12. Una vía de escapé

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Yuncheng Bao fue fácil de registrar, para evitar que hubiera problemas entre los herederos, RuoHan no fue junto a GuangShan, era de conocimiento común que esos dos no podían estar cerca el uno del otro.

Jin GuangShan movilizó a varios soldados, la zona donde debían buscar estaba bajo el cuidado de Lanling Jin, por lo que no hubo ningún problema, sin embargo, todo parecía ir a una velocidad horriblemente lenta.

-Heredero Jin.

Uno de los guardias se acercó entregándole un trozo de tela, en este había una nube bordada con finos hilos dorados, reconoció de inmediato la tela, solo Qiren podría usar algo así de suave.

-¿Dónde lo encontraron?

Cuestiono el Jin con calma, moviendo su abanico con elegancia mientras esperaba una respuesta. En ese momento Jin GuangShan elevó la mano que sostenía el abanico, deteniendo la espada que venía hacia él.

Giro su rostro hacia la persona que había osado levantar una espada contra él, la sonrisa calmada en su rostro dio mucho más miedo que si se hubiera molestado. Sin importarle nada.

Con un sutil movimiento de su muñeca arrojó la espada del contrario, podría parecer débil, pero en absoluto lo era.

Se acercó al hombre tomándolo por el cuello, obligándolo a sentarse en una de las sillas disponibles.

-Que Interesante, creí que había dejado en claro lo que pasaría con los traidores. Ahora- Dejo una pequeña caricia en la mejilla del hombre.- Vas a decirme quién es aquel por quien me traicionas.

Los gritos dentro de aquella carpa pudieron escucharse por todo el campamento, ningún otro guardia se atrevió a acercarse, no hasta que vieron a un Jin GuangShan salir de ahí, el heredero parecía estar de buen humor.

-Recojan todo, nos iremos al anochecer.

Al escuchar las órdenes del heredero, los sirvientes comenzaron con su faena.

Del campamento solo quedaron las brasas ardientes de las fogatas y un cuerpo desmembrado que poco a poco se consumía, siendo devorado por un fuego negro.

[...]

Madam Lan estaba destrozada, eso todos podían verlo, no había querido comer bien, no había estado durmiendo bien, y aunque su esposo se mantenía a su lado no había podido hacer que volviera a su rutina, ¿Cómo podrían? Una parte de ella se había ido.

-Madam... Necesitas descansar, alimentarte bien ¿Crees que Qiren quiere que estés así?

La voz del rey siempre era suave y amorosa cuando hablaba con la reina, y siempre funcionaba, sin embargo, en esta ocasión, las cosas eran muy diferentes.

-Dime... ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? Nuestro hijo se perdió, se lo llevaron ¿Y si la está pasando mal? Mi Rey, por favor, piense un poco en el bienestar de su hijo.

Con la voz rota, la reina se acercó a su esposo, sus manos, blancas como la leche, se posaron en el pecho del contrario, sus ojos estaban rojizos, causa del llanto y las noches interminables sin dormir.

-Mi rey... Le suplico por favor, tiene que traer a Qiren de vuelta.

El rey estaba en una posición difícil, había hablado con su hijo mayor, y si sus sospechas eran ciertas, y aquel tipo se había llevado a Qiren, era mejor ir preparando un funeral digno para su hijo.

-Lo traeremos de vuelta.

Aun en contra de sus principios y las reglas que regían el reino de Gusu, el rey mintió, porque ni él sabía si podría ver a su hijo menor de nuevo.

[...]

Wen RuoHan llegó hasta Pingyang Yao, Wen Zhuliu había llegado primero y lo estaba esperando en una de las casas que ya había registrado.

-El fénix me contó lo que pasó. Hemos buscado por todos los lugares posibles, heredero Wen, Lan Qiren no está en este lugar.

Zhuliu informo mientras miraba por la ventana del sitio, el heredero de su reino estaba notablemente afectado, las ojeras debajo de su rostro lo dejaban al descubierto.

-Lo sé, hay otro posible punto donde él puede estar, pero Fengmian y ChangZe fueron a ese sitio. Jin GuangShan fue a la frontera de Lanling Jin.

RuoHan tomo asiento en la cama mientras trataba de mantenerse calmado, el fénix estaba sobre una mesa, atento a las palabras de aquellos dos.

-No confío en ellos...

RuoHan frunció el entrecejo al escuchar aquello, lo último que haría sería el desconfiar de sus amigos. De GuangShan sí, pero del dúo de Yunmeng no.

-Yo lo hago... Espero que Qiren esté bien... Las cosas están demasiado tensas en su hogar... Zhuliu, tengo un nuevo trabajo para ti. Investiga a Bao Ling, aparentemente es un conocido de la familia Lan y quien posiblemente tenga a Qiren en su poder.

RuoHan se levantó caminando hacia su mano derecha, se inclinó hacia él susurrando cerca de su oído.

-Quiero que quemes todo el pueblo, no dejes ni una sola persona viva.

Ordenó mientras se alejaba un poco, sus ojos habían perdido aquel brillo, ahora solo había una enorme sed de sangre. La única persona que lo mantenía cuerdo era Qiren y ya no estaba ahí

[...]

Lan Qiren estaba agotado, tanto mental como físicamente, su cuerpo era un desastre, había marcas de mordidas y agarre en varias zonas, apenas y podía caminar, el té que aquel hombre le obligaba a tomar lo mantenía en un estado relajado que le impedía poder moverse correctamente, incluso había dejado de cerrar la puerta de la habitación como una burla.

Pero Qiren nunca dejo de intentar escapar, fue atrapado en varias ocasiones, y otras tantas ni siquiera había podido avanzar más allá de la puerta.

Cerro sus ojos mientras estaba hecho un ovillo en la cama, las lágrimas brotaron con tanta facilidad, tenía miedo, quería regresar a casa ¿Dónde estaba su mamá? ¿Su papá o su hermano? ¿Por qué no venían a salvarlo? Ni siquiera RuoHan ¿Dónde se habían metido sus amigos?

Llevo sus manos a sus cabellos tirando de estos, sus ojos ardían mientras lloraba, ya no quería sufrir así.

Lan Qiren tomo una decisión, habían pasado dos semanas desde que fue secuestrado, dos semanas desde que aquel hombre hacía lo que quisiera con él.

Se arrastró fuera de la cama, dando pequeños pasos torpes hasta la mesita, dónde descansaba un plato con varias galletas sobre él, tiro las galletas y después con fuerza golpeó el plato contra el suelo, no paso nada. Dio un segundo golpe y apenas y apareció una grieta, siguió golpeando con impaciencia hasta qué logro romperlo. Ya ni siquiera se preocupó por el ruido que había causado.

Tomo uno de los trozos de porcelana y lo coloco contra la piel de su brazo, soltó un pequeño suspiro presionando la afilada arma sobre la piel, hizo un corte horizontal profundo.

La sangre fluyó y cayó sobre el suelo de la habitación, aquel líquido rojo se extendió, libre, quería descansar, necesitaba descansar.

El sol del elemento lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora