Camila - Camren (+18)

XIV -كرو

Nota del autor: Este capítulo me pone ansiosa en el buen sentido.

Buena lectura.

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Ruptura (latín): Del latín ruptura, usado para ejemplificar cuando algo se rompe, se rompe una barrera, ya sea en el sentido literal, figurado o en la forma en que vemos a una persona.

Insight (irrastreable): Es un término en inglés que se utiliza para referirse al momento en que una persona de repente comprende algo, empezando a verlo de otra manera.

Cuervo: Popularmente, el cuervo se asocia con algo malo, sin embargo, para otros, encontrar un cuervo en realidad significa encontrar la verdad. Está vinculado al acto de posibilidad de descubrir nuevos aspectos de tu existencia.

Información que cambiará tus perspectivas sobre algo o alguien en tu vida.

Verdad (latín): Derivado del latín veritas. Atis. Tiene referencia en las formas latinas verĭtas, verĭtātis, asociadas con vērus, por verdadero, en la raíz protogermánica en *wēro. Verdad significa algo de acuerdo con los hechos o la realidad.

Fuente: Tierra, Wikipedia, Etimología y diccionario.

PLAY — Frío de Omar Apollo.

El sábado por la noche, dos de la madrugada, Dinah y Ally se habían ido durante aproximadamente media hora y yo me estaba preparando para ir a la cama y a unos días de la fatídica cita en la heladería. Era una agradable noche de verano, las calles estaban frescas y los sonidos de los insectos formaban parte de la banda sonora ambiental.

Como era de esperar, Camila y yo no nos vimos durante el resto de la semana, ni en los pasillos ni durante los descansos donde ella, de manera cliché, desaparecía con Noah en busca de un lugar tranquilo para que pudieran disfrutar de la presencia del otro en paz. Al parecer la pelea en el estacionamiento no fue tomada en serio. A pesar de todas estas observaciones, Madison y yo éramos más cercanas de lo que podría haber imaginado, sus consejos nos pusieron en temas comunes con los que ella parecía comprometida a ayudarme sobre Camila Cabello y mi amor platónico por ella en el que tanto insistía que existía, hasta Finalmente lo confirmé sin necesidad de verbalizar nada.

Usando solo mi ropa interior y una camiseta ajustada, tiré el peine sobre el escritorio de la computadora y sentí unas manos en mis ojos desde atrás, lo que me hizo congelarme de miedo.

—¡Bú! —Su maldito susurro me puso la piel de gallina, mientras el perfume incendiaba la habitación y me colocaba como la víctima fatal de aquel accidente.

Camila quitó sus manos de mi rostro y me giré rápidamente, la expresión de asombro en mi rostro pareció divertirla ante la risa ronca y cordial que soltó, llevándome a taparme la boca y hacer una señal de silencio, mientras la veía levantar sus manos, como señal de manos en rendición.

—Buenas noches. —Murmuró ahogadamente, aún sintiendo mis dedos en su boca, impidiéndole hablar en tonos más altos.

—¿Cómo has llegado hasta aquí? —Susurré indignada, ella se encogió de hombros y señaló la ventana.

Sus ojos rojizos y caídos, junto con su ropa corta y mucho maquillaje sugerían un final de la noche en alguna fiesta en algún lugar, de hecho, ella salía todos los fines de semana, eso era lo que aparentemente estaba descubriendo en ese preciso momento. Sin embargo, no parecía haber permanecido en la habitación por tanto tiempo, ya que su apariencia era muy ordenada y todo permanecía en su lugar.

—Salté por la ventana. —Se quitó el collar del cuello y lo dejó sobre la cómoda, mientras se acercaba y me abrazaba con ese tono gentil de siempre.