☁15 FINAL

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Después del desayuno, Jimin durmió un poco, el bebé durmió con él. Se sintió un poco mejor cuando se despertó de nuevo, Yoongi le trajo sopa y galletas para el almuerzo.

—¿Te sientes con ganas de recibir visitas? —preguntó mientras Jimin comía la sopa.

Lo pensó durante un momento.

—Definitivamente. No puedo esperar a verlos a todos.

Yoongi sonrió.

—Están ansiosos por verte a ti y a la última incorporación a nuestra manada.

Mientras Yoongi salió, Jimin miró al bebé, feliz de ver que todavía estaba profundamente dormido. Tendrían que hablar de un nombre pronto, no podían seguir llamando al pequeño "el bebé".

Lily fue la primera persona que asomó la cabeza por la puerta.

—Hola, Lil —dijo, haciéndole señas para que entrara—. Es tan bueno verte.

Ella le sonrió cálidamente.

—Me alegro de que hayas vuelto. Yoongi estaba empezando a volverse un poco loco, y todos estábamos preocupados de que no lo hicieras... pero aquí estás.

—Aquí estoy —estuvo de acuerdo, sintiendo una punzada de culpa por ser la fuente de tanta preocupación.

—Y trajiste una sorpresa. —Ella se sentó a un lado de la cama—. Es hermoso, Jimin. Yo... puedo ver mucho de Yoongi en él y un poco de nuestro hermano, Jack. No hay duda de que es nuestro.

A Jimin le gustó eso. Había habido una pequeña voz de duda en su cabeza, una que cuestionaba si la manada aceptaría un bebé que era solo en parte lobo, que también era en parte sirena.

Llamaron a la puerta y Hoseok entró tranquilamente.

—Estás despierto, genial. ¿Cómo está el hombrecito?

—Dormido —dijo Jimin, mirándolo de nuevo.

—Agotado después de tu largo viaje, supongo. Parece que te vendría bien cuarenta siestas más.

Consiguió una sonrisa cansada.

—Suena bien dormir más, tal vez después de que termine mi almuerzo y tenga algunas visitas más.

Hoseok se inclinó y le dio un abrazo rápido.

—Es bueno tenerte en casa, Jimin. Sobre todo, porque Yoongi estaba haciendo de suspirar por ti una forma de arte.

—¡Hoseok! —dijo Lily, dándole una palmada en el brazo—. ¡Comportate!

Él se rio y la agarró, haciéndole cosquillas sin piedad hasta que se disolvió en risitas. Jimin aprovechó la oportunidad para terminar su sopa y galletas, dejando la bandeja a un lado mientras, a su lado, el bebé se movía y soltaba un grito. Hoseok y Lily se calmaron, y Jimin levantó al pequeño en sus brazos, murmurando sonidos tranquilizadores.

Yoongi regresó y con él estaba Taehyung.

—Hay un espectáculo para los ojos doloridos —dijo el beta con una sonrisa, apresurándose para abrazar a Jimin y mirar al bebé en sus brazos—. Mira esos ojos grandes. Puedo ver a quién se parece. —Le sonrió por encima del hombro a Yoongi.

Jimin miró a Yoongi a los ojos, tratando de sonreír cuando un bostezo se apoderó de él.

—Alguien necesita más descanso —anunció Hoseok.

—Estoy bien —dijo Jimin—. Quedaros, por favor. Los he extrañado a todos. El océano era muy solitario.

—Nos quedaremos —dijo Taehyung—. Si te acuestas y descansas.

Yoongi se subió a la cama junto a él y le quitó el bebé.

LA SIRENA Y EL LOBO + yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora