El siguiente libro es una recopilación de algunas historias que un servidor decidió escribir.
Aclaro que todas las historias publicadas son de propiamente Shipps homosexuales, que tendrán temática: omegaverse, doncell, Mpreg y de chico transgénero...
Era una tarde relativamente tranquila en la base de las fuerzas especiales mexicanas llamada: “Los vaqueros”. En dicha base se preparaban para el famoso “día de la independencia”, una fecha muy especial para todo México; y la ciudad de Las Almas se preparaba para ese momento tan esperado por la población desde que iniciaba el año.
Mientras los miembros de Los vaqueros ayudaban al personal a seguir decorando la base, el famoso coronel de Los vaqueros, de nombre Alejandro Vargas, se encontraba en su oficina, revisando algunos archivos en su computadora, que en realidad eran algunas fotos de su amigo de la infancia y también teniente de las fuerzas especiales llamado Rodolfo Parra. Solo que esas fotos eran del trasero de Rudy, que era el apodo asignado por Alejandro a su gran amigo.
Aunque el porque veía esas fotos, era porque el propio coronel estaba enamorado de su amigo, pues él sentía un hilo invisible unirlo a su amigo, pues este mismo era un doncell; más en específico, hombre que se podía embarazar y tener una relación amorosa y sentimental con un hombre en específico, el cual sería su destinado y padre de los futuros hijos que puedan tener.
“Ya pronto me deberé declarar a mi Rudy. Espero y me acepte, aunque creo que si lo hará”. Se decía en su mente Alejandro, mientras comenzaba a apretar ligeramente sobre la tela de su pantalón su prominente miembro, que estaba despierto por aquella sensación excitante.
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De pronto una voz familiar logró escucharse del exterior, provocando que Alejandro ponga en pausa el video y deba cerrar el archivo donde este mismo se encontraba, para después poner un articulo de un periódico local subido a intente que antes el hombre leía.
Una vez la voz se acercó lo suficiente a la puerta, dos toques se escucharon, para luego el pelinegro grite “adelante”, y con ello, la puerta sea abierta, permitiendo que Rodolfo entre con una sonrisa que siempre cautivada a Alejandro, quien igualmente le sonrió.
— Escucha Ale — Dijo Rudy, una vez tomó la iniciativa — La base se ve muy bien para que aquí mismo se organice “el grito”, solo que el coronel Sánchez sugirió que además del grito se haga una gran fiesta antes de llegado ese momento — Vargas medito unos segundos aquellas palabras, pues normalmente sus compañeros del alto mando solían tomar decisiones sin consultarle, aunque en este caso, lo pasaría Alejandro por alto.
— Esta bien, dile al coronel que está bien la fiesta, solo que ese día no podré asistir por razones más personales — Decía con relativa calma Alejandro, mientras se recostaba sobre el respaldo de su silla movible.
— ¿Por qué vas a faltar? Ale, es una gran fiesta que en peda va a terminar, y seamos honestos, a ti te gustan mucho las mega pedas — Decía Rudy consternado una vez se sentó frente a su amigo.
— Por esta vez no asistire boni... Rodolfo — Mencionó apenado Vargas, quien tuvo que aclarar su garganta. Aunque en realidad él si quería ir, pero el recordar que el septiembre pasado casi mata a dos reclutas por haberle coqueteado a Rodolfo, no era algo que le guste que vuelva a suceder, y más cuando casi provoca que la fiesta de acabe al instante.
