Capítulo 3.

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El chico al otro lado tenía la voz increíblemente temblorosa para el menor que escuchaba con cuidado. Landon se despedía con su mano y salía cerrando la puerta detrás de Kellin para darle privacidad.

Al instante bajaba un poco las luces de su cabina mientras que Bostwick se sobresaltaba un poco por aquello, pero un suspiro al otro lado de la línea lo obligaba a concentrarse. Con cuidado leyendo las notas en su computador repetía aquellas palabras escritas.

Relamía sus labios para intentar dejarse llevar, aquel tipo había pagado por eso, debía esperarse.

—Perfecto, Vic ¿que tienes en mente? Tomaré el papel que desees con tal de hacerte llegar esta noche.

Frunciendo su ceño al instante se acomodaba en el asiento, la silla era alta por lo que Landon no podía verlo del otro lado. Otro suspiro se escuchaba por parte del tipo llamado "Vic". Él se había quedado en silencio y el azabache también.

«Piensa, Kellin».

—Vic —pronunciaba su nombre con cierta duda, pero cerraba sus ojos y haciéndose hacía atrás exclamaba—. Somos tú y yo. Solo enfócate en mi voz y dime que tienes en mente. Prometo que valdrá la pena.

Más silencio que lo hacia impacientarse.

La notificación decía que eres nuevo ¿Has hecho esto antes? —preguntaba Fuentes más relajado y decidido a tener, lo que parecía ser, una conversación normal con el operador.

«¿Esto se puede o debo obligarlo a tomar un personaje?» se preguntaba el azabache.

—Soy nuevo, pero estoy dispuesto a divertirme y por sobre todas las cosas... —exclamaba—, quiero asegurarme que vuelvas a contactarme.

«Bien, Kells.» se felicitaba orgulloso de sus palabras.

En cierta forma, agradecía que su primer llamado fuera hombre. Hubiera sido un desastre si era mujercita y él tan homosexual que dolía.

De acuerdo. Hagamos esto, Lex... —soltaba el mayor en un suspiro casi perdiendo el aliento.

Aquel nombre falso había sonado tan perfecto con aquella voz dulce y masculina que sonaba algo reseca, especialmente porque se escuchaba incrédulo ante lo que el operador le estaba diciendo.

—Me gusta tu voz, Vic. —decía el azabache algo ronco para sorpresa del mayor.

El mismo carcajeaba incrédulo—. ¿No debería ser yo el que dijera eso?

El tipo le parecía difícil, pero eso no cambiaba el hecho de que estaba llamando a una línea erótica.

—Bien —cerraba las notas de su computador—, ¿Te gusta mi voz?

Es grave, demasiado —asentía como si el tal "Lobo" pudiese verlo, pero para sorpresa de este añadía—. Me encanta.

«Joder» el azabache no esperaba aquella respuesta.

Se removía en su asiento sintiendo algo de calor, había pensado que seguiría peleando y no que le halagaría de repente. Victor por su parte había quedado en silencio luego de haberle dicho la verdad sobre lo que pensaba de su voz.

Había incomodado a Kellin, otra vez.

¿Sigues ahí? —preguntaba el castaño quitando la laptop de su regazo.

—Lo siento ¿puedes repetirlo? —exclamaba el lobo con tono pícaro.

«Seguramente debe estar riéndose de mí» pensaba el empresario. Estaba comenzando a estresarse.

𝗘𝗿𝗼𝘁𝗼𝗳𝗼𝗻𝗼𝗳𝗶𝗹𝗶𝗮 | Kellic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora