Bonus 1 - Dulce invierno.

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Korangi.

Advertencia: En esta historia habrá la aparición de una persona transgénero. Si no eres simpatizante de esta temática y/o personas, te invito a no leer y evitar hacer comentarios ofensivos. Sin más, gracias por leer en caso de querer darle una oportunidad a este escrito. Gracias.

La época de invierno, tan ansias y querida por muchas personas, pero tan odiada por otros, pues el frío que podía hacer era tal que a un número considerable de personas no les agradaba en lo más mínimo.

Curiosamente, la época es también ligada a a las fiestas de fin de año y también como una de las épocas donde las familias y las parejas puedan estar juntas, disfrutando de la temporada y, sobre todo, disfrutando de su ardua felicidad que quedará para siempre plasmada en fotografías, y si es posible, en videos que podrán rememorar las veces que quisieran, durante todo el nuevo año y las veces que así quisieran.

Pero claro, para las nuevas y recién formadas parejas, la temporada de invierno era la ocasión más que perfecta para poder realizar y hacer, en el orden que ellos quisieran, todo lo que en las películas románticas de hollywood – respecto a la época invernal – se plasmaban y cautivaban a la audiencia.

Y en una noche nevada de inverno, en la ciudad cosmopolita de Seúl, Corea del Sur, una recién formada pareja estaba por trascender a un nuevo amor, uno en el que, una de las partes que formaban a la pareja descubriria, que, a pesar de lo que pensaba era un impedimento alto, su pareja le demostraría todo lo contrario.

Y en una noche nevada de inverno, en la ciudad cosmopolita de Seúl, Corea del Sur, una recién formada pareja estaba por trascender a un nuevo amor, uno en el que, una de las partes que formaban a la pareja descubriria, que, a pesar de lo que pensa...

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En un lindo y cómodo departamento en el centro de Seúl estaba una pareja, solo que con la peculiaridad de ser dos hombres, lo que aún era raro de ver en una nación como lo era Corea del Sur, pero a pesar de eso, ambos hombres eran bastante felices.

Dichos hombres eran Konig, un joven hombre de origen austriaco de poco más de veinte años y de una estatura superior a los dos metros, además de tener unos perfectos ojos verdes claros y un tez de piel blanco. Por su parte, el otro involucrado era un lindo joven de poco más de viente años, pelinegro y de ojos claros, de poco más de un metro ochenta, de nombre Kim Hong Jin u “Horangi”, un apodo dado por sus amigos para referirse al joven hombre.

Ambos hombres se encontraban recostados sobre el suelo del departamento, abrazados y tapados por una sábana que los cubría hasta la mitad de sus cuerpos, aunque igualmente la pareja se abrazaba para poder sentir su cercanía y su calor.

— Eres muy hermoso amor — Dijo el austriaco aún abrazando a su amado, quien a su vez sonrió y posteriormente se acurrucó sobre el pecho de su novio.

— Siempre me lo dices, así que supongo que es así — Mencionó nervioso el joven hombre, sin ver a su alto novio, quien a su vez aprovecho a levantarse un poco, causando que su Horangi también se medio levante, para de inmediato estar ambos sentados.

— Recuerda que para mi tú eres y serás el chico más hermoso del mundo — Dijo un poco serio el hombre, pues él recordaba la ayuda que le dio a su novio para mejorar su autoestima, dado que su hermoso “tigre”, apodo dado por el mismo austriaco a su chico, no lo tenía tan bien, esto por un detalle bastante grande.

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