.

Trató de moverse, no pudo por dos razones; el cansancio y varias cadenas que la sujetaban fuertemente por sus brazos, probablemente si realmente hubiera intentado salir, esas cadenas le habrán arrancado ambos brazos. No había opción a intentar moverse.

Intentó observar, no pudo, los ojos le escocían de tal manera que casi parecía estarse derritiendo, a parte de que al estar a tanta profundidad, no había luz, ni siquiera había otro habitante. Sólo ella.

Cerró los ojos, respiró el agua, ya se había adaptado a eso, ya no le afectaba. Tiró suavemente de uno de sus brazos, tratando de quitarse las cadenas sin hacerse heridas (al menos no graves), solo pudo deshacer uno de los incontables nudos que tenía, por lo menos podía mover algo más su brazo.

Pudo tocar el suelo, estaba muy caliente y parecía ser arena, no sabía la razón por la que la temperatura era tan alta, pero tampoco había algo que pudiera hacer.

Al tocar el suelo, las cadenas se rompieron al instante.

Ahora era libre.

Ahora podía moverse.

Ya sabía lo que tenía que hacer.

ENCONTRAR A MARLYNE.

Soulless ExistenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora