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SungHoon caminaba furioso hasia su casa. No entendía nada de lo que había pasado minutos atrás.

Jake era la persona más importante para él y ahora se estaba alejando tan fácilmente. Habían prometido estar siempre uno para el otro, pero parecía que esa promesa se rompía como si fuera la cosa más frágil del mundo.

No sabía como, pero ya se encontraba frente a al residencia donde vivía y sus ojos ardían. No sabía si era de furia o de las ganas repentinas de llorar que dominaron su sistema.

No, no podía permitirse llorar.

Entró a su casa intentando no hacer mayor ruido, no quería que nadie lo viera en ese estado. Por suerte nadie estaba cerca y llegó a su cuarto sin problemas.

Su cama le pareció el refugio más cálido del planeta y envuelto en mantas, cerró sus ojos.

─¡Riki, más despacio!

Desde la ventana de su nueva habitación, escuchó la dulce voz de un niño. Los miró con curiosidad y pudo ver como el dueño de aquella voz, corría detrás de otro aún más pequrñitos que conducía un bicicleta verde. Parecía que estaba aprendiendo a utilizar sin eruditas extras.

─SungHoon, ve a presentarte con los vecinos. Parece que tienen niños cercanos a tu edad.

Su mamá acarició su cabello mientras le hablaba y él inmediatamente asintió. Era obediente por naturaleza, pero sabía que su timidez iba a hacer que no pudiese ni pronunciar palabra.

Sus pasos se hicieron más pequrñitos cuando ya estaba a escasos metros de los niños que vio anteriormente, estaba a punto de retroceder cuando el de la voz bonita pareció verlo.

─¡Oye, vecino nuevo, hola!─ una sonrisa y una manito era agotada en su dirección. A SungHoon le pareció la sonrisa más bonita del mundo.

Sus pasos fueron seguros hasta aquel niño, aunque su voz sonó algo torpe. ─Soy Park SungHoon, tengo 12 años y espero podamos ser buenos amigos.─ dio una perfecta inclinación de 90 grados después de hablar.

El otro niño no pudo aguantar el soltar una carcajada por la formalidad de aquel chico. ─Soy Shim Jake y el niño de la bicicleta es mi hermanito pequeño, Riki. Yo tengo 10 años y él 9.

SungHoon bajó la mirada, no sabai que más decir. Siempre fue igual de tímido. Tenía miedo de que lo rechazaran, así que se mantenían lejos de todos y, ahora que se habían mudado, parecía que iba a ser peor. Ingresar a una escuela nueva era difícil, seguro ya todos tendrían sus grupos de amigos y a él lo ignorarían como siempre.

─¿Quieres jugar conmigo y mis amigos? Ellos ya están por llegar.

La dulce voz de Jake hizo regresar a la realidad. ─¿De verdad quieres jugar conmigo?

─Si, eres muy bonito como mi hermanito y eso me gusta.

Las mejillas de SungHoon se enrojecieron, pero la expresión de Jake se mantenía igual, parecía que a ese niño nada le afectaba.

─Está bien. Jugaré con ustedes.

Y esa tarde, cinco niños comenzaron una nueva amistad. Aunque dos de ellos parecían comenzar a formar un lazo más fuerte.

─¿SungHoon?

La voz de JunHyun lo trajo al presente. No quería salir de allí, estaba bien en ese lugar donde nada se había roto como ahora.

─No quiero hablar con nadie, JunHyun.─ Dijo seco.

─Tu rostro no muestra lo mismo─ insintió ─Cuéntame qué sucede.

𝑩𝑬𝑺𝑻𝑭𝑹𝑰𝑬𝑵𝑫𝑺 | 𝑱𝒂𝒌𝒆𝑯𝒐𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora