Ante Iván

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Stelian se mantenía alejado de todos y de todo. Desde la última vez que vio a SU vampiro, no volvió a ser él mismo.
Ahora cada maldito día caminaba como zombie queriendo sentir los primeros rayos del amanecer, en lugar de dirigirse a la oscuridad y seguridad de su alcoba, pero reaccionaba cuando su piel se quemaba por los primeros rayos del sol y confundido lloraba al darse cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Profusas marcas en su piel atestiguaban la profunda tristeza con la que luchaba cada día.
Él joven exterminador como ya se le conocía, seguía cuidando del clan, observando a los invasores que se acercaban. 
Había exterminado a tantos, pero ni los centenares de matanzas lo hacían sentir mejor como cuando sus ojos veían a aquel poderoso vampiro sonreírle.
En una de sus últimas cacerías por primera vez había dejado viva a una víctima. 
Una dulce muchacha que no mató a nadie y solamente se alimentaba de lo necesario para sobrevivir.
Era hora de regresar con Iván, pues su príncipe estaba convocando a todos los vampiros más fuertes y pedía que se resguarden a los vástagos y consortes. El castillo estaba siendo fuertemente resguardado y eso sólo quería decir una cosa, alguien visitaría el castillo y este podía ser peligroso para todos los presentes. A demás de imaginar que sería alguien muy fuerte, pues estaban convocando a los guerreros y a él, para proteger al clan.
Vestido como un chiquillo, con jeans entubados que se ajustaban perfecto a su delgado cuerpo, una playera entallada de una banda de rock y unos tenis, se dispuso a salir de su castillo obviamente camuflajeando su presencia.
No quería exponerse y atraer vampiros indeseados hasta el castillo Lupei.
Con semejante apariencia no era de extrañar que lo subestimaran y confundieran con un niño.
Al entrar sintió la fuerte tensión en el lugar, de inmediato vio a varios vampiros muy viejos rodeando a su padre y a Dragos quienes iban vestidos con antiguas armaduras de guerra.
Tan joven como Stelian era silbó para mostrar su asombro.
-¿De qué museo han escapado estos vejestorios?
Todos los presentes voltearon a ver de manera reprobadotoria al jovencito por decir tan irreverente comentario, él no se inmutó y ante esa acción se carcajeó.
-Bueno vamos a recibir al príncipe sin nombre, respondió Dragos, Stelian sonrió para sus adentros, su tío amaba la teatralidad.
—¿Y por eso se disfrazan del hombre de hojalata?,
Stelian sonrió como solo un asesino sabe sonreír anticipando una rápida batalla.

-Como somos viejos, disfrutamos de desplegar y alardear para infringir algún temor al oponente, Dragos vio a su sobrino y sonrió -Obviamente es algo incomprensible para ti que viviste otra época, niño.
Ion y Dalca entraron codo a codo, ambos se veían exitados por los acontecimientos que se suscitarían en el castillo.
Stelian sonrió y se volteó hasta su padre, -Mi señor, si hay alguna estrategia espero conocerla.
Ivan miró a Dragos y a los demás guerreros.
-Tu serás nuestro último recurso, pues vamos a emboscar al príncipe aquí en nuestro territorio.
-¿Me mantendrán oculto?
Con un tinte de frustración Stelian miró a su padre.
-No te mantendremos del todo oculto, aquí con nosotros no necesitas disfrazar tu esencia de vampiro, —Iván observaba las marcas de quemadura en las manos del jóven, que en ese momento estaba distraído mientras acariciaba con la punta de los dedos el pesado pectoral de su padre.
—¿Qué significa esto?
Iván tomó a Stelian de la muñeca viendo severamente al muchacho.
El dolor fue tan evidente que todos los presentes clavaron sus miradas en el joven.
—Suicidio —Murmuro Dragos.
Dalca e Ion fruncieron el ceño cuando siguieron la mirada hasta donde su padre tenía tomado a Stelian.
—¿Hay algo que quieras decirnos?, Iván no podía creer lo que la piel del muchacho revelaba.
—¿Tal vez es un ataque?, Stelian se sentía como un adolescente estúpido y horriblemente expuesto, con las miradas de todo los presentes sobre él.

—Esto no es por un ataque, —aseveró Iván furioso, —un ataque iría dirigido a tu cuello o pecho, Iván miraba furioso a su hijo, no comprendía porqué buscaría la muerte, si Stelian había ya pasado esos años peligrosos de adaptación.
Stelian tragó en seco varias veces, sabía que estaba atrapado, solo un grito lo salvó de más vergüenza.

La Melodía Del Vampiro. La Historia De Nemilus Dracul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora