V. El club.

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1986.
Alexa's pov.
Un mes después.

Eran mediados de mayo, la primavera estaba casi por terminar y un verano que estaba segura sería memorable estaba por comenzar.

El atardecer comenzaba, había llovido hace un rato, el olor a tierra mojada se hacía presente y me deleitaba.
¿Mi situación actual? la señora Julieta me había 'citado' caminaba hasta su gran biblioteca con un poco de nervios, pues no sabía de qué se trataba, podía esperar lo peor.
Durante este mes pasamos varias reuniones del club, mi amistad con Jimena y Nancy se había reforzado, nos volvimos muy unidas las cinco, inseparables.
En las reuniones solemos llamar a las estaciones de radio para que pongan menudo, es por eso mis nervios, tal vez nos habíamos excedido un poco y la cuenta del teléfono había llegado... extremadamente grande.

Al encontrarme frente a la gran puerta de madera suspiré y toqué tres veces, inmediatamente la puerta se abrió y la señora Julieta me recibió con una cálida sonrisa.

— Hola, mi niña, pasa — me dijo haciéndose de lado para dejarme pasar.

Entré al mundo de grandes estantes llenos de libros, entre los pequeños sofás había una pequeña mesita en dónde se encontraban dos tazas previamente servidas con café.

— Siéntate — me ofreció tomando asiento.

Me senté manteniendo mi evidente nerviosismo, por supuesto que lo notó.
La mujer soltó una risita al ver esto.

— No estes nerviosa, no voy a regañarte ni nada por el estilo, solo quería hablar contigo de unas cuantas cosas — me explicó y dio un sorbo a su taza.

— Es algo bueno, de hecho, si eso te tranquiliza — sonrió — El maestro me ha dicho que trabajas muy bien, tienes excelentes resultado —

Una sonrisa se dibujó en mi rostro al escuchar sus palabras, mi mirada se desvió hasta una caja llena de discos de vinilo, por supuesto que no sé disimular nada y la señora Julieta se dio cuenta de ello.

— ¡Ah! esos son discos míos antiguos y algunos que los niños apartaron para ti, adelante, tómala — me dijo con una sonrisa.

Me levanté de mi asiento con una sonrisa y tomé la caja, volví a sentarme y la coloqué sobre mis piernas.

— Déjame decirte que estamos muy felices de que estés aquí, en este tiempo me he encariñado mucho contigo, eres una niña muy especial — mencionó.

— Jamás encontraré las palabras para agradecerle todo lo que ha hecho por mí, desde el primer día. Tiene un gran corazón — le mencioné con una sonrisa.

— Ve a tu cuarto a revisarla, para que la veas con calma — dijo refiriéndose a la caja.

— Gracias, en verdad —

— No tienes nada que agradecer —

Me levanté del asiento con la caja en mis manos.

— Una cosa más, ¿Podrías recordarme cuando es tu cumpleaños? — giré sobre mis talones y solté una risita.

— El doce de junio — respondí.

— Muy bien, la veré en la cena, señorita, cualquier cosa voy a estar aquí ordenando los libros —

Asentí con la cabeza y abrí la puerta con mi pie para después cerrarla, caminaba con una sonrisa sosteniendo la caja entre mis manos, había esperado lo peor aunque creo que sí deberíamos reducir las llamadas un poquito...

𝗔𝗦𝗧𝗥𝗢𝗡𝗢𝗠𝗜𝗔. | 𝗺𝗲𝗻𝘂𝗱𝗼.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora