3. El ingreso y el escape

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La pequeña caravana que había llegado a Gusu de Qishan Wen no partió del reino amigo, pasarían la noche en el palacio, ambos reyes tenían cosas de las que hablar y varios asuntos que arreglar respecto a la educación que el heredero del reino Wen recibiría.

Lan Qiren aprovecho esta oportunidad para poder pasar más tiempo con RuoHan, llevándolo de la biblioteca hasta el lago donde entrenaba cuando quería usar más de un elemento.

Justo en este lugar estaba el fénix, miraba con curiosidad a su alrededor mientras ambos jóvenes estaban sentados a la orilla del lago, el Lan movía sus manos con calma y suavidad y las aguas se movían al mismo ritmo.

–¿Cuándo planeas decirle a tu padre?

–¿Cuándo le dirás que vas a cancelar el compromiso?

Wen RuoHan se quedó en silencio ante la pregunta que el Lan había hecho, tardo unos segundos en responder.

–En una semana.

–Tu matrimonio es en menos de un año, RuoHan. Debes de ser más rápido con las palabras, tu padre no va a permitir que dejes de lado ese compromiso sin una buena razón.

Qiren sabía del compromiso de su amigo, un matrimonio pactado con el reino de Qinghe Nie, si bien el rey Nie no tenía ninguna hija, si tenía una doncella a la que cuidaba como tal y era precisamente está dama la que uniría a ambos reinos.

–Solo asegúrate de hablar bien con él.

Los siguientes meses fueron calmados y pronto la temporada de clases llegó, Qiren fue el encargado de recibir a los nuevos estudiantes, entre ellos sus amigos.

Para Wei Changze el viaje fue ameno y relajado. Difícil en cuanto al tiempo, pero tranquilo en la plática. Apreciaba hablar con aquel Jiāng de ojos morados y burlarse de él, en especial burlarse.

Al llegar bajo primero del carruaje y ayudo al joven heredero. Tomo sus maletas junto a las del Jiāng y las cargo todo el camino aún en contra de la voluntad del principe. Era tan lind... Divertido, cuando no recibía el control.

El recibimiento lo decepcionó un poco, pero no tenía la intención o la posición de quejarse. Aunque él hubiera preferido un espectáculo de magia y luces de colores.

Cómo era de esperar los primeros en llegar eran el heredero de Yummeng Jiāng y su fiel amigo.

–Me alegra demasiado que pudieran venir.

Qiren hizo una corta reverencia hacia Jiāng Fengmian y luego una por igual hacia Wei Changze, aunque no era necesario hacerlo para un sirviente, conocía la relación de esos dos y la respetaba, después de todo, Changze también era su amigo, y uno bastante unido a su pequeño grupo.

Wei Changze respondió a la reverencia con respeto antes de burlarse un poco.

–Tantos años y tus reverencias siguen impecables, deberías variar un poco, tal vez una voltereta hacia adelante.

Soltó un pequeño quejido disimulado cuando el Jiāng lo golpeó ligeramente en el hombro por la mala broma.

Qiren negó ligeramente con la cabeza al escuchar y ver la reacción del Jiāng. Después de asegurarse que nadie le escuchaba decidió que podía seguir con la broma del contrario.

–La próxima vez haré que te reciban con un acto de magia.

Wei Changze consideraba que los jóvenes herederos tenían costumbres muy raras, por ejemplo voltear a ambos lados antes de ser ellos mismos.

–Gracias, considero que el heredero de los Jiāng y su fiel sirviente no merecen menos.

–Claro, el siguiente año haré que alguien te arroje agua– bromeo el Lan mientras miraba al Wei con ojos divertidos.

El sol del elemento lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora