VI. Hamburguesas.

217 6 7
                                    

Alexas's pov.
Junio, 1986.

Había pasado una semana de el que podría llamar mi mejor cumpleaños, el concierto de menudo estaba a poco más de una semana, once días para ser exacta, estábamos realmente presionadas con acabar nuestros vestuarios para ese entonces.
No tenía tarea y era jueves por lo que no había reunión del club, por lo tanto, tenía el resto del día libre prácticamente.
Me encontraba en la perfecta tarde de verano tirada en mi cama leyendo una revista de menudo que Karem me había prestado, ha decir verdad ya no le estaba poniendo tanta atención debido al millón de preguntas que me llegaban a la cabeza, las mismas de siempre y que eran imposibles de silenciar.
Abrumada por el sentimiento decidí dejar de estar encerrada en cuatro paredes en dónde mis pensamientos rebotan, dejé la revista de lado y me levanté de la cama, a un lado de mi tocador estaban los patines que Eduardo había conseguido para mí esa vez, los tomé por las agujetas y a su vez a mi walkman junto a un curioso cassette "refrescante" de menudo que no había salido de mi cabeza últimamente, sin darme cuenta estaba presenciando el lanzamiento de este álbum, era una señal para despertar.
Fijé el walkman en mi short de mezclilla y guardé el cassette en mi bolsillo, coloqué los audífonos reposando en mi cuello y bajé las escaleras con los patines en mano, sin dejar rastro y sin avisar a nadie salí de la casa, puesto a que lo único que quería era escapar, y patinar me daba esa sensación de libertad, me senté en las escaleras de la salida y me puse los patines, dejando mis zapatos en la entrada, coloqué el cassette y me puse los audífonos, emprendí camino sin destino alguno, tan sólo patinaba por las calles admirando la puesta del sol, como estaba en un punto ligero, un sol que te abraza y te hace sentir la calidez del verano pero al mismo tiempo el viento frío que envuelve a mi cuerpo y me hace caer en cuenta de mi cruda realidad, el que estoy aquí por una casualidad del universo que desconocía, me asustaba que fuera un sueño o algún día simplemente desaparecer y dejar todo esto atrás sin siquiera poder decir adiós, por eso tenía miedo de dormir.
El suceso del accidente llegó a mi mente y con ello, Victoria, sentí un nudo en la garganta al mirar enfrente y ver ese teléfono puse en pausa el cassette y bajé mis audífonos acercándome a este como si de un imán se tratase, al estar frente tomé el teléfono y marqué cada dígito del número de Vic, con mis manos temblorosas acerqué el teléfono a mi oreja y esperé.
La llamada fue atendida, sentí como si volviera a la vida.

— ¿Victoria? — pregunté.

— ¿Alexa? Madre mía, he tratado de contactarte por semanas, creí que algo te había pasado, me diste un buen susto, tonta — respondió la chica desde la otra línea.

— Perdón, estuve ocupada... ¿cómo va todo por allá? tengo muchas novedades, no sé cómo pasó pero ¡Voy a ir a un concierto de menudo! — le dije con entusiasmo.

— ¡No juegues! llévame contigo, prefiero eso que ir a peinar gente a televisa —

— ¿De qué hablas? — pregunté con curiosidad.

— Bueno, la persona que me está acogiendo ahora mismo es una estilista, normalmente la contratan para estas cosas y como no voy a la escuela aquí me ha estado entrenando y me pidió ayuda para este fin de semana —

— Imagínate que tengas que peinar a un famoso, piensa en grande loquita — reí.

— La que está pensando en grande eres tú — la llamada comenzó a cortarse.

— Vic, se corta, casi no te escucho —

— No me lo vas a creer pero... — la llamada cada vez era más difícil de escuchar — te vi en una... —

𝗔𝗦𝗧𝗥𝗢𝗡𝗢𝗠𝗜𝗔. | 𝗺𝗲𝗻𝘂𝗱𝗼.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora