Cacería

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Con solamente una pequeña maleta en el hombro Stelian y Dragos partieron directo a la frontera norte en dónde deberan moverse muy rápido para no ser detectados por los vampiros jóvenes o cualquiera que estuviera detrás de los crímenes contra los humanos.
—Debemos estar alertas ya que esos hijos de puta se esconden muy bien entre el bosque.
Dragos lidera la cacería y por lo tanto va a la delantera, cada uno sabe su papel el aquella cacería, Dalca patrulla la zona, despejado y detectando si hay trampas, Ion y los dos vampiros patrullan los pueblos cercanos al castillo, Stelian sabe que su misión es exterminar. 
Y es que debajo de ese rostro tan inocente y hermoso se escondía un ser de salvaje naturaleza.
—¿Seré el señuelo como siempre verdad?, Stelian sonó tal como el Mocoso que era.

—¿Algún problema con ello?.
Dragos observa de reojo a su sobrino, lo conocía suficiente para saber que algo le pasa al joven vampiro, pero no tenía la paciencia de su hermano Iván, para hablar de tío a sobrino.
—No, solamente aseguraba mi posición.
Stelian se movió con fluidez en medio de la espesura del bosque, hasta que estuvo a lado de su tío.
—Dragos, tú e Ivy ¿hace cuánto que se conocen?.
Una sonrisa boba se asoma en el rostro de Dragos, Stelian se siente ambicioso por sentirse de esa manera, pero también reprime las ganas de burlarse.
—Estamos juntos hace casi veinte años, tu aún estabas recluido como todo neonato, a salvó para no ser atacado por otros vampiros, mientras terminaba tu entrenamiento.
Stelian recordaba aquellos años, fue prácticamente su hermano Ion quien lo entrenó y se aseguró de que sobreviviera, sintiéndose más valiente Setelian continuó.
—Al tío Ivy el cambio ¿no le causó problemas?

—No, ya que él recibió la sangre de alguien fuerte como yo y mi dirección fue la clave para que se adapté a la transición, en tu caso fuiste legal un el día que Iván te transformó, por eso había que tener especial cuidado, un cuerpo tan joven no siempre soporta el cambio, pero Ivy era algunos años mayor que tú y eso en los vampiros, importa, Dragos se sentía orgulloso y pleno al hablar de Ivantie y se notaba en su voz.

—Yo nunca podré vincular a alguien. 

La voz entristecida de Stelian hizo a Dragos parar, —dejalo ya, mírate muchacho, eres un tipo al cual tenemos que ocultar por ser malditamente fuerte y poderoso y por ser el último vampiro transformado.

—¿Por qué si soy poderoso me ocultan entonces?, Stelian no entendía ese razonamiento y su inconformidad se filtraba en cada palabra.

—Porque muchos clanes nos atacarían y destruirían de saberse todo tu potencial.
Dragos hizo una seña para que continuarán moviéndose.

—Dragos, pero Stelian decidió no continuar aquella ronda de preguntas, sabía que de seguir con ellas sólo se delataría y entonces estaba seguro que su padre y tío no lo dejarían solo en ningún momento.
Dragos con impaciencia empezó a observar más detenidamente al muchacho. Preguntándose sino estaba siendo este abrumado con la presión de ser el arma destructiva dentro del clan, o con la inminente soledad a la que había sido condenado dada su temprana transformación.

Caminaron por un día hasta que Dragos anunció, —hemos llegado. 
Habiendo seguido el rastro de aquellos torpes jóvenes vampiros, Dragos y Stelian encontraron una cueva cerca de unas cumbres en dónde observarían juntos la zona.
—Por hoy cazaremos y vigilaremos, dijo Dragos mientras asignaba este su posición de ataque.—Mañana por la noche si los idiotas no nos detectan harás lo tuyo.

Stelian de acomodó en la cueva, por estrategia no saldría de ahí, dejando a Dalca y a su tío patrullar la zona, así que tenía mucho tiempo para pensar y justo era algo de la cual no estaba ansioso, porque sabía que vendrían más preguntas que respuestas.

La siguiente noche Dalca confirmó la presencia de un grupo de vampiros jóvenes, en medio de la oscuridad, Dragos se agazapaba preparándose para el ataque.
Las voces, apenas perceptibles al oído humano sonaban estruendosas para los vampiros.
Stelian arriba de un árbol observaba aquel grupo de treinta y dos vampiros, era un grupo grande pero no tanto, todos con edades humanas entre los veinte y treinta años.
Hablaban entre ellos planeando un "ataque sorpresa" a un clan cercano que tenía entre sus integrantes a dos parejas del mismo sexo, uno de los cuales había sido transformado muchos años atrás siendo humano.
Dragos hizo una seña a Stelian quien a pesar de la espesa noche, vio con claridad la orden.
Camuflandose como un humano y disfrazando su olor apareció en medio del bosque.
—Mira nada más, un pequeño niño perdido.
Las voces varios decibeles abajo fueron nítidas para Stelian quien sonrió con la frialdad de asesino antes de acercarse hasta él el grupo de vampiros.
—Pequeño niño, ¿te has perdido de casa?, una hermosa vampiresa se acercó hasta Stelian, era claro que ella intentaba liderar al grupo.
La mujer al ver al muchachito asombrada intentó seguir hablando, pero su mente había caído en una especie de estupor.
Batiendo las pestañas y sonriendo nerviosamente Stelian tuvo la decencia de jugar con ellos un rato.
—Salí de casa y me he perdido.
La mujer volteó a ver a la treintena que creían el chiquillo no los veía.
—Vaya mi niño, ven te voy a llevar con mis amigos para ayudarte a llegar a casa, el bosque es peligroso.
La mujer sonreía triunfal, imaginando el festín que se daría el grupo, y quién sabe tal vez profanar ese angelical cuerpo antes de desmembrarlo y desaparecerlo.
Varios vampiros aparecieron rodeando a Stelian. Mientras el niño jugaba con ellos.
—¿Quiénes son?
Los vampiros sonrieron de manera morbosa. Varios de ellos acariciaron con la vista el delgado y delicado cuerpo.
Hasta que sus olfatos se agudizaron sintiendo la presencia de dos vampiros ambos poderosos pero el aroma de uno traía implícita la muerte en su escencia desatando el terror en sus miradas.
—No estamos solos. Murmuraban entre ellos visiblemente nerviosos.
De un rápido movimiento Stelian brincó hasta el hombro de la líder agazapandose en el cuerpo y con fuerza giró la cabeza de esta arrancandola de un tajo, el cuerpo inerte se movía en el suelo, mientras los vampiros aterrorizados intentaban atacar a Stelian, con rostros aterrorizados y confundidos, pues nunca imaginaron tal fuerza y poder en ese niño, quien tomando el cuerpo de la mujer lo puso al frente de él a manera de escudo, el vampiro asqueroso que iba con toda la intención de arrancar el corazón de Stelian atravesó la caja torácica de la decapitada mujer, arrancandole el putrefacto corazón. 
Stelian tenía un brillo feroz en su rostro. A partir de ahí fueron sólo segundos para que el joven vampiro despedace a veinticinco vampiros y los deje regados en el bosque.
Dragos terminó de aniquilar a los demás, no sin antes obtener información valiosa del grupo.

—No pierdes tu maldito estilo, ¿eh?, Dragos caminaba en los alrededores del bosque, intentando encontrar más vampiros, sin éxito, mientras miraba la obra de su sobrino.

—Soy un tipo completamente diferente cuando se trata de matar, la sonrisa que desplegó Stelian hizo temblar a Dragos.

—El día que encuentres a tu pareja, pobre del hijo de puta que se atreva a enfrentarte por causa de ella, dijo Dragos mientras observaba a Stelian quien miraba a lo lejos tratando de captar más vampiros.

—Si tal cosa sucediera esperemos mi pareja sea de algunos de los clanes amigos, dijo Stelian tan despreocupado, —estos pobres imbéciles quieren atacar clanes para ganar la gracia de un vampiro al cual no conocen la bota de combate de Stelian se estrelló en un torso desmembrado, mientras analizaba la información que habían obtenido.

—Llegar hasta el príncipe sin nombre no está tan fácil. Pero al no tener un líder real y más experimentado estos pobres bastardos sólo firman su sentencia de muerte, Dragos apilaba los cuerpos para poder prenderles fuego.

—Yo nunca he visto al príncipe sin nombre.
La mirada azúl intensa de Stelian refulgia con la luz del fuego, desde ese ángulo el joven vampiro parecía un niño desvalido.

Dragos sonrió por la irónica comparación.
—Creeme, el día que lo conozcas estarás sentenciado de por vida.
El poderoso guerrero guardaba su encendedor en sus ajustados pantalones, mientras Stelian observaba la gran pila de cuerpos que ardían como si les hubieran echado algo.

—Entonces ese día buscaré su cabeza y lo mataré.
La frialdad y seguridad en la voz de Stelian hizo sonreír a Dragos.
Los Lupei tenían al mayor asesino hijo de puta, esa era la garantía en las batallas.
—Andando niño, Ivantie me espera y quiero verlo.
El muchacho se sentía confundido cuando escuchaba hablar a los vampiros que ya tenían consortes. Pues una parte de él sabía que podría nunca tener pareja o no sobrevivir a la vinculación.

"De todos modos si voy a morir, al menos que sea en una batalla con Nemilus y que ambos caigamos".

La Melodía Del Vampiro. La Historia De Nemilus Dracul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora