POV: Hayami
Era un lunes, y desperté en la cama de mi mejor amigo como de costumbre. Lee Minho, mi amigo desde que teníamos 4 años, se encontraba aún durmiendo tranquilamente bajo las cómodas sábanas de su cama. Suspiré al notar el horrible dolor de cabeza que tenía, probablemente a causa de la fiesta a la que atendimos ayer.
Era una costumbre que teníamos: salir cada fin de semana a una fiesta ya fuera el viernes, sábado o el domingo, aunque procurábamos evitar el último. Claramente, esta semana había sido una excepción de eso.
Me levanté cuidadosamente, no queriendo despertar a Minho. Agarré uno de los uniformes que tenía en su armario (ya que me quedaba tan regularmente, tenía mi propia parte en su armario), me lo puse y luego decidí despertarlo.
Me acerqué a la cama y le di un beso en la frente, siempre intentaba despertarlo con suavidad ya que su humor no solía ser el mejor por las mañanas. Fruncí el ceño por la falta de respuesta del chico, y decidí hablar.
— Llegarás tarde al instituto si no despiertas, Min.
Solamente obtuve un gruñido como respuesta por parte del pelirrojo, lo cual hizo que yo misma me frustrara hasta que se me ocurrió una idea.
— Min, tu madre está en casa, si fuera tú me daría prisa en prepararme.
El chico rápidamente se sentó sobre la cama sin dudarlo un segundo más, sorprendiéndome un poco en el acto. Le había mentido con lo de su madre, ella estaba ausente hoy como solía estarlo casi siempre debido a que se iba a beber, drogarse, apostar o quizá cosas aún peores. Aun así, era la mejor excusa que se me ocurrió para levantar a Minho.
— ¿Mi madre está en casa? — preguntó con su voz ronca de recién despertado, sonando algo agitado.
Minho nunca se había llevado bien con su madre, no desde que su padre los abandonó, haciendo que ella se volviera alcohólica, drogadicta, adicta a las apuestas e incluso cosas peores considerando que era relativamente joven aún. Era una pena que una mujer de apenas 34 años desgastara su vida de esa manera, pero fue su propia decisión al fin y al cabo.
— Era simplemente para hacer que te levantaras más rápido, ella no está aquí, puedes tranquilizarte — le expliqué.
El suspiró con alivio y me dedicó una mirada, notando que ya estaba vestida con el uniforme y lista para ir al instituto.
— Ahora me cambio y vamos juntos, espérame abajo.
Asentí a sus palabras y salí de su cuarto con las tiras de mi mochilla ya puestas sobre mis hombros, cerrando la puerta de su habitación detrás mía. Llegué a la sala de estar y decidí agarrar una manzana verde de la nevera de Minho, dándole un mordisco y haciendo que el líquido ácido de la fruta que tanto me gustaba inundara mi boca. Aún seguía con la resaca del día anterior, así que tomé algo de agua y una pastilla para aliviar el dolor de cabeza que me estaba matando.
Minho no tardó demasiado en bajar, saludándome con poco afán y dedicándome una pequeña sonrisa a desgana. Realmente estaba de mal humor por las mañanas, y supongo que su resaca tampoco ayudaba a la causa.
— ¿Vamos? No quiero llegar tarde — dije, viendo que ya eran cerca de las 7:48am.
— ¿Por qué no puedes ser más cómo yo? No entiendo porqué te preocupas por tus estudios si se te dan mal igualmente, Ami — se quejó, caminando conmigo hacia la puerta de su casa.
— Tengo un padre al que enorgullecer — respondí.Él simplemente suspiró y siguió caminando a mi lado.
Mi relación con mi madre era horrible: ella aprovechaba cada oportunidad que tenía para golpearme sin importarle el daño que me pudiera causar física y mentalmente, así que con el tiempo aprendí a curar mis propias heridas. Aun así, mi padre era todo lo contrario a ella. Él me cuidaba cuando no estaba de viaje por trabajo, intentaba hacer que mi madre dejase de golpearme y se esforzaba para poder mantenerme. Así que lo mínimo que podia hacer por él era tener notas al menos decentes.
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[ESP] 𝐎𝐮𝐫 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 || 𝖧𝖺𝗇 𝖩𝗂𝗌𝗎𝗇𝗀, 𝖫𝖾𝖾 𝖬𝗂𝗇𝗁𝗈
Fiksi Penggemar- Tres pensamientos, tres personas, tres historias que se cruzan: «¿Por qué me hieres y luego me cuidas en secreto?» «¿Por qué me mantengo fiel a ti si no somos nada y por qué siento lástima por ti?» «¿Por qué no puedo decirte como me siento?» - His...