La Melodía Del Vampiro. La Historia De Nemilus Dracul.

Por siempre para ti

Después de la vinculación y de proclamar entre los clanes vampíricos a Stelian como su pareja de vida, Nemilus y el muchacho se retiraron de todo contacto con otros clanes, poniendo así una sana distancia entre ellos y los problemas con otros vampiros que parecían no tener fin mientras estos no aceptasen la coexistencia humanitaria entre vampiros y humanos, con lo cual Nemilus ya había hecho las paces desde hacía varios meses.

En el castillo Dracul Ion Lupei fue recibido por la pareja, ya que él hermano menor de Stelian, a diferencia de Dalca e Iván, no juzgaba a su hermano, por el contrario fue su aliado.
—Entonces, ¿romperás relaciones con el clan?, Ion observaba a su hermano, este seguía siendo el mismo chiquillo, pero había algo más brillante en él, Ion reconoció que era el lazo inequívoco de la pareja eterna.
Stelian apoyó su cabeza en el hombro de su hermano, ambos estaban sentados frente a una vieja fuente que lanzaba agua fresca, a Stelian le encantaban las fuentes.
—Sí, no voy a exponer a Nemilus, no haré que jure lealtad.
Ion abrazó a su hermano, —bien, padre no lo entenderá pronto, pero lo hará, mamá obvio vendrá a comprobar que estés bien, después de todo eres su bebé y Ozana no permitirá que te alejes, dijo Ion burlonamente.
Stelian se acurrucó en sus brazos y susurró, —gracias.
Nemilus observaba de lejos, Ion estaba sorprendido de la conducta del milenario vampiro y de la confianza que este le daba a su pareja.
No se mostraba posesivo como Dalca o el mismo Dragos, eso le decía mucho a Ion, además de que Nemilus poco a poco había aceptado a Ion y Ozana, lo mismo que a Lohana, toda vez que descubrió que sus intenciones eran solo seguir frecuentando a Stelian; y no separarlo de él.
Stelian e Ion no se hacían ilusiones de ver a Nemilus y a Iván sentados platicando civilizadamente, pero había paz y eso era suficiente para todos.

Stelian volvió a ver a su antigüo clan, pero había renunciado a ser parte de él, eso implicaría que Nemilus tendría que jurar lealtad a Iván, y el joven vampiro no condenaría a su pareja a algo así,  dejando claro que lo aceptaba como este era, aún con todas las matanzas en su cuesta y su naturaleza despiadada ante sus enemigos.
Ese era Nemilus antes de conocerlo, ahora no tenía que cambiarlo, pues eran seres con naturaleza propia, pero por sí sólo el imponente ser dejó las matanzas crueles, para seguir como antes matando a los indeseables. Y las cárceles estaban llenas de ellos, así que se abastecía a su gusto, una macabra sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro.
Iván respiraba tranquilo sabiendo que Stelian había sobrevivido a la vinculación, también confiaba en la promesa de que la pareja Dracul había hecho, la de no meterse con ellos ni con otros clanes a menos que estos los amenacen.
Si bien había perdido un hijo, también sabía que un paso en falso le haría ganar a dos invencibles oponentes.
Riesgo que no correrían por el bien de todos ellos.
En medio de la espesura del bosque la pareja se prodigaba tiernos besos.
—Ha pasado un año desde que el vínculo tuvo lugar, sonrió Nemilus tan seductoramente como la muerte misma, —Y tu sangre sabe aún mejor que cuando te conocí.
Una sonrisa casi infantil adornó el rostro de Stelian. —La tuya igual sabe delicioso, nunca tengo suficiente de ella, una mirada pícara destelló en el rostro angelical, —ni de tí.
—¿Me estás proponiendo algo mi dulce ángel exterminador?
Nemilus se rozó en el trasero de Stelian, con aquella polla que solo desataba el deseo de su pareja.
—Te lo estoy exigiendo, ronroneo Stelian ondulando su cuerpo ante la cercanía del vampiro.
—Sigues siendo un niño malcriado, lo bueno es que tengo toda la vida para educarte.
Una mordida en el cuello de Stelian hizo gemir a este.
—¿Me educarás aquí, en medio del bosque?.
—Te educaré donde sea, arrancando la ropa del muchacho, Nemilus lo empotró en un árbol, —en medio de la noche oscura y solitaria, junto con los cantos de los búhos y el aullido de los lobos; —la voz grave de Nemilus excitaba a un jadeante Stelian. —gime más fuerte Stelian, quiero que te escuchen en todos los clanes.
Stelian obedeció a Nemilus, por causa del placer que el poderoso vampiro le propinaba al meter con fuerza su pene erecto en la cavidad del pequeño trasero de Stelian.
—Por favor Nem, dame más.
Escuchar su diminutivo con tanto deseo, hizo que Nemilus empuje con más fuerza dentro del interior del muchacho que acariciaba su miembro excitado.
—Te amo, —Gruño Nemilus, y vertió su escencia dentro de Stelian quien al sentirse lleno apresó con más fuerza arrancando hasta la última gota de la turgente erección, mientras Nemilus succionaba la dulce sangre de Stelian 
Ese elíxir delicioso y único, capas de saciar su apetito voraz, el placer que le propinaba el intercambio era parte del juego previo a la hora de hacer el amor, algo que Stelian disfrutaba con ansias, pues podía degustar a su amado vampiro. —¿Listo para seguir?, la mano de Nemilus bajó hasta el miembro de Stelian, cubriendolo en su totalidad mientras lo recorría subiendo y bajando en un ritmo continuo.
—Sí, estoy listo, Stelian se ofreció para que Nemilus tuviera mejor acceso a su pene.
Nemilus sonrió, al tiempo que sus manos recorrían la espalda de Stelian mientras la otra masajeaba el pene.
No tardó mucho en llegar al explosivo orgasmo, siendo la noche un testigo silencioso de su amor mutuo y de un sensual gemido por parte de Nemilus al sentir su sangre correr hasta la pequeña boca de Stelian.
—Te amo, Nemilus salió del interior de Stelian. Alejándose un momento y dando una pequeña palmada en las suaves nalgas  desnudas del chico.
Stelian contrajo el trasero, esa era la señal que Nemilus hacía para que expulsara el semen de su interior, sólo para saciar a su pervertido vampiro que amaba ver su semilla saliendo de ese sonrosado ano y escurriendo entre las blancas y delgadas piernas.
Nemilus gruñó ante la visión, desnudo como estaba Stelian lo tomó en brazos completamente saciado y satisfecho. —vamos al castillo, debo hacerte el amor toda la noche y probar más de tu sangre.
Stelian rio entre dientes, amaba provocar al gran vampiro.

Una vida larga, plena y pacífica le esperaba a la pareja. Y querían disfrutarla por cada año que sufrieron en soledad con miedo a no encontrarse nunca y ser víctimas del alba.
El imponente nombre de Nemilus Dracul ahora parecía más una leyenda, al grado de que muchos vampiros pensaban que el antigüo ser había sucumbido al amanecer.
Y así la pareja era feliz. Siendo sólo ellos y nadie más.

Dragos siguió frecuentando el castillo Lupei, ahora era más por ser sociable, el e Ivy viajaban por el mundo, ya que Ivy era un excelente maestro de historia.

Ion y Ozana siguieron en su propio castillo, ahí disfrutaron de su soledad aunque la pareja sí mantenía relación estrecha con Stelian y Nemilus, quien resultó apreciar bastante a Ion Lonesco, ya que este se preocupaba verdaderamente por su hermano menor, al cual nunca juzgó.

Dalca y Velkan vivían con Iván y Lohana, pero apreciaban los espacios de soledad en el refugio de animales que Lohana había cedido a Velkan, recorrían ciudades enteras y aplicaban castigos severos a los que abusaban y maltrataban animales.

Iván por su parte, siguió manteniendo relaciones diplomáticas con varios clanes. Poco a poco aceptó que Lohana visitase a su hijo en el castillo Dracul, se sorprendió al saber que era tratada con sumo respeto, cuando Ion le platicó de cómo Nemilus los aceptaba y de la libertad que tenía Stelian para recibir a familia. Como padre estaba más que bien servido.

Algunos vampiros antiguos tomaron a su resguardo a aquellos vampiros huérfanos, proporcionandoles conocimientos más éticos. Con ello no volvió a aprobarse nuevas transformaciones a menos que sea por vínculo de pareja eterna.

Los cánticos de sangre todavía sonarían, porque los vampiros no habían sobrevivido en vano.