Cap. 7

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Taehyung entró a su casa, e iba directo a las escaleras cuando una voz lo sacó de sus pensamientos.

— Hey, hijo, ¿cómo te fue? —la voz de su padre lo tomó por sorpresa. Regularmente él casi no lo veía por su trabajo.

Así que sonrió y se acercó cuando vio a su padre abrir sus brazos para que lo abrazara.

— Me fue bien, Jungkook es agradable, aunque aún tengo curiosidad de saber por qué tú y la señora Jeon querían que nos conocieramos. —Seokjin se rio y se sentó en su sofá.

— Veo que tienes el collar. —cambió de tema, y Taehyung no se dio cuenta de eso.

Taehyung se mordió el labio inferior, tratando de reprimir una leve sonrisa.

— Sí... La madre de Jungkook dijo que deberíamos de tenerlos ambos.

— Y tú el sol, ¿arderás en llamas por él? —se burló, haciendo que su hijo se sonrojara.

— Papá, por dios, no digas tonterías.

— Como sea, ¿haz hablado con tu madre? —se levantó del sofá y tomó su abrigo.

— No, y no quiero hacerlo. —al ver que su padre tomó su abrigo, dijo— ¿Te irás? —su padre volteó a verlo y asintió.

— Iré por algo aquí cerca, volveré pronto. Y, Taehyung, por favor, piensa en lo que te dijo tu madre, deberías de ir buscando una mujer.

Seokjin no estaba de acuerdo en casar a su hijo así, aunque era menos "egoísta" que él la escogiera, a que sus padres lo hicieran.

Tenía que casarse después de todo, no había de otra, y para que no hubiera problemas, la madre de Taehyung le estaba exigiendo que se casara lo más pronto posible.

Al ver a su padre salir, se dio la vuelta para subir las escaleras e ir a su habitación, pero escuchó la puerta abrirse, volteó a ver si era su padre, y cuando vio a aquella persona, frunció el ceño, y se volvió a dar la vuelta.

— ¿A dónde crees que vas, Taehyung? No seas mal educado. —habló aquella mujer, dejando muchas bolsas en la sala.

— A mi habitación, Amelia. —dijo subiendo las escaleras, pero de nuevo ella volvió a hablar.

— Taehyung, por favor baja, hablemos. —ella estaba tan cansada, no quería discutir de nuevo con su hijo. — Ven, siéntate. —ella se sentó en un sofá, y Taehyung, por más que no quisiera, tuvo que hacer caso.

Se sentó pero lo más alejado posible de ella.

— ¿Qué ocurre?

— Aunque no quieras, tendrás que casarte, Taehyung, y te estoy dando la oportunidad de que tú escojas a esa mujer, pero ya fue suficiente. —dejó salir un suspiro— Te presentaré a una hija de una amiga mía, se llama Chloé, es una chica muy linda, tal vez-

— No, Amelia, no me quiero casar aún. —la interrumpió. Y entonces ella se levantó enojada.

— ¿Acaso quieres morir, idiota? ¡Tienes 24 años! ¡Te quedan pocos años antes de cumplir los 30! ¡Si para ese entonces no te casas, morirás, entiende! —le gritó, haciendo que Taehyung se enderezara.

— ¡¿Y a tí qué te importa si muero?!

— ¡No me importa si mueres, por mí estaría perfecto! ¡Pero si piensas seguir en esta casa, deberás casarte! No quiero ser la madre de un marica, ¿oíste? —Taehyung se quedó callado, y Amelia sólo tomó sus cosas y subió las escaleras para adentrarse a su cuarto.

Taehyung arrojó el florero que estaba ahí, aventó las sillas, estaba enojado, estaba cansado de que su madre lo tratara así, y lo peor, no podía irse de ahí porque su padre se lo había pedido.

Años AtrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora