Luego de hacer aquella promesa tan cruda y desgarradora, Jihyo limpió sus lágrimas y apretó los dientes, poniéndose de pie para al fin enfrentar al hombre que le causó tanto daño durante años.
– Sabía que eras un bastardo sin un poco de criterio – habló mirándolo – Pero no pensé que tanto.
– No me vengas a dar una cátedra de moral, Jihyo – giró los ojos el castaño con una sonrisa cínica – Menos tú, maldita prostituta.
– Prostituta con la cual se acostó tu prometida varias veces – atacó y la sonrisa en el rostro del mayor desapareció – Prostituta que fue contratada con un objetivo y terminó enamorándose, y cómo son las cosas – rió sin gracia – Mis sentimientos fueron totalmente correspondidos.
– Cállate, eso no es verdad – renegó con rabia – Sana no puede estar enamorada de ti.
– Puedes creer lo que quieras, ya no me importa – respondió con frialdad.
– ¿Cuándo aprenderás a respetarme, mocosa malagradecida? – escupió alzando su mano, apuntando a la rubia con su arma.
– ¿A quién crees que intimidas con un arma? – sonrió cínicamente caminado hacia el chico hasta que la pistola quedó pegada a su frente – Sólo te ves como un cobarde que no sabe qué hacer, ¿cuándo aprenderás a ser un hombre?
– ¡Cállate! – gritó bajando el gatillo, con la intención de asustar a Jihyo, pero esta seguía con una sonrisa en el rostro.
– ¿Vas a matarme? ¿Así como mataste a Somi? ¿Así como mataste a Yerim? ¿Así como mataste a Irene, tu amante? – le recriminó y el alto apretó la mandíbula – ¿O como mataste a Tzuyu? ¿Eh?
Sana, quien seguía estática no podía creer que Jinyoung haya hecho eso. Le costaba mucho trabajo asumir que el hombre con el que pensaba casarse, no era sólo un violador y proxeneta, sino que también un maldito asesino.
– ¿Por qué no peleas como hombre, Jinyoung? – cuestionó Jihyo apartando la mano del chico con brusquedad.
– ¿Cómo mierda sabes ni nombre? – interrogó.
– Tsk, tsk – chasqueó la lengua tras una breve risa – He esto muy cerca de ti todo este tiempo, ¿no logras reconocerme, Park?
– ¿De qué estás hablando?
La rubia miró de reojo a Sana y luego a Chaeyoung, quien asintió con su cabeza. Tal como ella le dijo...
Era momento de que el antifaz caiga.
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PROSTITUTE || SAHYO
FanficUna aventura alocada entre antifaces y sábanas blancas. CREDITOS : @PinguinaRompeQks