MARCELA
Estaba esperando a Roberto en su oficina, desde el accidente sigo trabajando, menos pero al menos me siento importante ayudando al que considero como un padre. Esperaba poder convencerlo de que Armando deje de insistir en que nos casemos, desde hace como un mes viene diciendo que lo mejor para ambos es que nos casemos. Yo no lo amo y al parecer eso él no lo entiende, cree que si nos casamos su padre al fin le dejara la presidencia.
-Buenos días – digo con una sonrisa al escuchar la puerta abrirse.
-Buenos días – dice una voz que no conozco.
-¿Quién eres? - pregunto extrañada, era una mujer que no podía reconocer.
-Oh soy la ayudante de don Roberto señorita – dice mientras se mueve por la oficina.
-No lo sabía – dije intentando recordar si Roberto me había comentado algo y no recordaba.
-Marcela – dice Roberto desde la entrada.
-Me han dicho que estabas esperándome, te presento a Beatriz mi nueva ayudante – continua hablando.
-No sabía que tenías una – digo.
-No me acorde de decirte, ¿de qué querías hablar? - pregunta una vez se sienta en su silla.
-Pues es sobre Armando, no deja de insistir que nos casemos – digo enfadada al recordar lo insistente que es.
-Al parecer no entiende – dice con tristeza.
-Me encargaré de que entienda que no voy a darle la presidencia aun que se case, sea con quien sea – dijo y escuche un ruido en la puerta.
-Gracias, ¿se ha ido? - pregunto refiriéndome a Beatriz.
-Si, le he pedido unos documentos – dijo y me despedí para luego ir a mi oficina.
Ya había recogido todo para irme a casa, estaba muy cansada y lo único que quería era llegar y descansar, estaba esperando al ascensor cuando noté un olor que no podía reconocer, era muy agradable, adictivo, no sabía de quién se trataba por lo general todos solían usar el mismo perfume siempre, así que este olor era completamente nuevo. Desde el accidente donde perdí la vista mis otros sentidos se han agudizado mucho, puedo reconocer a alguien solo por su olor.
El accidento ocurrió hace dos años, Armando, Mario y yo íbamos en el coche de regreso a casa, Armando había insistido en salir a celebrar, no sabíamos muy bien que pero siempre era una escusa que usaba. Era obvio que todos íbamos algo tomados, Mario insistió en ir en taxi pero Armando decía que no estaba tan borracho, que podía conducir sin problema. Por desgracia perdió el control del vehículo y chocamos contra algo, la verdad no recuerdo bien, solo despertar en el hospital y no poder ver. Según los médicos debido al fuerte golpe mi nervio óptico se había inflamado perdiendo así la vista, no sabían cuando la recuperaría, dijeron que podrían ser días, meses, años o incluso no recuperarla nunca. (advertencia: información inventada, no se si esto podría ocurrir, no soy médica )
Con el tiempo y la ayuda de Roberto y Margarita salí a delante, ellos me ayudaron a adaptarme a mi nueva vida, primero comencé por aprender a vivir sin ver y luego poco a poco me adapte al trabajo. Sin ellos no lo habría conseguido, por suerte en Ecomoda todos ponían de su parte para facilitarme las cosas.
BETTY
Mi primer día en Ecomoda fue genial, todos en la empresa son muy amables y mi jefe es un gran hombre. Cuando entré en su oficina me queda sorprendida al ver a una mujer muy hermosa, era como un ángel, me quedé muy impresionada por su belleza, ni si quiera sabía su nombre, pero no me la podía sacar de la cabeza, la vi irse en el ascensor, pero ella no me presto atención alguna, cosa que me hizo sentirme un poco mal, apenas la conocía y ya estaba así porque ni se fijo en mi.

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ONESHOTS MARCETTY
FanfictionOneshots cortos Marcetty Los personajes no me pertenecen.