Camila - Camren (+18)

IV - Zelúmen

N/A: Ahora sí. La fase introductoria de la historia quedó atrás, oficialmente les doy la bienvenida a Camila. Recordando que este fic también es hot, así que no te impactes ni te sorprendas porque tiene romance y también putería.

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Celos (latín): con origen en el latín zelúmen o incluso en el griego zelosus. Envidia, aversión a que alguien toque lo que es suyo.

Llegó el viernes, voló, me noqueó, me lo tragué todas las materia, esperaba a que el tiempo pasase lentamente, pero me equivoqué y pasó muy rápido, llevándome a las tres de la tarde —después de una lluvia de reglas y peticiones ofrecidas por mi madre— al otro lado de la ciudad, en un barrio de clase media alta con varias mansiones lujosas. Revisé la dirección un millón de veces, pero no había errores, ya estaba ahí y realmente lo estaba, esperando pacientemente a que alguien me ayudara.

Inmediatamente contuve el aliento cuando Camila abrió la puerta, su cabello ligeramente despeinado y sus labios hinchados me sugirieron tantas imaginaciones amargas que preferí evitarlas. Con un cordial saludo pedí permiso y entré a la habitación, carajo, era una gran casa, sumamente organizada, bien compuesta y con muebles de aspecto moderno y lujoso, no pude evitar sentirme insegura al ser devorada por un ambiente tan contrario al que vivía.

—Hm... Noah está en el baño, pronto aparece. —Ella sonrió y caminó hacia la mesa que constituía la decoración de la habitación, ya había cinco latas de cerveza vacías y también una hoja empezada en su iPad, lo que indicaba que me estaban esperando para empezar a trabajar.

Y para no morirse de aburrimiento, al parecer decidieron embutirse el uno al otro durante unos buenos minutos. Cerré los ojos con fuerza ante los pensamientos locos y seguí a Camila hasta las sillas, donde yo me senté a un lado y ella a la cabecera.

—Empezamos algunas cosas para avanzar. Yo fui quien lo escribió, Noah fue el encargado de ver los videos y resumirme la información, espero que te guste lo que hicimos hasta ahora. —Su cortesía y formalidad, como siempre llena de delicadeza y sensualidad, me hicieron estremecer.

Giré el dispositivo electrónico hacia mí y analicé el texto, estaba muy bien escrito y estructurado, realmente mostraron compromiso con su trabajo y eso me emocionó un poco más al saber que no estaría tratando con un grupo de holgazanes, aunque ya sabía que Camila era una gran estudiante. Obtuvo una A en casi todos los exámenes de física y química; después de todo, eran las únicas materias compatibles con ella. Pero no hizo falta mucho para descubrir lo demás, los profesores la amaban.

Yo también

—Está muy bien. Te lo juro, vamos a conseguir el primer puesto si seguimos así... Escribes muy bien. —Elogié casualmente, conteniendo mi emoción.

Ella me dio un guiño amistoso y cómplice, que le devolví con una sonrisa. Nuestro intercambio de interacciones se redujo a la mitad cuando Noah se sentó a la mesa, su cabello mojado y su perfume indicaban un baño. Esa tarde el chico estaba mucho más casual, sin camiseta y luciendo sus músculos, sus piernas estaban protegidas por shorts de playa y sus mechones desordenados le daban a su personalidad un aire más hogareño. Su rostro estaba libre de barbas, a excepción del delicado y cuidado bigote que tenía por costumbre dejarse, y sus ojos, bueno, eran verdes, igual que los míos, lo que sólo aumentaba aún más su mirada de galán.

Era muy guapo. Mucho en realidad, y dadas sus acciones actuales, no tenía ninguna duda de que su exterior era idéntico a su interior.

—Hey, Lauren. —Sonrió ampliamente mientras se inclinaba para besarme en la mejilla, su mirada encantadora y amigable le sentaba bien a Camila, eran perfectos el uno para el otro, si no me gustara la maldita latina bien podía shippearlos.