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Al atardecer NamJoon se preguntaba si Jungkook había salido de ese edificio, la incertidumbre estaba matándolo.

_ ¿acaso vas a llorar cariño?, deja de sufrir, ya aparecerá. - dijo Jin de manera desinteresada mientas lo abrazaba por la espalda y se deleitaba acariciando el bien formado abdomen de NamJoon.

_ quiero mucho a ese niño como si fuera de mi familia.

_por favor cariño, lo que sientes no es siquiera amor, es culpa.

_como sea, estoy preocupado por él.

_de la única persona que debes preocuparte es tu pareja Nam, ¡yo! - dijo con la voz entrecortada lo último, para después alejarse de él.

_sabes que te amo. - dijo apresando su cuerpo en un abrazo, Jin no era de los que se pone sensible frente a alguien, eso era algo que de alguna manera lo conmovió.

_siempre dices lo mismo. - dijo liberándose de su agarre.

Jin estaba molesto siempre era lo mismo cada vez que se trataba de Jungkook, estaba por salir de su oficina, porque se sentía sofocado y antes de que hiciera algo de lo que seguro se arrepentiría, decidió salir y calmarse un poco; a pocos pasos de la puerta sintió que todo le dio vueltas y se detuvo, NamJoon lo vio tambalearse y lo tomó entre sus brazos.

_ ¿estas bien amor?

_ SeokJin siempre está bien. - dijo forcejeando entre sus brazos molesto.

_pero amor...

_ ¡no tengo nada!, esto es tu culpa, tú haces que enfurezca. - dijo respirando de manera irregular y poco después se desvaneció.

NamJoon se sentó en un sillón con él en su regazo y lo atrajo más a su pecho, Nam contemplaba a Jin mientras este se recuperaba; NamJoon era el único que comprendía a Jin y por eso Jin era en extremo celoso, temía perder a la única persona que no lo veía como un monstruo.

_no estas bien amor, conmigo puedes mostrarte como en realidad eres, tu padre no va a hacerte más daño, él ya no puede hacerlo, espero que algún día todos puedan verte como en realidad eres y no bajo la maldita influencia de tu padre. – dijo besando sus labios suavemente.

Jin fue criado por su padre, él lo hizo a su imagen y semejanza en contra de los deseos de su esposa, la madre de Jin, el señor Kim hizo de todo para que su hijo siguiera su legado incluso lo inimaginable, convirtiéndolo en una persona cruel.

Jin llegó a disfrutar infringir dolor en los demás, claro que, sin perder clase, su mente elaboraba planes de cómo hacer sufrir a los demás sin siquiera ensuciarse las manos; Jin era el orgullo de su padre, hasta que Jin provoco su muerte, si algo nunca le perdonó Jin a su padre fue que asesinara a su madre.

Jin obedeció cada orden de su padre por las incontables amenazas de muerte hacia su madre, él tampoco podía mostrarse vulnerable, ni débil ante nadie o era castigado de la forma más salvaje posible por la mano de su propio padre; como evidencia estaban las cicatrices de su espalda, su padre le convirtió en un ser despiadado y gracias a las atenciones y a la obsesión que su padre tenía con él, Jin creció con la idea de que él era el centro del universo para todos y quien se atreviera a lo contrario desaparecía, nadie podía atreverse a usurpar su lugar, él se convirtió en hijo único, todos sus hermanos habían muerto a temprana edad de manera inexplicable.

Mientras Jin descansaba en el regazo de NamJoon los pensamientos de este fueron nuevamente a Jungkook, pensar en que él estuviera muerto era como si hubiera perdido a un hijo, los pensamientos agobiantes invadían su cabeza.

Jungkook había hecho el trabajo de eso estaba muy seguro porque a primera hora de la mañana se anunció la muerte del Ceo de Saltec; pero si logró el objetivo ¿por qué no volvió?, ¿acaso no logró salir con vida?, ante ese pensamiento sintió culpa ya que él había manipulado a Jin metiéndole esa idea para que pensara que era su idea, Jin no soportaba que otros tomaran el crédito, siempre debía ser él quien tuviera todo el crédito.

Un asesino en problemas [KOOKMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora