La Melodía Del Vampiro. La Historia De Nemilus Dracul.

Stelian Lupei

Estelian Ghenadie. 
Ahora se apellida Lupei, es el nuevo miembro en todos los clanes, el chico es todo un acontecimiento ya que nació como vampiro solo un mes antes de que todos los clanes decidieron que no habrían más nacimientos,
Descendiente directo de Iván Lupei, por una rama mortal, ahora es el hijo más joven.
-Stelian anoche saliste a alimentarte y fuiste sólo.
La mirada reprobatoria de Iván se posa en el rostro de aspecto aniñado.
-Padre no tardé, además oculté muy bien mi rastro.
El joven vampiro esperaba convencer a su estricto padre.
Iván apretaba la quijada hasta que un sonoro golpe estalló en el silencio, la mano de Iván Lupei se estrellaba en la superficie de madera, haciendo que varios vampiros observen curiosos la escena.
-¡Quiero que entiendas el peligro al que te expones.
La mirada iracunda no intimidaba al pequeño ser.
-Quedas a merced de los cazadores, de algún seguidor de Dracul, o cualquier otro clan igual de peligroso.
Iván rogaba que su hijo más joven entendiera aquel peligro.
Dragos entró con pasó firme escuchando todo desde la lejanía.
Iván al sentir la presencia de su hermano volteó a verlo.
-Dime Dragos...
Antes de hablar el vampiro observó a su hermano y sobrino, sabe que las noticias no son favorables pero no las puede postergar.
-El que no tiene nombre ha rondado el pueblo. Y ahora su apetito parece insaciable.
La mirada severa de Dragos Lupei observa a Stelian.
-Estuvo muy cerca de Stelian pero no pudo ubicar su localización.
Stelian sintiéndose expuesto observó con temor a los dos vampiros.
-Ya les dije que oculté mi ubicación.
El pequeño vampiro era de una belleza increíble. Casi angelical, atributo que resaltaba más por la transformación al detenerse su edad biológica. 
Era famoso por que a pesar de ser tan joven poseía habilidades que sólo los vampiros más viejos tenían. 
También empezaba a ser llamado el exterminador, gracias a la fría, rápida y potente ferocidad para despedazar a sus oponentes era épica.
En edad humana apenas había llegado a los dieciocho cuando su pariente lejano lo encontró.
Stelian supo que clase de seres eran aquellas personas en su sangre mortal corría la misma sangre de los Lupei.
Así que no hubo resistencia para la vinculación.
Stelian poseía interesantes habilidades. La más útil era ocultar su presencia, y camuflarse entre los vampiros para ser confundido con un humano cualquiera o simplemente hacer que su aroma pase inadvertido delante de otros vampiros. 
Igual poseía la capacidad de manipular los sentimientos de las personas, pero no funcionaba con los vampiros antigüos, podía manipular las mentes de los más jóvenes para confundirlos, pero los vampiros milenarios como Dragos o Iván eran inmunes. Sin embargo era una invaluable arma en los momentos en que se enfrentaban a otros vampiros mucho más jóvenes, que eran quienes atacaban a los clanes, pues los vampiros más antiguos no se arriesgaban, al ser detectados por los clanes, podían detener ataques además de que su fuerza era increíble para un ser de constitución tan frágil y eso lo hacía pasar inadvertido.
A simple vista, el muchacho era hipnotizante, bajito, de un metro sesenta, delgado y muy frágil, con una apariencia muy dulce, pero en batalla su sonrisa era una sentencia de muerte.
Haber sido transformado en una edad temprana le permitió desarrollar una fuerza a la que muy pocos neonatos sobrevivían. Sin embargo a este chiquillo no hubo necesidad de aniquilarlo por perder el control y de haber sucedido tal situación sería Iván quien lo hubiera exterminado. Pero con el joven vampiro las cosas nunca resultan como se esperaba, pues a los pocos días de su transformación mostró enorme valor para despedazar a un grupo de cincuenta vampiros que planeaban derrocar a su padre y apoderarse del clan.
Aquellos infelices nunca pudieron encontrar a Stelian, y cuando lo tuvieron frente a frente lo subestimaron ya que a una velocidad de ráfaga, Stelian los desmembró sin necesidad de ayuda, aún el último vampiro reía cuando el muchacho de la manera más fría le arrancó la cabeza y despedazo su torso.
Pero eso no evitaba que Iván se sintiera intranquilo cuando su vástago más joven salía sin protección. Ya que no habría fuerza que lo ayudase si se encontraba con Nemilus o algún otro vampiro milenario.
Un incómodo silencio reinó en la sala.
-No conozco a Nemilus Dracul, sin embargo no le tengo miedo.
La voz arrogante de Stelian hizo que Iván soltara un golpe más sobre la mesa.
-No confíes tanto en tu fuerza, que Nemilus ha barrido con clanes enteros el sólo. Con la mirada perdida, Iván continuó hablando -a demás, eres joven e inexperto. Nemilus ha vivido más de quinientos años, es uno de los más fuertes.
Dragos los miró a ambos. -Es hora de preprarnos.
La naturaleza de Dragos Lupei era la de un guerrero. Pero Iván era más analítico y muy cuidadoso al elegir sus batallas. No en vano era el líder.
Iván levantó la mano para hacer callar la sala.
-Por la naturaleza de estas muertes humanas, puedo pensar que Dracul está desesperado, pero no siento que sea un inminente ataque a los clanes.
La mirada inconforme de Dragos recorrió el rostro de su hermano, y con una profunda reverencia se disculpó.
-Mi señor, espero sus órdenes.
Iván admiraba a Dragos, sabía que aquel vampiro moriría por defender al clan.
-Dragos, que una escolta ande cerca de Stelian.
La mirada interrogante del muchacho, no inmutó al príncipe Iván.
Estando solos Dragos e Iván caminaban por uno de los pasillos del castillo.
-¿Qué opinas de los ataques?
Dragos intentaba comprender la actitud tranquila de su líder.
-Bueno, -Iván rascó su barba mientras parecía escoger sus palabras, -estos ataques más parecen intentos desesperados de mitigar algún sentimiento de abandono, es como si esperasen la aprobación de alguien.
La mirada penetrante de Dragos observó a Iván.
-Esta pensando en buscar el alba.
Un suspiro largo salió de Iván.
-Nemilus ya empieza a resentir la soledad.
Dragos meneó la cabeza en forma negativa.
-Mi señor, eso lo hace aún más vulnerable e irascible. La chispa de emoción era notoria en Dragos.
-Podemos atacarle y exterminarlo de una buena vez.
Iván siguió caminando, con la vista fija al frente.
-Eso sería una bajeza Dragos, nunca haría yo algo así.
Volteando a ver a su hermano con mirada severa afirmó - y nunca permitiría un ataque de esa manera.
A lo lejos se acercaban Ivantie, Dalca, Lohana y Velkan.
-Nos llegaron, noticias.
Velkan Lupei saludó a los vampiros con una reverencia. 
Mientras Lohana se posicionaba a un lado de Iván, quien de inmediato la abrigo protectoramente. Dragos hizo lo mismo con Ivantie, mientras Dalca y Velkan se tomaban de las manos.
-Nemilus acudió a Razvan Fog y Petru Soare.
Iván miró al grupo y señaló la puerta pesada y antigua delante de ellos.
El grupo de vampiros entró.
Si esta comitiva anduviera en las calles de manera casual, las personas creerían que el fin del mundo había llegado y ángeles andaban sueltos en la tierra.
-Dime que más sabes, Iván se sentó en una pesada silla de incalculable valor histórico.
Dalca abrazó a Velkan mientras con su mano izquierda se peinaba su larga cabellera.
-El que no tiene nombre fue a buscar a Razvan. Parece que necesita algunas respuestas pero es toda la información que tenemos.
Dalca volteó a ver por el lugar buscando con la mirada a Stelian.
-¿Por qué no esta Stelian con nosotros.
Un suspiro cansado sonó en Iván.
-Stelian salió anoche en solitario para alimentarse. Y Dragos informó que Nemilus y tu hermano estuvieron cerca, pero no pudo ubicar la presencia de Stelian.
El grupo empezó a murmurar por la osadía de Stelian.
-Su destino es encontrarse con el príncipe terrorífico.
La voz apacible de Ivantie hizo voltear a todos. 
Ivy como era conocido, también podía ver fragmentos de lo que sucedería.
Pero a diferencia de Razvan, estos no siempre eran muy cercanos y tampoco proporcionaba momentos detallados.
Lohana apretó la elegante camisa de corte moderno de Iván.
—Iván por favor, habla con nuestro hijo. Lohana sonaba afligida.
Iván miró a su familia,
-he hablado con él, y ordené que una escolta lo acompañe siempre.
Ivy miró a su cuñado y con total seguridad sentenció...
-No habrá escolta que impida ese encuentro. Sólo te diré que esto va a suceder y los cambiará por completo a ambos.