VIII. Puerto Rico.

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Eduardo's pov.

Y así como nada, el auto se fue, dejándome una sensación de vacío, no sabía cuando la volvería a ver, desde el principio se sintió una gran diferencia en la casa, como si algo hiciera falta, y claro que lo hacía... subí a las habitaciones y al pasar por las de ellas y verlas casi completamente vacías alteró la química de mi cerebro, conocía a Alexa hace casi cinco meses y así de pronto volvió a irse de mi vida, claro que ahora es mi novia (y wow, que lindo suena eso, pero no es el punto) no sabía cómo lidiaría con estar tan lejos de ella, no es como si pudiera caminar 30 minutos cerca de aquí y verla, no, estaba a miles de kilómetros, o al menos lo estaría... la idea de ir a el aeropuerto y tratar de detenerla llegó a cruzar por mi mente, pero eran simplemente ideas estúpidas e irreales, mucho menos dejaría que abandonara ese sueño, pues miraba a sus ojos y notaba la ilusión que le hacía todo esto, pero al mismo tiempo, la notaba ansiosa, como si tuviera miedo, y eso me preocupaba, ahora tan solo me tocaba esperar a su llamada.

Alexa's pov.

El auto arrancó sin siquiera darme tiempo de procesar las cosas, pero eso sí, la sonrisa que tenía en mi rostro no se quitaba.

— ¿Nos vas a explicar qué pasó? — volvió a cuestionar Evolet.

— No pasó nada... — dije haciéndome la tonta.

— ¡¿Que no pasó nada?! Eduardo te acaba de dar un beso, y no uno en la mejilla, ¡en los labios! podría jurar que están enamorados, incluso que están saliendo — al escuchar estas últimas palabras de la mayor reí un poco — Ay por Dios, sí están saliendo... — habló al darse cuenta.

— ¿Es en serio? te dije que comía enchiladas con tortillas de harina y aún así te gusta — dijo Karem desde el asiento del copiloto y Julián rió.

— ¿Y tú de qué te ríes? — mencionó Karem a la defensiva.

— Pues me causa gracia como no se daban cuenta de cómo se coqueteaban estos dos — mencionó con una sonrisa burlona y sin dejar de ver el camino.

— Yo no le coqueteaba, él me coqueteaba a mí — lo corregí.

— ¿Y eso qué diferencia hace? te besó y tú lo besaste, estás feliz y no solo eso, están saliendo ¡Son novios! — continuó hablando Evolet.

Al parecer ambas chicas estaban realmente sorprendidas, negué con la cabeza divertida y miré el collar que colgaba sobre mi cuello, tomé el dije y me puse un poco más seria, oh no, aquí viene, pensamientos intrusivos reportándose.

— Bueno ya, dejando mis críticas a Eduardo de lado, ¿qué piensas hacer ahora? — preguntó Karem haciéndome salir de mi trance.

Aparté mi mirada del dije.

— ¿Ah? ¿Sobre qué? — pregunté con confusión.

— Pues sí no te haz dado cuenta, estamos yendo al aeropuerto, a Puerto Rico — recalcó.

— Antes que nada, ¿hace cuanto son novios y por qué no nos contaste? — preguntó Evolet.

— Todo pasó muy rápido, apenas ayer — respondí con algo de vergüenza.

— ¿O sea que el tonto te pidió que fueras su novia un día antes de que te largaras del país? la inteligencia lo persigue pero él es más rápido — mencionó Karem.

𝗔𝗦𝗧𝗥𝗢𝗡𝗢𝗠𝗜𝗔. | 𝗺𝗲𝗻𝘂𝗱𝗼.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora