LA SIRENA Y EL LOBO + yoonmin

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Yoongi salió para hacer la llamada. Cuando colgó, se volvió para encontrar a Namjoon mirándolo.

—No entiendo por qué nos estás ayudando. Hace dos días, parecía que estabas dispuesto a matarnos tú mismo.

—Eso fue antes de que entendiera lo que estaba pasando y antes de que viera a Jimin.

Yoongi esperó a escuchar qué más tenía que decir Namjoon.

—No he estado por aquí mucho desde que murió nuestro padre, pero no he escuchado a Jimin reír o verlo sonreír, realmente sonreír, durante mucho tiempo.

—No está sonriendo ni riendo ahora —señaló Yoongi.

—No, pero lo veo en sus ojos cuando te mira. Nunca lo había visto mirar a nadie así. Cuando me llamó por primera vez para decirme que estabas aquí, parecía asustado y presa del pánico. Todo lo que ha hecho desde que llegué aquí es defenderte y alabarte. Obviamente le has causado una buena impresión. No puedo ser la familia que él quiere que sea. Pero no me interpondré en el camino de su felicidad si parece que ha encontrado una familia en otra parte.

—¿No deberías estar diciéndome el tradicional discurso de hermano mayor 'lastímalo y acabaré contigo'?

—Creo que esa parte es evidente —dijo Namjoon, con una sonrisa que rápidamente se desvaneció—. Necesitamos hablar sobre la parte de Jimin en este plan mío. No funcionará si no puedes mantener la distancia, si dejas que tu instinto de protegerlo supere a todo lo demás. Tienes que confiar en que puede manejarse solo y que me aseguraré de que no esté herido.

—Tú y él son hermanos, pero no son iguales, ¿verdad?

Yoongi podía ver claras diferencias físicas, Namjoon era más alto y corpulento. Jimin era delgado y algo pequeño, recordando a Yoongi fuertemente a los lobos omega.

—No, no lo somos. Eso es lo que hace que Jimin sea la clave de este plan.

—No te sigo —dijo Yoongi.

—¿Alguna vez lo has escuchado cantar? —preguntó Namjoon con una sonrisa, y Yoongi se dio cuenta de lo que el otro hombre estaba tratando de decirle.

—Mierda, ¿en serio?

—Oh sí. No nos llaman sirenas por nada.

Cuando los vehículos del Ejecutor se detuvieron frente a la clínica, Yoongi y Jimin eran las únicas personas a la vista. Lily estaba escondida dentro de la clínica con Hoseok, Tabs y Bear para hacerle compañía. Yoongi no quería correr el riesgo de traumatizarla más.

—¿Estás seguro de que estás listo para esto? —le preguntó a Jimin.

Jimin, por su parte, parecía tranquilo, casi indiferente, mientras que Yoongi sintió el zumbido de la ira y la energía nerviosa bajo su piel. Esto podría salir muy bien o muy mal.

—Estoy listo —dijo el veterinario simplemente—. Solo trata de mantenerte concentrado, ¿de acuerdo?

—¿Crees que eso va a ser un problema?

—Bueno, eso es el quiz de la idea —dijo Jimin, con una sonrisa burlona en el borde de sus labios.

—¿Tapones para los oídos?

—Podría hacer sospechar a vuestro Ejecutor.

Las puertas del coche se abrieron, el Ejecutor, Lucien, salió de un vehículo, junto con tres guardias alfa. Desde el segundo vehículo, Jade y Fred fueron sacados, con las manos atadas frente a ellos. Fred tenía un ojo morado y un labio partido. Jade tenía un moretón en la mandíbula, y pudo ver que ambos nudillos estaban raspados. Habían dado pelea, al igual que Hoseok lo había hecho. La mayor sorpresa, aunque no debería haberlo sido, fue Scott. Salió del segundo coche después de ellos, con una expresión de desafío en su rostro que apenas enmascaraba el miedo. Yoongi no necesitaba preguntarse cómo el Alfa Supremo los había encontrado tan rápido, cómo había sabido exactamente dónde buscar. Scott había intercambiado la información a cambio de su vida, tal vez su libertad.