VII

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¡Buena lectura!


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PLAY — Clouds de Before You Exit (hasta el final del capítulo).

El sábado transcurrió despacio, hasta bien entrada la tarde, al salir del baño con mis shorts de compresión y un sujetador de encaje, me detuve frente al armario, secándome con una toalla, ajena, hasta que escuché dos golpes en la puerta. Me di vuelta lentamente y me desnudé, creyendo que era Clara Jauregui. Gemí de sorpresa y me cubrí de cintura para abajo, notando a Camila girarse con las manos levantadas en señal de rendición.

—Lo siento, debí haber esperado a que respondieras. —Ella rápidamente expresó arrepentimiento y me puse unos pantalones deportivos, sintiendo mi cuerpo derretirse en una vergüenza púrpura.

—Todo bien.

Me puse una camiseta ajustada de color oscuro y anuncié que estaba lista, dejando que la chica entrara a la habitación y se apoyara en la puerta, observando todo con sus curiosos y cariñosos ojos marrones. Tragué fuerte mientras cubría mi estado latente de vergüenza con un peine en mi cabello. Hoy era día de reunión y el escenario de todo sería la casa de los Jauregui, o sea, la mía.

Estaba indecisa sobre qué ponerme, pero con Camila aquí las cosas cambiaron mucho, no sé si ella optaría por uno de mis vestidos o si usaría algo de mi elección de cómo iba a la escuela. Olí su perfume muy de cerca y noté su presencia a mi lado en el espejo, vestía toda de negro hasta los tacones, sus pantalones de corte recto, su blusa negra de manga larga con cuello alto y sus tradicionales abrigos. Su cabello estaba liso, su encantador flequillo de solo unos pocos mechones le daba un aspecto juvenil y elegante en la cantidad justa.

Exudaba clase por cada poro.

—Buenas noches. —Saludó metiendo las manos en los bolsillos, podía escuchar las gotas golpeando el cristal de fondo, el trueno de luz en el cielo, era una linda tarde para dormir, aunque los Jauregui, Hernández y Hansen estaban bebiendo y comiendo. De todos modos, mi vida nunca sería un cliché, empezando por el hecho de que nací tan diferente, pero...

Quizás Karla Camila sea la conclusión más "obvia" de mis días existenciales en esta Tierra.

La perdedora enamorada de la chica más sexy de la escuela, aunque... La gente me miraba como un ser aterrador que podía matar a todos con solo una mirada y ella... Ella no era el típico hijo de puta popular.

Era un cliché, no tan cliché.

—Buenas noches. —Saludé dejando caer el objeto de plástico. —Te ves hermosa, ¿vienes de algún lugar especial? —Elogié, tratando de cumplir la promesa de que dentro de mí había una Lauren Jauregui más abierta, si ella quisiera mi amistad se la daría sin piedad.

Era suficiente.

Bueno... creí que era suficiente en ese momento.

45

—Fui a almorzar con Noah. —Ella sonrió emocionada, encogiéndose de hombros. —Le pedí a sus padres que me dejaran aquí.

Estuve de acuerdo, tragándome los ligeros celos que me invadieron, mostrando indiferencia y mordiéndome el labio inferior.

—Genial, ¿y cómo estuvo?

—Comí y bebí mucho. —Señaló evidentemente, porque ahora sabía de su afición por las bebidas alcohólicas.

—Eso es algo ya previsto. —Jugué y nos reímos juntos.

Me senté en la cama y avancé, invitándola a sentirse cómoda en mi habitación con paredes de color morado oscuro, casi azul, con una estantería, algunos dibujos abstractos, otros de bandas indie y alternativas. Esa era yo, entera, sin quitarme ni ponerme nada.

Camila - Camren (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora