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Cuándo Nat despertó vio una escena que le llenó el corazón, Win sentadito en la cama observando sus piernitas y un Max adormilado sonriendole a su bebé. Nunca había visto a Max sonreír, bueno, lo había visto sonreír sólo 2 veces y amaba esas arruguitas que se le formaban a los costados de sus ojos.
Se quedó varios minutos observando la escena, la sonrisa amorosa de Max y la mirada curiosa de Win. El ruido de una llamada interrumpió tan bella aura.
-¿Si? -dijo Nat al contestar la llamada.
- Natasitt, amor soy Mamá.
-¡Oh! Hola Mamá, ¿necesitas algo?
-Sí, necesito regañarte porque aun no has traído a mi nieto para conocerlo y ¡Ya han pasado varios meses jovencito! - Regañaba Bry como si fuera un cachorro.
- First me llamó y me dijo que hoy vendrá a casa para poder conocer a su Omega! Así que te recomiendo que vengas con mi nieto y tu Alfa si no quieres que te regañe otra vez, ¿Quedó claro cachorro? - terminó de hablar Bry con voz emocionada mientras Nat estaba rojo como tomate.
-Mamá ya hemos hablado sobre esto, tengo que conversarlo con Max.
—Está bien si no puede venir tu Alfa e hijo pero ven tú, te extraño cachorro.
-Si mami, te amo.
-Te amo cachorro - y así terminó la llamada
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-Max, ¿podemos hablar? - preguntó el menor
Alfa y Omega estaban en la biblioteca de casa de Max mientras Win estaba jugando en la alfombra con sus juguetitos
-Claro omega- decía mientras dejaba de lado su libro.
-Mis padres hoy hará una comida especial para First y Gulf, ellos desean que vayan tu y Win porque los quieren conocer- habló nervioso jugando con el borde su camisa.
-¿Y tu quieres que los conozcamos? Tu eres su madre y tu decisión importa. Por mi está bien que Win conozca a sus abuelos, la decisión la tomas tu omega.
-Si quiero que Win conozca a mis padres pero no sé si tu quieras conocerlos, aunque dijimos que iríamos lento no sé si te sientas presionado para dar un paso tan grande.
-Omega yo no me siento presionado por ti ni por nadie, me alegraría conocer a tu familia.
Nat solo le sonrió y abrazó, estaba muy emocionado.
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Nat estaba vistiendo al cachorro una vez había terminado de bañarlo. De sus partes favoritas de asear a Win es elegir su ropita, le daba ternura la ropa tan pequeñita a comparación de la suya.
Terminó de vestirlo con unos shorts, una camisa y unos pequeños tenis
Estaba con Win jugando en la sala cuando escuchó al mayor bajar las escaleras, era la primera vez que lo veía sin sus trajes o pijama, con una hoddie blanca, jeans rotos y unos tenis básicos. Nat podría admirar todo el día la belleza de ese Alfa que era su destinado.
Iban en la carretera que los llevaba las afueras de Londres, la familia de Nat no le gustaba lo ajetreado que era dicha ciudad así que vivían en el campo. La distancia era de 40 minutos y aunque estaban relativamente cerca a Nat se le complicaba visitar a sus padres por su trabajo.
El camino fue ameno, ir escuchando música lo hizo divertido ya que ver a Max bailar 'Single Ladies' fue un poco impresionante pero lindo. Nunca había visto al Alfa siendo ridículo, amaba esa parte de él.
El Alfa estacionó el automóvil donde Nat le indicó, le abrió la puerta como todo un caballero para que pudiera bajar. Sacó a Win de su sillita y lo cargó.
-Yo lo puedo cargar omega.
-No, yo quiero cargarlo por favor.
-Esta bien - Habló el Alfa con cara seria mientras ponía su mano en la cintura del omega.
Antes de llegar a la puerta, está fue abierta por sus padres
-¡Cachorrito, estás aquí!
-Hola mamá —dijo mientras se acercaba para abrazar a su madre dejando a Win en medio de sus cuerpos. El bebé tenía su rostro escondido en la fuente de olor del Omega.
-¿Quién es este Cachorrito tan bonito? Decía Bry hacia el alfita.
-Win - respondió el cachorro después de haber salido de sus escondite.
-Hola pequeñín es un gusto conocerte, soy Bry y soy madre de Nat y el es su padre.
-Hola, Naty es mi mami -hablo en voz baja pero seria causando una sonrisa en el rostro de Bry y Nat
Max observó toda la escena desde atrás, no quiso interrumpir el momento de su hijo con los padres de Nat pero notaba todas las miradas de la familia del pelirrojo.
-Hola mucho gusto soy Max, padre de Win. Agradezco su invitación a su hogar y es un honor estar aquí — dijo el Alfa con un porte dominante, voz seria y cara neutral.
-Mucho gusto Max, el gusto es nuestro y bienvenido a nuestro hogar- hablo con una sonrisa.
Obviamente conocía al Alfa de su hijo. El da clases de literatura y todavía recuerda a un Alfa de cabellos rebeldes y ojos poco expresivos que se sentaba al fondo de la clase. Fue el mejor alumno que a tenido y ahora es uno de los mejores escritores del mundo.
Esto no lo sabe nadie más que el, Max no recuerda mucho de su universidad ya que tenía cosas más importantes en las que estar concentrado.
Entraron los cuatro a la casa de los padres de Nat, el pelirrojo presentó a Win como su cachorro y a Max como su Alfa. Tal vez fue muy apresurado pero tarde o temprano eso sería verdad y prefería ahorrarse tener que dar explicaciones en un futuro a su familia.
