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Pasó una semana desde la primera vez que Natasitt y Max habían estado juntos, mínimo tres días en la semana alfa y omega hicieron el amor ya que en esos días los padres del alfa se llevaron a Win a su casa para el cachorrito pudiera convivir con sus abuelos. Obviamente la pareja de alfas no tenía conocimiento de lo que sucedía cuando Nat y Max estaban solos en casa.
Hoy era sábado, el pelirrojo seguía sin tener inspiración para poder escribir su relato así que Max decidío darle una experiencia de la cual escribir. No es como si el alfa fuera un dios del sexo pero se consideraba alguien que daba mucho de que acordarse a sus parejas.
Nat se encontraba en la habitación de Max, estaba atado, con sus hermosos ojos vendados. Su cuerpo sintió el frío de las sábanas que rozaban su piel, el clima es frío pero aún así el Omega siente mucho calor dentro de su cuerpo por estar en la situación que se encontraba.
El alfa había decidido romper su rutina, se lo dijo al Omega y este aceptó ser participe de un juego de sumisión en el que estaba a la disposición de los deseos del amo, su alfa.
Max se acercó al rostro de Nat provocado que el Omega sintiera la respiración del mayor en su rostro haciendo que se le erizara la piel- Voy a comenzar y espero estés preparado omega— Natasitt movió su cabeza de arriba abajo para confirmar que estaba listo.
El alfa comenzó dándole besos en su rostro, mientras sus manos bajaban delicadamente por su cuerpo disfrutando y detallando cada parte del cuerpo de su hermoso omega. Bajó hasta acariciarle las piernas lechosas y regordetas al omega, su boca le daba apasionados besos dando como resultado gemidos por parte del omega. Max lentamente fue bajando por el cuello del pelirrojo, los besos iban humedeciendo su piel sensible.
Lo besó detrás de sus oídos sensibles, su boca transmitía su calor; esos besos suaves pero intensos calentaban al Omega haciendo que su deseo se hiciera evidente sintiendo humedad formándose entre sus piernas, sus pezones endureciéndose.
El Alfa empezó a bajar por el pecho del omega con rápidos besos que sensibilizaron el área, siguió su camino hacia el ombligo, la zona del abdomen del pelirrojo fue llenada de los cálidos y humedos besos, de su ombligo dibujó una fila de besos hasta llegar a las bragas de encaje del omega; ahí se detuvo.
El quería que los besos húmedos siguieran el camino que había indicado pero el alfa haría sufrir un poco a Nat. El pelirrojo pudo sentir al alfa en sus piernas colocándole algún tipo de abrazaderas en los tobillos las cuales tenían una barra extensible para mantener separadas las piernas, Natasitt se sintió atrapado con esa barra pro al mismo tiempo le excitaba. Nat sintió el peso de Max colocándose levemente encima de él.
-Te ves hermoso cariño- habló con voz ronca debido al deseo. Comenzó acariciar su cuerpo suavemente, Nat sintió las manos del Alfa en su pecho, sus dedos realizaban movimientos circulares sobre la aureola de sus pezones sin apretar, ese roce le causaba muchas sensaciones, casi no podía sentir su tacto, pero eso eriza a su piel causándole placer; una de las manos de Max baja hacia su ropa interior, el ruido de un aparato que se enciende y vibra justo en su entrada hace que le omega mueva inconscientemente las caderas esquivando la vibración.
Max tortura al pelirrojo haciendo que se quede en su entrada varios segundos donde el Omega siente una ligera vibración muy excitante, Nat trataba de cerrar las piernas pero le era imposible ya que la barra lo detenía, intentaba bajar sus manos pero una soga lo mantenía sujeto. Estaba a la disposición de los pensamientos más excitantes de su alfa.
Al omega solo le quedaba disfrutar las sensaciones que Max provoca a con sus pequeños roces, llegó un momento en que las vibraciones aumentaron, ahora eran más fuertes y rápidas, Nat sintió el peso de Max sobre su cuerpo nuevamente mientras el alfa besaba su cuello; siente un leve viento frío en su piel, usa algo frío para acariciar su cuello, es un hielo, bajando lo hasta sus pezones, siente como se derrite sobre las puntas de sus pezones que reaccionaban a ese frío, era un tortura que causaba placer, el alfa acariciaba lentamente haciendo que los sentidos del Omega despertaran; mantiene un ritmo lento que desespera al omega hasta que el ritmo de vibrador aumenta, el Alfa le había elevado un nivel.
De un momento a otro el alfa le arranco las bragas de encaje, Nat se lamenta en silencio ya que recién las había comprado, Max tendrá que comprarle varias docenas para reponerlas. Por ahora disfruta su ímpetu, Max lo domina completamente y eso lo pone muy caliente. Quedó a la interperie, se sintió expuesto; el omega se imagina como lo mira el alfa con deseo, de solo imaginarlo el Omega se humedece y el lubricante viaja por sus piernas, su cuerpo está a punto de explotar
-Te prohíbo tener un orgasmo sin mi permiso, si lo haces tendré que castigarte y será muy doloroso para ti omega
Las vibraciones no le dan tregua, además ahora tiene una mano rodeando su miembro y un pulgar frío haciendo movimientos circulares en la punta, es un suplicio, Nat trata de contenerse, su respiración entrecortada y cuando piensa que no podrá contenerse, él se detiene en seco, desata sus manos y el pelirrojo se siente confundido, hace un amago de hablar pero es detenido.
-No lo hagas, recuerda que harás lo que yo te diga, no te preocupes solo dejate llevar por el placer y disfruta- el omega escuchó el tono de voz grave que tanto lo calienta.
Bruscamente Nat es volteado boca abajo, levanta su trasero, Max ata sus manos en la espalda y empuja la cabeza del omega al colchón provocando que su pecho se pegué a la cama y su trasero se levante más -Prepárate para disfrutar, recuerda mis reglas Natasitt, no quiero castigarte, debes resistir - Su voz se anticipa al placer del omega haciéndolo temblar.
El vibrado empieza nuevamente en su máximo nivel, el Alfa lo empuja hacia el interior, fue una delicia para el omega sentirlo vibrar directo en su próstata y fue una delicia para el alfa verlo retorcerse de placer.
-No tienes permiso, tienes que soportar omega - Dijo Max cuando notó el miembro del Omega a punto de explotar.
El alfa había extendido más la barra dejándolo más expuesto, Nat sintió la lengua del Alfa en su entrada, lamiendo al rededor del vibrador. Max alternaba las caricias de su caliente lengua con las vibraciones del aparato en el interior de Nat. La lengua del mayor estaba sobre la base del miembro de Nat mientras el vibrador hace su función. Esa succión y vibración al mismo tiempo hacen perder el control del Omega, cuando el pelirrojo siente que ya no aguanta Max saca el vibrador del Omega sin darle un respiro ya que de una fuerte estocada mete su miembro en la estrecha cavidad.
Max lo sujetaba fuertemente de los glúteos, la penetraba rápidamente, como si supiera que en algunos segundos se vendría pero cuando Nat estaba a punto de llegar al orgasmo el alfa baja el ritmo de sus embestidas, ahora son largas y profundas. Nat se contrae al rededor del caliente miembro del Alfa.
Max da fuertes azotes en el trasero del Omega dejando marcas rojizas que causan más excitacion en el omega, las embestidas de Max se vuelven más rápidas y duras, siente como va creciendo el nudo del Alfa en su interior.
-Alfa dejame llegar, quiero sentir el placer y mojarte con mi deseo, ya no aguanto, déjame venirme por favor- Max seguía embistiendolo con fuerza, más rápido y más profundo que hizo gritar al pelirrojo, las fuerzas abandonaban el cuerpo del omega hasta que escuchó las palabras que tanto anhelaba -Puedes hacerlo omega, puedes llegar a tu máximo placer- El omega grito, su cuerpo convulsiono mientras sentía el nudo de su alfa ensancharse, su alfa también había llegado al orgasmo. Cayó boca abajo en la cama manchando su pecho de sus propios fluidos
Max desató las muñecas del omega, le quitó la venda de los ojos y lo acostó de manera cómoda- ¿Estas bien Omega? Se que te sientes agotado pero necesitas tomar agua- Seguían unidos por el nudo de Max. El Alfa espero 19 minutos hasta que pudo sacar su miembro del Omega. Lo acostó boca arriba y le tendió una botella de agua.
-Omega bebe agua, necesitas hidratarte -Nat tomó la botella y la bebió mientras el alfa caminaba hacia el, desnudo, con una toalla en la mano. Max le limpio el abdomen y su trasero para quitar los residuos que liberó, cambio las sábanas mientras el omega estaba en el baño. Se acurrucaron, el Alfa le daba mimos para así quedarse dormido en brazos de su amor.
