La playa

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Las prácticas ya habían acabado, estaba saliendo de él salón de gimnasia.

Me despedí de las chicas y quedamos de vernos luego en una fiesta en casa de Summer.

Mamá no vendría por mi, tenía cosas que hacer así que iría a la playa, quería ver si podía ver algunas tortugas.

Una mano me tomó del brazo haciendo que volteara algo asustada.

-Lo siento, no queria asustarte.

Se disculpo el señor asecino levantando las manos en señal de rendición.

-¿Por qué no me hablaste?

-Lo hice, unas tres veces, pero no escuchabas.

Oooh...

-Estaba...distraida

-Eso era notorio.

El silencio gobernó el lugar, sus ojos azules me miraban con un extraño brillo en sus ojos, me gustaba...El me gusta.

Se que no nos conocemos tanto, pero...no lo sé, es de esos sentimientos que no son fáciles de explicar.

-Pensaba que talvez, podríamos ir a algún lugar, como la playa.

Propuso.

Mis mejillas se tornaron en un color carmesí, ¿me estaba invitando a un cita?, el sería el primero.

No, no, es solo una salida de amigos, no te ilusiones.

Y el color de mis mejillas volvieron a la normalidad.

-Si, claro, iba para allá.

Una enorme sonrisa decoro su rostro, causando que sus ojos se hicieron como chinitos

Emprendimos camino a ese lugar, bueno, sus hermanas nos llevaron, al principio fue incómodo, por suerte, Bax y yo empezamos a charlar sobre cosas de nosotros, para conocernos mejor.

Llegamos y los hermanos Radic tuvieron una pequeña discusión, no queria meterme en nada, así que utilice a Bax como escudo para que no me viera, y no me moví de ahí hasta que el me tomó de la mano y me jalo al mar.

Era temporada de tortugas, así que ahora quien guiaba era yo.

Llegamos a donde estas criaturas estaban y miré como caminaban al mar, si se atravesaba algún animal intentando comerlas, los corría con ayuda de Bax.

-Se que no tengo derecho de preguntar, pero...¿sigues teniendo ataques de pánico?

Un pinchaso llegó a mi pecho, pensaba que ese tema lo había dejado en el olvido.

-Eeem, yo...no, de hecho, hasta ahora ninguno.

-¿Quieres hablar sobre eso?

¿Lo queria?, si, lo queria, pero no en ese momento, no queria arruinarlo como siempre.

No era gran cosa a fin de cuentas, solo exageraba, eso era lo que mamá decía.

Negue con la cabeza e intenté pensar en otro tema de conversación.

Era mi amigo, ¿no?, podía contarle ese secreto mío.

-¿Tu quieres vivir del surf?

Pregunte.

El entendió lo que intentaba hacer, por suerte, siguió mi...¿juego?

-Si, todos lo del equipo quieren hacerlo, sentirte libre mientras haces y te dedicas a lo que de verdad quieres, ¿tu?

Me quedé callada, ya había empezado a hablar del tema, no podía hecharme hacía atras, si me mamá se enteraba lo que diría, fingía que su único hijo es Harry.

-No, de hecho no, quiero ser bióloga marina, quisiera aprender sobre los animales que viven en lo profundo del mar.

El me escuchaba con atención, cada palabra salía de mi boca con mucha confianza, como so nos conociéramos de toda la vida.

-¿Y porque no?, digo, ¿ya has buscado alguna universidad con esa profesión?

No había pensado en eso.

-No, no, no. Mamá quiere que me dedique al surf, como toda mi familia, es nuestro legado.

-Valla, eso es extraño, normalmente cuando cosas así pasan es porque quieren que vallan a la universidad y dejen el surf.

Su comentario causó que soltara una que otra risa.

Y cuando deje de hacerlo, su mirada estaba puesto en mi, otra vez. Sus ojos eran difíciles de no apreciar, si pudiera, se los quitaría y los guardaría solo para mi.

No me di cuenta de la cercanía que teníamos hasta que su mano se poso con nerviosismo en mi cintura, y la mía sobre su hombro.

Nuestras respiraciones chocaban con el rostro del otro, y nuestros labios estaban a sólo centímetro.

¿De verdad quería besarle?, ¿justo en este momento?

Mi teléfono empezo a sonar, cosa que hizo que nos hizo separarnos de inmediato.

Tome la cosa que sonaba con rapidez y miré a Bax intentando disculparme mientras contestaba.

-¿Dónde estás?,  te dije que te quería en casa temprano, tu hermano ya está aquí, el si fue puntual.

Informo mamá del otro lado de la línea.

No había dicho nada, ni una sola palabra al respecto.

-Lo lamento, ya voy.

Se escucho el pitido de que la otra persona había colgado.

Miré a Bax con pena.

-¿Esta todo bien?

Dijo con preocupación.

-Si, si, lo siento, mi hermano llegó y tengo que irme.

-Te llevó...

-No gracias, tomaré un taxi, de verdad lo siento yo...

-Deja de disculparte, no es tu culpa, nos veremos después y terminaremos lo de hace rato.

Dijo refiriéndose al casi beso.

Mis mejillas se pusieron rojas, otra vez, ya había perdido la cuenta de cuantas veces había pasado desde que lo conocí.

Empecé a caminar a la calle, pero me detuve de golpe, redirigi mi caminata a dirección del pelo rosa, el al notar eso, me miró extrañado.

Lo tome de las mejillas y le di un pequeño beso en la mejilla, y volví a salir corriendo despidiéndome con la mano.

Pero que gran día...

Pequeña Wesley//Surviving SummerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora